Análisis Progresivo: Close to the Edge- Yes (1972) «Cuando solo bastan 38 minutos para consolidar la perfección»

Análisis Progresivo: Close to the Edge- Yes (1972) «Cuando solo bastan 38 minutos para consolidar la perfección»

Vía Nación Progresiva

Atlantic Records, 1972

Yes con Close to the Edge y Tales From Topographic Oceans a mi parecer nos enseñan dos formas de consolidar un trabajo perfecto, mientras que en ‘Tales’ nos muestran la parte mas ambiciosa y compleja de hacerlo, con Close To The Edge, sin perder ambición, lo hacen con un estilo mas directo y modesto.

Yo defino a este trabajo de Yes, su sucesor (Tales), y Selling England by the Pound en conjunto con Foxtrot, como las obras mas perfectas que ha concebido el «Rock Progresivo Sinfónico» y los 4 nos muestran distintas formas de alcanzar esa perfección, y hoy toca a analizar el emblemático Close to the Edge.

Tracklist:

• 1 – Close to the Edge: I- The Solid Time of Change  / II- Total Mass Retain  / III- I Get Up, I Get Down / IV- Seasons of Man
• 2 – And You And I: I- Cord of Life  / II- Eclipse / II- The Preacher, The Teacher / IV- Apocalypse
• 3 – Siberian Khatru

Primer lado

El álbum comienza con todo, con la suite homónima de 18 minutos. Con un tenue ruido de pajaros y de la naturaleza que aumenta para que aparezca sutilmente los teclados de Wakeman y se introduzca en una intro llena de virtuosismo por parte de Howe, Squire y Wakeman, acompañado por unas líneas de baterías al puro estilo que muestra Bill Bruford con mucha clase pero poder sumado a sus contratiempos que siempre quedan de maravilla. Los solos de guitarra no paran que parece que estuvieran en total sincronía con los teclados para ir mostrando poco a poco de que irá la suite y detenerse para terminar la intro y comenzar la verdadera canción. La estructura de Cord of Life es increíble, ya que un solo movimiento contiene una excelsa variedad pero a su vez un homogeneidad enorme donde todo se siente que va exactamente en su lugar, tanto como los cambios de métrica, riffs, o arreglos de la canción, y como no, Jon Anderson haciéndolo de excelente forma en la interpretación con su única voz.

Total Mass Retain apura el rumbo de la canción, con una voz y riffs mas enérgicos junto con unas líneas de bajo aún mas presentes que le dan adrenalina a la canción, todo esto se junta con reprises del movimiento anterior usándolos de forma espléndida, como se acostumbra hacer en el progresivo para ayudar a la cohesión de una suite o canción extensa, para dar a entender que todo forma parte de lo mismo. Esta energía baja para dar en I Get Up, I Get Down, el movimiento mas centrado en las melodías de la suite, donde Rick Wakeman te sume en capas y capas de teclados para entrar en relajación con las atmósferas que van generando, cuando de la nada aparecen nuevos punteos de teclados, para que Jon Anderson deleite con una de sus performance vocales mejor logradas, donde esa sutileza con la canta, en conjunto a los coros, y diversos fraseos de voz trata de reproducir lo que produjo el teclado en el inicio del movimiento para complementarse muy bien. Anderson canta «I Get Up, I Get Down» cada vez con mas frecuencia mientras sube el tono, para resultar en lo que es en mi subjetividad, el mejor momento en el álbum, un órgano que sume en una catarsis total al oyente y que demuestra que esa etiqueta de «Sinfónico» no está demás. Sin que el órgano desaparezca, vuelve el sintetizador para traernos de vuelta a la intensidad de los primeros minutos de la canción, con una constante nota de bajo con rapidez, donde se suma la batería, para que Wakeman se vuelva a lucir de forma total con un versátil solo de teclado para que la intención de la batería y el bajo le aumenten el sentido.

Seasons of Man vendría a ser una compilación de reprises de toda la suite cohesionadas de forma admirable para darle ese toque épico al final de la canción y que todo termine bien, donde empezó. Toda esta inmensa variedad de elementos sumado a la increíble, interpretación, ejecución,  conexión y cohesión hacen que sea una pieza tan especial en el progresivo, y que sirva como piedra angular para el rock progresivo.

La letra de Close to the Edge es algo ambigua, según diversos lugares trata de explicar la historia de un hombre y su experiencia a través de la vida, donde intenta darle significado para terminarla de una forma clara, todo esto inspirado en la vida de Brahmin Siddartha donde se muestran las visiones de lo que es el mundo espiritual en conjunto con el material donde se comparan y se contrastan, una bonita reflexión por parte de Jon Anderson y Steve Howe.

Y aunque el disco podría haber terminado fácilmente acá con una canción tan monumental, aún resta la mitad.

Segundo lado

And You and I posee un sentido totalmente melódico, representando esa parte dentro del álbum, como dice el primer movimiento Cord of Life, casi todo dicho movimiento es compuesto por un pasaje de índole folk-rock, en manos de las memorables posturas de Steve Howe, tanto en la intro totalmente acústica, o al rededor del minuto 1, se nota totalmente este aspecto. Eclipse es el momento de éxtasis por decirlo así en la canción, donde los teclados vuelven a generar esa atmósfera que es tan inmersiva como envolvente, en donde Jon Anderson canta con toda emoción los versos que se irán repitiendo a lo largo de la canción.

Como acostumbra el disco, Yes hace un uso de una especie de reprise para devolvernos a la intro mientras los teclados desaparecen lentamente, donde sigue nuevamente otro hermoso momento acústico siendo totalmente Folk donde Anderson vuelve a utilizar la técnica de repetición de versos, que usa mucho en este álbum. Lentamente los intrumentos van apareciendo y And You and I se sume en un crescendo para un emotivo momento donde solo en segundos se resume toda la canción para cuando ataquen los teclados, decaigan en un piano y todo finalice con un preciso uso de folk, donde Howe y Anderson despiden esta emblemática canción.

Siberian Khatru vendría a tratarse del antónimo de And You and I, ya que deja de lado las melodías para mostrarnos el lado mas enérgico del disco, donde el bajo destaca con una de sus líneas de bajo mas memorables gracias a el fallecido Chris Squire, sumado a los constantes solos y disonancias claras en la métrica de la guitarra pero sin perder su sentido melódico.

Esto es lo que considero una gran fortaleza en la composición, esa capacidad de autobalance que posee Close to the Edge es excelente, si bien el inicio del álbum con la suite del mismo nombre es de una variedad inmensa, el segundo corte es melódico, y Siberian Khatru es mucho mas energético. Demostrando que Close to the Edge además de todo su mérito compositivo, es un disco que se balancea de forma precisa e inteligente.

Close to the Edge es a mi parecer sin dudas uno de los 10 mejores discos progresivos de todos los tiempos, y Yes solo lleva lo que se hizo en Fragile para el siguiente escalón y mostrarnos un viaje de versatilidad, variedad, excelente composición y sublime interpretación donde cada uno de los 5 miembros se lucen en diferentes momentos dentro de sus propios estilos. Yes llevaría esa ambición aún a lo mas alto con su siguiente disco para el año ‘1973’ que es conocido por su inmensa cantidad de obras espectaculares, pero eso es un tema para hablar en otro momento.

100/100

Banda:

• Jon Anderson – Voz Principal
• Steve Howe – Guitarra, Voz Secundaria
• Chris Squire – Bajo, Voz Secundaria
• Bill Bruford – Batería, Percusión
• Rick Wakeman – Teclados

Por Ignacio Matthieu Gómez.

Nacion Rock

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