Disco Inmortal: Black Sabbath – Master of Reality (1971)

Disco Inmortal: Black Sabbath – Master of Reality (1971)

Vertigo Records, 1971

Es el disco de la consolidación absoluta de la banda de Birmingham, y donde sentó definitivamente las bases de lo que todos conocemos como heavy metal. Si bien con el debut y Paranoid habían deslumbrado al mundo entero por su sonido oscuro, y composición por riffs de alto calibre, en esta placa pulen notablemente lo autoimpuesto; despachando uno de los mejores y más influyentes discos de la historia del rock y el metal.

La apertura con ‘Sweet Leaf’, muy singular, con esta tosida como de anciano enfisémico y entrando con un riff endemoniadamente ganchero; debe ser uno de los mejores arranques de un disco del género. Además lo de la tosida no es coincidencia, el tema está inspirado en una cajetilla de cigarros dulces que sólo vendían en Dublín, y que fueron adquiridos por el bajista Geezer Butler en una de sus pasadas por Irlanda; aunque claramente el tributo es a la marihuana, que tantos momentos de creatividad les brindaron en esos años.

Una de las líricas que más llamó la atención fue la de ‘After Forever’, una canción que hablaba del cristianismo en toda su esencia, de la falta de fe e incredulidad. Al ser Sabbath la banda se trataron de interpretar segundas lecturas y mensajes escondidos, cosa que nunca llegó a buen puerto. El tema en sí tiene un aura semi majestuoso y muy animado en toda su duración.

No así la instrumental ‘Embryo’, 28 segundos de una oscuridad y depresión que preceden a uno de los temas más potentes e influyentes en el heavy metal: la gran ‘Children of the Grave’, nuevamente un riff hipnotizante, tanto en el bajo como en la guitarra de Tony Iommi, las percusiones de Bill Ward que complementan un avivado sonido de tambores, y con un final espeluznante tanto por la agudeza de la guitarra en el riff del epílogo como por esa parte de lo más siniestra quizá del disco, donde se escuchan susurros con un acople de guitarra totalmente fantasmagórico.

Otro instrumental que está muy bien pulido es ‘Orchid’, donde las cuerdas acústicas lo son todo. Sabbath supo muy bien donde poner estos instrumentales, dando énfasis para mostrar que no todo iba a ser riffs agresivos y distorsión en el disco. Con ‘Lord of This World’ vuelven los riffs, aunque a un ritmo más cansino y la ejecución en el bajo de Butler es notable. Y si en ‘After Forever’ la letra se acercaba a lo cristiano, acá hay una especie de contraparte con la lírica que habla del martirio de un hombre que le entregó el alma al diablo.

La certera ‘Solitude’ baja un poco las revoluciones, un tema cantado por Bill Ward y que nos evoca tristeza y nostalgia en los cinco minutos de su  recorrido. Este tema perfectamente podría encajar más con el estilo de Deep Purple, que también estaba haciendo de las suyas en ese tiempo. Quizá fue una especie de respuesta de Sabbath hacia sus contendores de la época.

Pero el cierre no podía fallar para una obra de esta magnitud. Los riffs absolutamente exquisitos vuelven con ‘Into the Void’, con una larga introducción antes de que aparezca un asesino riff; que podría ser el padre de los riffs (al menos de la canción), y con un solo de Iommi de esos que sólo él sabía donde meter y con un final seco, cerrado, pero contundente.

Una obra maestra, donde Black Sabbath le sacó un poco el acelerador a los ritmos convirtiéndolos en algo sumamente degustativo, innovador y sin quitarle una pizca de oscuridad a su esencia. ¿Qué más decir? La portada: muy simple, con el nombre de la banda y título del álbum, pero al mismo tiempo con mucho estilo con esas letras ondeadas en color púrpura y gris, a estas alturas todo un emblema.

Siempre es difícil elegir un disco como el más importante de una banda de estas características, hubieron muchos más excelentes, pero por lo menos a mí, como está estructurado y por la definición que tuvo como estilo de banda creo que es el más importante. Otro disco imprescindible para nuestra colección.

Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

Un comentario en «Disco Inmortal: Black Sabbath – Master of Reality (1971)»

  1. todos los discos con ozzy trastornaron mis sentidos desde siempre,a fines del siglo pasado aparecio REUNION.y black sabbath seguia siendo grande,

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