2×1: «Sabbath Bloody Sabbath» Black Sabbath vs. Bruce Dickinson

2×1: «Sabbath Bloody Sabbath» Black Sabbath vs. Bruce Dickinson

En tiempos de amor y paz, había una banda en Birmingham que estaba en pleno proceso de creación de un monstruo ruidoso, que vendría a darle vida a todas las pesadillas, a las oscuras ambiciones de una generación, pero también a estructurar la base para dos corrientes que serían fundamentales en la música popular: el metal y el garaje. Black Sabbath tiene una historia de la cual se ha hablado por décadas y cruza varias generaciones; de cada disco han emergido piezas esenciales para guitarristas, bajistas, bateros, cantantes de todas las corrientes musicales y, por lo mismo, debe ser una de las bandas más covereadas y homenajeadas, a través de tributos, por parte de otros músicos. Uno de los mejores tributos que se les ha hecho, fue el espectacular disco “Nativity in Black” I y II (el primero de 1994), en los cuales varias bandas totalmente consagradas, dieron vida a uno de estos homenajes haciendo covers de los himnos de la ya mítica banda de Birmingham. Y uno de esos himnos más representativos es “Sabbath Bloody Sabbath».

BLACK SABBATH

El tema abre el disco homónimo de 1973 y es una composición realmente imponente, edificada en murallas de guitarras sumamente sólidas y con una batería contundente. Ozzy cruza la canción con mucha fuerza y elegancia, se nota que interpreta. El tema se pasea al son del riff, luego atraviesa un lado más melódico e incluso pincelea un hermoso fondo acústico. Su primer solo es derivado de la melodía, pero es igualmente majestuoso. En el minuto 3 se da una transición con la que entramos en terrenos desconocidos, lo que después se conocería como “ritmos progresivos”. La canción logra un carácter y corpulencia poco usual en esos años, forjando la escuela por las que pasarían nombres ilustres del movimiento, todo estaba por escribirse y “Sabbath Bloody Sabbath” tiene un código sonoro de manual. La melodía vocal tiene una rica mixtura que se combina equilibradamente con esos riffs poderosos; Iommi descarga la potencia de sus seis cuerdas demostrando que era posible regalar un nuevo enfoque, más delirante, según avanza el solo. Tras ello, el tema nos lleva por otra melodía desconocida para la época, vacío que sería llenado, décadas después, por Dimebag Darrell y su Groove Metal. Todo eso, más la colosal marcha de tanques, estructuran una canción visionaria, de escuela, y que por tanto, es difícil de reinventar en un cover.

BRUCE DICKINSON (GODSPEED)

La versión que el vocalista de Iron Maiden creó para este clásico, está ubicado casi al cierre de “Nativity in Black” y podríamos definir que es una de las apoteosis del disco. Bruce Dickinson estaba recién salido de Maiden y había editado recientemente el interesante “Balls to Picasso”, pero los fans no le perdonaban el alejamiento de la bestia por lo que su participación en este tributo lo acercaba, nuevamente, a las raíces de la fanaticada metal. Acudió a la, por entonces, desconocida banda Godspeed para armar este tremendo cover, donde su voz hace toda la diferencia. Gritando melodiosamente “the people who have crippled you/you wanna see them burn!”, ayuda a llevar el compás de unas guitarras implacables. “Sabbath, Bloody Sabbath/ Nothing more to do,” canta justo antes de una salida instrumental magistral. Una versión con mucho power y bastante virtuosismo de un individuo clave en la escena metal y que sabe que su voz es el 50% de la propuesta; en esta pieza histórica se luce, dándole un aire renovado a la interpretación y que llamó la atención de toda una nueva fanaticada.

Muy buena versión que, si de tributos se trata, le rinde honores a su original con un sonido cargado a la guitarra, que la hace sonar noventera y actual, más los potentes altos y bajos de un prodigio vocal, como Dickinson, se transforma en un deleite a los oídos.»

Macarena Polanco

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