20 años de «City Of Evil»: La primera obra maestra de A7X

Un día como hoy, pero hace veinte años, cinco jóvenes llenos de sueños y ambiciones entregaron al público lo que sería la génesis en franco ascenso hacia la cima de la genialidad de su carrera: «City of Evil. » Aunque contaban con antecedentes en el caos melódico del metalcore, en 2005 Avenged Sevenfold decidió volver a sus raíces y aventurarse en la experimentación —una decisión que, en aquellos años, pudo ser criticada, pero que no frenó sus intenciones de soñar con llegar hasta donde nunca lo imaginaron. A pesar del daño casi irreversible en las cuerdas vocales de M. Shadows, enfrentaron con determinación su nueva era. Para algunos, fue un acierto comercial; para otros, una colección de canciones sin sentido; y para muchísimos más, una obra maestra. Un álbum tan diverso que desafía cualquier categoría, y que vislumbra un universo propio, lleno de murciélagos y simbolismos.
Un lugar donde a la carretera le prendes fuego, y puedes tocar solos de guitarra sobre una tumba. Así es “La ciudad del mal.” Y en medio de un desamparo musical que estaba volviendo poco a poco a menoscabar la escena metalera, A7X construyó su propia historia y decidieron que la bestialidad de «Beast and the Harlot», el sublime estado de «Seize the day» y la originalidad de «Sidewinder» podían coexistir, encontrando una base en los riffs de Synyster Gates y Zacky Vengeance, una descomunal batería de acelerado pulso propio de Jimmy “The Rev” Sullivan, un sinuoso bajo de Johnny Christ y la voz inconfundible de M.Shadows. De esa forma, sin mesura y con autenticidad, nace un disco que además de envejecer bien con el tiempo, hoy, es una de las piezas esenciales del metal del nuevo milenio.
La entrada triunfal de esta placa, nos sitúa en una metrópolis decadente y ficticia, asaltada por el delirio y la mala vida bajo las luces neón, donde cada tema es nuevo paisaje de la ciudad y que coquetea a sus maneras con los oyentes. Mucho se ha hablado de los elementos instrumentales del álbum ¿Pero qué nos hace sentir? ¿Cómo percibimos el paso del tiempo? “Aprovecha el día o muere lamentando el tiempo perdido” es un bonito recordatorio de que el tiempo es aquí y ahora. Y es tan cierta esa frase, si miramos en retrospectiva, aunque Avenged Sevenfold goza de una carrera sólida y firme, todavía son esos chicos llenos de sueños, y ahora, tienen su propio ángel en el cielo que siempre guía con el tempo desde lejos, foREVer.
Lo que sea para ti, una novela gótica, un testamento, o simplemente el disco que conociste por jugar Guitar Hero, hoy vale la pena recordar canciones como «Burn it Down» , «Bat country» , «The wicked end» con su cadencia rítmica y coros celestiales o «M.I.A» y su solo bestial. Incluso la arriesgada «Strength of the world» y sus nueve minutos, que quisieron quedarse, tomar vida y encapsularse en este disco inmortal. Incómodo para los puristas, como cualquier mezcla que sale de su zona de confort, y sagrado para quienes lo entendieron y atesoraron. Ya no somos los mismos, pero la buena música permanece.