Conciertos que hicieron historia: Nirvana – Live at Reading (1992)

Conciertos que hicieron historia: Nirvana – Live at Reading (1992)

Para la revista “Kerrang” ocupó el primer lugar en la lista de los conciertos inmortales del rock. La actuación de Nirvana el 30 de agosto de 1992, como cabeza de cartel del festival británico de Reading, es uno de los conciertos más pirateados de la historia y por esto, y por su trascendencia posterior, fue editado, incluso, en versión «de lujo». Aunque la mayor parte de la actuación recoge la interpretación del álbum “Nevermind” completo, también se incluyen las primeras interpretaciones en vivo de temas que aún no habían sido grabados y que después formaron parte de “In Utero”.

Kurt Cobain realizó una entrada triunfal al escenario: en silla de ruedas, como una forma de  ironizar sobre su estado de salud, en otra muestra de la ironía que siempre caracterizó al grupo. Cuando la música parte te encandilan con «Breed», tema potente que enciende el lugar inmediatamente. Luego, para seguir esa tónica, la banda toca «Drain You» (la bateria de Grohl es bastante impresionante) y aquel lado B favorito de todo digno fan de Nirvana: “Aneurysm”. Luego, un gran momento a cargo de un tema que hasta el momento no se encontraba editado oficialmente: “All Apologies”. Además de comunicar al público el nacimiento de su hija, Kurt hizo que el mismo público gritara «Te amamos, Courtney». Con algunas variaciones respecto a la versión de «In Utero» (el ritmo decae aún más), resulta igual a la que tocaron en Reading. Sin detenerse, pasan revista a su primer álbum con una interpretación notable de «School».

Posteriormente, anuncian que este histórico concierto cerraría la gira de “Nevermind”, además de anunciar un nuevo lanzamiento para noviembre de ese año (ese lanzamiento seria la recopilación de Lados B de la banda, “Incesticide”). Luego de este anuncio, llega el turno de otra canción pre-Nevermind, «Sliver», mucho menos energética que las canciones anteriores, que no obstante seria con la cual la banda promocionaría “Incesticide”. «In Bloom» es majestuosa, una de sus mejores versiones en vivo (la batería de Dave aún retumba en mis oídos). A continuación, una eterna: «Come as You Are», clásico indiscutible de la banda que no pierde nada de su energía. Luego sigue «Lithium», tema donde la banda se compenetra a la perfección con su público, siendo notorio en el DVD como la gente corea el estribillo con Cobain. Seguimos con la genial y beatlesca «About a Girl», que resulta notable, aunque yo prefiero la versión del Unplugged de dos años después.

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Llegamos a una canción inédita hasta ese momento: «Tourette’s». Llena de  rabia, muy Nirvana: guitarra acelerada y endiabladamente distorsionada, el bajo bastante grave y ruidoso, y la batería siempre en una línea zeppeliana, mezcla de potencia y ritmo. «Polly» es tocada sólo por Kurt sonando muy pop, enmascarada en la distorsión de la guitarra, que al igual que con «About a Girl», sólo se ha revalorizado con su inclusión en el Unplugged. Grohl y Novoselic se lucen con «Lounge Act»,  la que se escucha muy similar al «God Save the Queen» de Sex Pistols, más la dosis de rabia propia de los de Seattle. La banda improvisa el estribillo de «More Than a Feeling», la canción bandera de Boston, cantada por Krist Novoselic (muy desafinado por cierto). El estribillo tiene una similitud con el tema, seguramente, más esperado de esa noche: «Smells Like Teen Spirit». Buscamos en YouTube interpretaciones en vivo de este grito descarnado, pero no hay una versión tan cruda y potente. Los tres se lucen en sus instrumentos, aunque en vez del puente que escuchamos en el disco hay una sesión de ruido de Cobain, que no le quita energía. El despliegue de adrenalina, cortesía de Nirvana, lo continua «On a Plain», otra canción algo pop que también subiría sus bonos con el Unplugged,  aunque esta versión en vivo no pierde nada de fuerza. Seguirían «Negative Creep», canción que hace referencia al odio a uno mismo, y «Been a Son», incluida en “Incesticide”.

Posteriormente siguen «Blew», otra canción pre-Nevermind que resulta más enérgica y fuerte de lo que aparenta en “Bleach”, y «Dumb», otro track muy beatle, que si bien ya la habían tocado en vivo, no estaría en estudio hasta el lanzamiento de “In Utero”, siendo ésta una versión más eléctrica a la que se vería en el «Unplugged». Posteriormente, los riffs muertos de la guitarra y la rápida batería de Dave anticipan «Stay Away», muy similar a «Breed», particularmente por la batería, siendo ésta incluida también en “Nevermind”, destacando precisamente por los riffs de Kurt. Sigue «Spank Thru». En la versión de este concierto suena repetitiva, pero muestra las principales características del sonido Nirvana. Damos paso a “la hora de los covers”.El bajo de Novoselic anuncia «Love Buzz», cover de Shocking Blue, y el primer sencillo lanzado por Nirvana en su historia. Kurt desgarra la guitarra con su distorsión y acoplamiento en escena.

Los siguientes covers son «The Money Will Roll Right In» original de Fang, y «D-7», de Wipers. Destaca particularmente “D-7” debido a su comienzo lento, casi lounge, para de un momento a otro iniciar un estallido de ruido que sólo Nirvana era capaz de realizar. El cierre del concierto lo daría «Territorial Pissings», otra canción energética, marca Nirvana, que en alguna forma sigue la línea de los covers que tocaron antes, sólo que aquí la intensidad del tema aumenta hasta el punto que no se sabe hasta dónde pudiera llegar. Para dar un réquiem apropiado a esta presentación, Kurt se lanza hacia los amplificadores mientras continua haciendo un ruido insoportable con la guitarra (entre ese ruido hace un cover, estilo Hendrix, de «The Star Spangled Banner», todavía más ruidoso!), Krist lanza el bajo al aire sin dejarlo caer, mientras Dave desmantela su batería al mejor estilo de The Who.

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Después de ver entero este show da la impresión de una banda muy cohesionada, sin embargo, no era así. La última vez que habían tocado juntos había sido un mes antes. Esto deja claro que tenían un alto grado de acoplamiento y que la espontaneidad de sus presentaciones eran un valor agregado; las improvisaciones antes de “Smells Like Teen Spirit” y el cierre del show no pueden ser fruto de algo planificado.

Pocos registros en vivo logran captar un momento irrepetible en el tiempo, un instante fundamental para entender la música moderna. Nirvana fue una vorágine basada en virtuosismo, pero también en desgano y dolor, principalmente de un líder que no quería ser reconocido como un guía para tantos “poetas malditos”. El Live at Reading ‘92 simboliza la belleza oscura, la propuesta musical interesante pero mórbida. Un grito de auxilio hacia el nuevo milenio que ya venía.


Macarena Polanco

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