Disco Inmortal: AC/DC – Back in Black (1980)

Disco Inmortal: AC/DC – Back in Black (1980)

Albert Productions / Atlantic Records, 1980

Completamente marcado por la penosa muerte de Bon Scott, el primer vocalista de estos australianos monstruos del rock y banda referente del hard rock desde cualquier punto de vista, Back in Black se convirtió en todo un hito a mediados de 1980 y es el segundo disco más vendedor del planeta en toda su historia, con más de 50 millones de copias vendidas por todo el mundo.

Llama la atención los cortos tiempos en los que se manejó AC/DC para grabar tan magna obra como esta. El disco venía precedido de otra gema de grueso calibre como el clásico Highway to Hell de 1979, el cual tuvo su significado mayor a través de la historia debido a que fue el último con el primer  gran vocalista de la banda Bon Scott en el micrófono. Pero Back in Black supo levantar rápidamente a la banda, consideremos que el deceso de Scott fue en febrero de 1980 y este disco fue lanzado en julio de ese mismo año, de alguna forma la banda no quiso enlutarse por un tiempo muy prolongado y decidió editar este estupendo disco a modo de homenaje para su compañero y amigo fallecido sin mayores esperas. Y Qué mejor forma de hacerlo con un discazo que desborda rock n’ roll y buenas vibras por todas partes. Como dijo el mismo guitarrista Angus Young: «Bon nos hubiera metido una patada en el culo si lo hubiéramos dejado» refiriéndose a la posibilidad de abandonar la banda.

Y llega el momento del debut de Brian Johnson en la banda. Hubo varios postulantes al puesto a decir verdad, pero la preferencia del mismo Bon Scott antes de morir era por este tipo de boina y reparador de techos y parabrisas de autos, lo cual iba a decantar por la decisión de que se quedara con el puesto, cosa lo cual el inglés vocalista no escatimó en celebrar de inmediato zampándose una botella de whisky completa aquel día de la elección.

Del disco qué decir: saltan a la vista los himnos del más puro néctar rockanrolero. Las campanas del infierno suenan en la partida de ‘Hells Bells’ en una de las aperturas más notables hechas en un disco de rock. Era la voz aguda de Johnson pero no al extremo de lo que nos tenía acostumbrado Bon Scott. Johnson encaja perfecto con este sonido un tanto mas «sofisticado» de los australianos. Acá la locura y el desenfreno musical baja un poco las revoluciones, pero lo hace con estilo.

Otra entrada de aquellas llega con ‘Shoot to Thrill’,  el segundo track. Angus Young soberbio en lo que mejor sabe hacer con su guitarra y ya no deja pasar mucho tiempo de duración de la canción para que caigamos rendidos ante la espectacular vocalización de Brian Johnson nuevamente, que se presentó como una más que digna carta de reemplazo para Bon Scott. Acto seguido los latigazos de ‘What Do You Do for Your Money Honey’ sacuden todo. Los electrizantes acordes de ‘Given the Dog a Bone’ que se repiten una y otra vez por el transcurso de la canción no hacen más que aumentar la euforia que produce este disco.

Un punto aparte con las dos canciones  que vienen pegadas en más o menos la mitad del disco, hablamos de ‘Back in Black’, en primer lugar, una canción pegadora infinitamente. Da la sensación que no importara cuántas veces la reproduzcas, es una canción eterna que no aburre nunca, su característico riff está dentro de los mejores de la historia y ciertamente fue la canción que hizo tan grande a este disco, fuera de la avalancha de buenas canciones de las cuales se nutrió esta producción. Otra inmensa es ‘You Shook Me All Night Long’, una simple historia de amor que Johnson interpreta con una genial dulzura y que crece enormemente con un coro maravilloso que incita a cantarlo a todo pulmón donde sea que la escuches.

Los solos y riffs alucinantes de guitarra en ‘Have a Drink on Me’ son la antesala del final del álbum casi, a la cual le sigue ‘Shake a Leg’, frase insigne en la esencia de la banda, muchas veces los hermanos Young han explicado que la música de AC/DC está hecha para «mover la patita» y la verdad mucho de razón tiene. ¿Quién no lo ha hecho al escuchar un disco de los australianos?

Hablar de la lírica del disco es como hablar de las letras de toda la carrera de AC/DC; noches de juerga, desenfreno, sexo y mucho rock ‘n’ roll, que es a lo que esta banda se entrega en cuerpo y alma y que lo sabe transmitir como los mil demonios.

Se cierra esta obra magistral con ‘Rock ‘N’ Roll Ain’t Noise Pollution’, declaración de principios y en clara respuesta al gobierno de Nueva Zelanda que denominó su música como «contaminación acústica», el broche de oro con otro tema considerado himno a estas alturas.

Lo más notable de todo lo que envolvió esta temible placa es la capacidad prácticamente inmediata de sobreponerse de sus integrantes después de haber vivido tan fatal suceso como la muerte de su amigo Bon Scott. Tres días después de la muerte del cantante ya estaban componiendo los hermanos Young esta memorable obra.

La inclusión de Brian Johnson fue un acierto clave también para el éxito, a pesar de estar recién integrado se involucró en la composición de todos los temas del álbum y fue parte importantísima para la aceptación mundial de la continuidad de la carrera de AC/DC. Hasta el día de hoy el viejo Johnson sigue batallándola pese a enfermedades y achaques, un hombre que seguramente morirá con las botas puestas, en el escenario y rockanroleando tanto como este disco, que se encumbra como uno de los más significativos e inmortales de la historia del rock.

Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

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