Conciertos que hicieron historia: Black Sabbath – Headless in Russia (1989)

Conciertos que hicieron historia: Black Sabbath – Headless in Russia (1989)

Los oriundos de Birmingham nunca destacaron por el catálogo de su videografía, sólo contando con Never Say Die —que rescata un concierto de la gira del disco del mismo nombre (1978); y Black and Blue (1980) —producción hecha a medias con Blue Öyster Cult. De los años venideros nada más hay pequeños registros, televisados por cadenas locales que capturaron un par de canciones. Luego vinieron las vacas flacas, y allí pensar en un lanzamiento de ese tipo era pedir mucho; con Black Sabbath luchando por sobrevivir, con numerosas encarnaciones que no duraban demasiado tiempo.

Aunque se estabilizaron para fines de los 80’s, con un disco de muy alta factura —Headless Cross (1989), el de mayor oscuridad de toda su carrera; que decantó en una sólida alineación. Como siempre Tony Iommi el hombre ancla en guitarra, Tony Martin y su bajo perfil tras el micrófono, Cozy Powell y su potentísima pegada encargándose de la batería, y dejándole el bajo a Neil Murray —estos últimos dos recién salidos de Whitesnake. Secundados desde atrás, con la cuota melódica, por el siempre tecladista de sesión Geoff Nicholls.

El recorrido promocional, de no muchas fechas, se concentró de manera principal en territorio ruso; cuando todavía no caía la Unión Soviética —en un mazazo que se extendió por doce conciertos en Moscú y doce en Leningrado, actual San Petersburgo, entre noviembre y diciembre de 1989. Impensado unos cuantos años antes, como dijo el vocalista sobre el entarimado; vía traductor. Pero fue algo que se comenzó a gestar desde un año antes; cortesía de la flexibilidad otorgada por el jefe de Estado, Mijaíl Gorbachov, gracias a los procesos de la Perestroika y Glasnost: Scorpions abriendo la puerta para las bandas occidentales; y que unos meses antes del arribo de Black Sabbath, hubo una cita estelar —Moscow Music Peace Festival.

De aquella residencia soviética, que contó con Girlschool como número de apertura, se filmaron dos conciertos en la capital —una doble función, efectuada el 19 de noviembre, que tomó por localidad el Estadio Olimpiski. Contemplado para un futuro lanzamiento oficial, que nunca se materializó como debió —aunque en algunos países sí ocurrió en 2008. Para el resto figuró como shows inéditos para el círculo de fanáticos, conocidos bajo el nombre informal de Headless in Russia —como también Live in Moscow. Los únicos multi cámara íntegros conocidos hasta la fecha de aquel tour —y de toda esa década.

Ambas presentaciones teniendo el mismo repertorio, con un ligero orden de las canciones —la primera además llevando un cover extra, Apache, original de Jerry Lordan. Cada una bordeando los noventa minutos de duración, y antecedidos por parlantes por The Gates of Hell. El inicio quedándole a la sólida Headless Cross; la única de la reciente producción en ser mostrada, junto a la peso pesado When Death Calls. El resto se movió entre los periodos de Ozzy Osbourne y Ronnie James Dio; Tony Martin lejos del ego al interpretarlas, pero con suficiente impronta y con el debido respeto para con sus antecesores.

Ya sea el doblete de Neon Knights y Children of the Sea; o antes de llegar al bis con Iron Man y Children of the Grave. Sabiendo el valor que involucró el periodo 1970-80, ni siquiera tuvo cabida un éxito de talla propia en la agrupación, como lo fue The Shining (1987). Enmarcado frente a una inusual audiencia poco acostumbrada a este tipo de espectáculos, que recién estaban llegando a su país; tras un ostracismo de varias décadas —que lo indica el sobrio escenario, apenas adornado en la parte superior con una cruz luminosa. Junto con el sentimiento, frente a lo visto, de que Black Sabbath debió tener un mejor pasar para aquel punto; en lugar de haber estado relegado como un número que peleaba el descenso.

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