Arcade Fire en Chile: Pesos pesados

Arcade Fire en Chile: Pesos pesados

Pese al abanico de críticas que conllevó su quinta placa de estudio, «Everything Now», la cual, para muchos, no alcanzó los estándares de magnificencia que sus anteriores «Reflektor» o «The Suburbs», la estampa y la firma que han cosechado los canadienses los últimos años les dieron los réditos suficientes para llenar un Movistar Arena, en lo que fue la primera presentación de la banda solos, porque pese a que muchos de los presentes los habíamos visto en ese impresionante show en Lollapalooza, lo de anoche fue solo con su gente, quienes estaban dispuestos a venerar sus clásicos y dejarse seducir por sus nuevos temas, totalmente.

Como siempre, AF dejó claro porque es un gran espectáculo en vivo, desde esa entrada a lo boxeadores, con el escenario con imaginería de ring y con una anunciada en español y con Win Butler con guantes chocando sus maños con el público, hasta ese final bordeando lo épico con una conexión con el público enorme. La banda supo otorgar momentos brillantes, sin dejar de defender las canciones de su nuevo disco, que por cierto, cada vez se han ido incrustando en nuestras cabezas de forma más convincente, con algunas ya como «nuevos clásicos» y lo de ayer se hizo así sin duda más por la forma en que las presentaron.

Así fue con «Everything Now», tema que da título a su nuevo disco en el arranque. Un Movistar casi repleto saltaba de euforia, en el primer momento acalorado de una noche llena de momentos fotográficos. La emoción de ‘Rebelion (Lies)’ nos lanzaba al aclamado «Funeral» su primer disco en un salto brusco en el tiempo. ‘Here Comes the Nightime’ era el primer guiño a «Reflektor» y ‘Haiti’ llegaba para empezar a disfrutar de los encantos artísticos de Reginne Chassagne, uno de los grandes fuertes de la banda, sin duda. El momento llegó junto a los colombianos de Bomba Estereo, que los acompañaron en esta pasada por Chile.

Como es clásico, la banda se reagrupaba e intercambiaba posiciones, la magia de Arcade Fire llegaba a un nivel supremo con ‘No Cars Go’ (uno de los momentos favoritos de la noche). Qué correcta la percusión y que fuerza brotaba de esta verdadera orquesta indie canadiense. «Jesus Christ!» exclamaba el siempre carismático Win Butler ante los «oh-oh» que se quedaron en las garganteas de la gente pese a que el tema ya había terminado. Otra de las nuevas: «Electric Blue», muy bien elegida e interpretada por Reginne, «Put Your Money on Me» seguía marcando la pauta de «Everything Now» bien jugada y llegaba el momento en que por pantallas se pedía «prender las luces de los teléfonos», para acompañar una impensada y emotiva ‘Neon Bible’ y la poderosa carga emocional de ‘My Body Is a Cage’ que fue interpretada con mucha pasión, pero también con mucha fuerza y guitarras poderosas en su parte clímax.

Hasta el momento estábamos muy felices, un show de puntos altos y buen repertorio elegido ¿Qué nos faltaba? Escuchar algo de su ultraaclamado y ganador de Grammy y reverenciado «The Suburbs» que hasta el momento aún no sonaba. Fue justamente el tema que daba nombre al disco que se mostraba en las pantallas gigantes como en una cartelera de vieja escuela Broadway. La poderosa ‘Ready to Start’ le siguió, aunque el público acusaba algo de cansancio como para vibrar al cien por ciento y nuevamente las maravillas vocales de Chassagne nos deleitaban con la preciosa ‘Sprawl II’. Ya entrábamos en tierra derecha y la cantidad de buenas canciones no se agotaban.

El factor hipnótico de la gran ‘Reflektor’ seguía el paso, una canción que te deja algo en estado de trance, más aún en vivo y con esa sólida interpretación. ‘Afterlife’ y ‘We Exist’ se agregaban y el brillante momento de la nueva ‘Creature Comfort’, una de las grandes de su nueva placa, pegada a ‘Neighborhood #3″ (Power Out) de verdad se tornó alucinante, tanto de ese poder dance visceral que tiene, como de esa magnífica forma de cerrar con ese estridente noise y con ellos proyectados en pantallas como de forma biónica y potenciados con un fuego brutal e inolvidable.

Una noche galáctica. La banda convertía a piacere esa cúpula en una disco gigante cuando se le dio la gana. Los fundamentales Richard Reed Parry y la talentosa Sara Neufuld también brillaban con sus momentos en percusiones y violines/voces respectivamente, pese a todo lo que pueden protagonizar Butler y Chassagne, a la banda no se le olvida lo del colectivo. Con una emotiva ‘We Don’t Deserve Love’ con Reginne como derrotada de amor en el piso ya casi cerraban un show de contundencia pura. La despedida con ‘Everything Now (continued)’ y la maravillosa ‘Wake Up’ marcaban las casi dos horas justas de un show enorme, que si bien fue distinto y quizá no tan entregado ni con tanto invitado ni teatralidad como aquella maravilla de Lollapalooza 2014, nos dejó totalemnte demostrado el poder y la vigencia de esta gran banda en vivo. Como dijo el pseudo presentador de boxeo en español al inicio: «Arcade Fire, un peso pesado».

Por Patricio Avendaño R.

Foto: Jerrol Salas

Setlist:

Everything Now
Rebellion (Lies)
Here Comes the Night Time
Haïti
Peter Pan
No Cars Go
Electric Blue
Put Your Money on Me
Neon Bible
My Body Is a Cage
Intervention
Neighborhood #1 (Tunnels)
The Suburbs
The Suburbs (Continued)
Ready to Start
Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)
Reflektor
Afterlife
We Exist
Creature Comfort
Neighborhood #3 (Power Out)
We Don’t Deserve Love
Everything Now (Continued)
Wake Up

Patricio Avendaño

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