Dark Side Of the Moon: la historia tras el singular «prisma» que ilustra la portada del clásico álbum de Pink Floyd
No hay duda que es uno de los más célebres álbumes de rock de todos los tiempos. Rompedor de récords en Billboard y más de 50 años aclamado por la crítica, nadie puede quedar muy indiferente a su calidad musical y narrativa, pero además, su portada es tan significativa como la historia del álbum y la banda en sí, pero, ¿De dónde salió la idea de este prisma atravesado por rayo hacia un arco iris, a quién se le ocurrió y qué significa?
Hoy en día, ese prisma adorna poleras, retratos, parodias en la cultura popular, construcciones, gigantografías y hasta pasteles se han hecho en su honor. Se ha convertido en un símbolo de la psicodelia, la contracultura y, por supuesto, ha llegado a representar no sólo el álbum de Pink Floyd, sino que también se ha convertido en un logotipo integral de la música.
El logo fue diseñado por el famoso diseñador gráfico Storm Thorgerson, en colaboración con Aubrey Powell para su empresa Hipgnosis y el significado de ese prisma ha sido debatido ampliamente desde el día del lanzamiento del álbum. La propia banda nunca ha querido ahondar en un significado, prefiriendo dejar que los fans especularan entre ellos. El diseño final de la portada que parece ser tan simple, presenta un prisma triangular, con un haz de luz que pasa desde el lado izquierdo, lo que da como resultado un haz de arco iris que sale disparado desde el lado derecho. Con un fondo negro, el prisma también se reflejó en la cubierta posterior, dando el efecto de un haz de luz constante que nunca termina.
Sin embargo, según el libro de Mark Blake Comfortably Numb: The Inside Story of Pink Floyd, la idea inicial del prisma nació de una sesión de una noche de conversaciones y lluvias de ideas entre Thorgerson y Powell. Durante estas sesiones, la pareja se quedaba despierta hasta alrededor de las 4 de la mañana discutiendo ideas creativas, según indicaron «aprovechando al máximo la inquietante mentalidad privada de sueño para pensar en cosas en las que nunca podrían pensar durante el desayuno». Thorgerson recuerda haber visto una fotografía de un prisma con un rayo de luz atravesándolo en un libro de texto de física, y eso hizo que los engranajes mentales se empezaran a mover.
Le mostró la fotografía a Powell, y luego se le presentó la idea a la banda, y la eligieron entre varias otras opciones presentadas (incluso había un diseño con el misterioso personaje de Marvel Silver Surfer).
Se dice que la continuación del diseño en la parte posterior representa la naturaleza cíclica de la vida. El latido del corazón que pasa por la mitad del disco representa un hilo humano que lo atraviesa todo, con emociones y luchas contenidas en este ciclo de vida. Según una entrevista de 2010 con Rolling Stone, Storm Thorgerson se inspiró en el espectáculo de luces que la banda había estado produciendo en sus conciertos en ese momento. Y si bien explica que había escuchado parte del álbum antes de hacer el arte, en realidad no se inspiró directamente en la música mientras hacía el diseño. Pone énfasis en el triángulo como símbolo de pensamiento y ambición, y lo relaciona con los temas filosóficos presentes en las letras de Waters.
Como sentenció Storm, “el prisma ya pertenecía a los Floyd”, y todavía lo hace.