Toda la escena musical del hardcore punk de fines de los 70's hasta mediados de…
Code Orange: Potencia extrema con color a hardcore, shoegaze e industrial
Hora de poner nuestra atención en la envolvente capacidad de Code Orange. Banda oriunda de Pittsburg, EE.UU. y formados como tal hacia el año 2008. ¿Por qué hablar de ellos ahora? Porque ha sido un error no haberlo hecho hasta el momento. El hardcore punk de Code Orange es de una fuerza tal que no podemos seguir ignorando.
Desde su formación como banda, los estadounidenses han expresado al mundo su arte en cuatro grandes hitos: Love Is Love/Return To Dust (2012), I Am King (2014), Forever (2017) y Underneath de 2020. Álbumes que llevan bajo el brazo a unos cuantos EPs y varios demos de menor conocimiento público, tales como Embrace Me/Erase Me (2011) o The Hurt Will Go On (2018).
Con un primer álbum conceptual, potente y repleto de experimentación; Code Orange supo cómo golpear fuerte en su momento en los oídos más extremos o ansiosos de nuevas experiencias. Esta afirmación viene apoyada en la creatividad puesta por esta banda al momento de juntar la fuerza del hardcore punk junto a estilos tan experimentales como el shoegaze; con guitarras en un loop interminable y cadencioso.
Lo anterior se sostiene en lo abrasivo y envolvente de las guitarras distorsionadas, donde la canción “Calm/Breath”, por ejemplo, es prácticamente una experimentación disonante que decidieron incluir en su primer álbum. Lo mismo ocurre en ciertos pasajes musicales en canciones como “Colors” o la segunda mitad de “Liars/Trudge”. Arreglos hipnotizantes que están puestos en los momentos adecuados y que son una especie de alivio ante la aplanadora y virtuosa potencia de los instrumentos y las voces presentes.
Y justamente las voces de Code Orange son un punto aparte que debe ser destacado si queremos aproximarnos a esta banda. El trabajo vocal de Reba Meyers y Jami Morgan juega un papel central al notar como el gutural de ambos se apoya mutuamente en coros o bien, juegan en una especie de llamada y respuesta según sea el caso. Todo mientras la Reba Meyers canta y toca la guitarra en tanto Morgan hace lo propio mientras toca la batería. Pura virtuosidad al servicio de la música.
Asimismo, otra característica bien explotada por Code Orange es el trabajo de Eric Balderose en teclados, sintetizadores y efectos de sonidos. Integrante que brinda una serie de arreglos atmosféricos para crear una sensación de densidad, tensión y fuerza a todo el peso sonoro de cuerdas y batería. Momentos que abrazan la sonoridad industrial sin tapujo alguno.
Si de forma antojadiza tuviésemos que recomendar una canción que resuma la personalidad de Code Orange, ésta fácilmente puede ser la canción homónima de su segundo álbum I Am King. O bien, puede ser las poderosas “Slowburn” o “My World” con su aura industrial y hardcore. Una simbiosis interesante de contemplar no solo en estas canciones, sino también en todo su segundo álbum. Una joya poco comentada, pero donde la banda encontró y moldeó su sonido y propuesta; haciéndolo un disco angular digno de recomendar.
Una banda donde el protagonismo musical se reparte por igual, ya que otro elemento llamativo de esta agrupación son los impactantes breakdowns luego de los coros o estrofas finales. Elementos cortesía de la batería y el bajo. Sección rítmica que no teme en desdoblar las expectativas del oyente al cortar de imprevisto cualquier sonido, cambiar las figuras rítmicas de un segundo a otro, tensionar por minutos un ritmo específico, o bien, crear un sube y baja percusivo difícil de seguir.
En su tercer álbum Forever es donde la banda se acerca a estructuras líricas y musicales más propias de la demanda mainstream al tener más canciones que rodean los tres minutos o tres minutos y medio, alejándose un poco de la experimentación desvergonzada de sus dos primeros discos. Además, es en este álbum donde se atreven a variar en la voz al presentar un canto más limpio en “Bleeding In The Blur” o “Ugly”, por ejemplo.
Aun así, la personalidad y avasalladora pesadez en su música es un elemento impoluto que persiste de una forma mucho más directa; sin tantos interludios ni espacios en silencio. Canciones como “Forever”, “Real”, “The New Reality” o “No One Is Untouchable” destacan gratamente en este álbum.
Ya en su cuarto y último disco hasta el momento, Underneath, publicado el año pasado; Code Orange vuelve a la experimentación y distorsiones sin miramiento alguno. Elementos que vuelven a conjugar con las voces limpias en ciertas canciones tales como “Underneath”, “The Easy Way” y “Who I Am”; demostrando su madurez musical al aplicar lo aprendido y hecho en sus publicaciones pasadas.
Destaca “You And You Alone” como una canción que expele creatividad. Que interesante sería que la banda comentase el proceso de creación de un tema como este, puesto que las transiciones y construcción melódica-rítmica denotan una dedicación religiosa hacia la música. Algo similar ocurre con “Cold.Metal.Place”, “Erasure Scan” y “Black Inside The Glass”.
Code Orange no es para todo público, pero si es para aquellos que busquen experiencias nuevas o más extremas en la música. O al menos salir un poco de las estructuras convencionales del rock y el metal en general. Hay una sensibilidad creativa bastante desprejuiciada en los integrantes de Code Orange. Sensibilidad que los lleva a ser artísticamente relevantes.