Disco Inmortal: Machine Head – The Blackening (2007)

Disco Inmortal: Machine Head – The Blackening (2007)

Roadrunner Records, 2007

El sexto álbum de Machine Head, The Blackening, publicado en 2007 fue sin dudas un momento importante en la carrera de esta banda. El groove metal rápido y de gran técnica encuentra en este álbum canciones de excelente factura, además de una producción muy bien acabada.

Todo inicia por cuenta de “Clenching The Fists Of Dissent”; un comienzo armonioso, lento y contemplativo que luego de una tensión armónica en las guitarras da paso a rápidos y potentes ejecuciones instrumentales. Una canción de diez minutos que en su medianía baja la velocidad a estrofas tensas; de riffs largos y envolventes. Así, la calidad técnica en guitarras es un aspecto central que pasa a tener sus primeros minutos de protagonismo con el lujoso solo que hacen transitar a la canción a sus últimos cuatro minutos.

Otro paraje que sin dudas destaca mucho es la presencia de “Aesthetics of Hate”, sencillo del álbum que impresiona desde un principio con la rápida ejecución del baterista Dave Mclain. No solo eso, ya que la rabia en la letra y en la actitud del líder, vocalista y guitarrista Robb Flynn hace de este tema un imperdible de este disco. El solo y guitarras a dúo en este tema es otro aspecto que no se puede dejar de mencionar.

Un álbum que desde el punto de vista lírico presenta un discurso totalmente político y con una crítica social muy aguda. Temas como el amor se entrecruza con otros aspectos más complejos como la guerra, el suicidio y las penumbras e inestabilidades emocionales que puede generar el tránsito cotidiano y ansioso en la sociedad moderna.

Todo lo anterior puesto en marcha a través de canciones cargadas de interpretaciones fuertes e intensas. El trabajo protagonista de Rob Flynn le dan una fuerza característica a este álbum sobre todo en su capacidad vocal llena de rabia. Junto a ello, las tonalidades graves en cada canción actúan como cimientos firmes e imperecederos. El trabajo del bajo y el doble bombo en batería le dan una profundidad consistente al trabajo armónico de las guitarras. Estructuras musicales que si bien reparten virtuosismo y agresividad por doquier, la banda no deja escapar oportunidades para crear estrofas de una rica musicalidad y momentos con arpegios o ritmos más contenidos.

El trabajo y calidad puesta en “Now I Lay Thee Down” también brilla por lo mencionado anteriormente. Su abanico rítmico y armónico lo hace un tema atractivo para caracterizar el álbum. Una buena carta de presentación sin dudas.

Sin embargo, uno de los puntos bajos de este álbum es la duración general de las canciones. Justamente “Aesthetics of Hate” y “Now I Lay Thee Down” se disfrutan tanto no solo por su calidad, sino que también por su duración más acotada en comparación al resto del álbum. Esto no quiere decir que el resto de canciones pierden mérito o calidad por este aspecto, pero sin dudas, la duración de las canciones en este álbum es un factor que pesa bastante al momento de disfrutar de esta obra en una sola escucha. Prueba de ello es la parte final del álbum con las últimas tres canciones sobrepasando los nueve minutos de duración cada una. Un desafío para la atención si se pretende contemplar de manera fina todo lo que ocurre.

Aun así y dicho lo anterior, como pieza independiente y de mucha emotividad, la presencia de la canción “Halo” es gravitante. Las características armonías en las guitarras hacen de este tema una obra reconocible y que se hace portador del sonido identitario de la banda junto a su potente letra llena de crítica social.

Otro ejemplo claro de interesante presencia a pesar de sus nueve minutos de duración es el tema “Wolves”. La rapidez y consistencia con la que se tocan los instrumentos hace difícil quedar indiferente en una canción como esta. Con momentos de transición cuya base reconocible son los solos de guitarra muy bien logrados, la atención que deberíamos ponerle a esta canción es una experiencia recomendable dentro del álbum.

The Blackening es una obra pivotal en la carrera de Machine Head. Más allá de la calidad musical en la interpretación de cada una de las canciones, uno de los puntos más altos en este álbum es la producción. Los niveles de volumen, masterización, texturas sonoras y arreglos compositivos en cada obra son detalles que le suben mucho el nivel a las ideas, letras e interpretaciones de los músicos. Aspectos profesionales que dieron como resultado el importante reconocimiento del público y la crítica el año estreno de este disco. Hasta hoy en día es considerado una pieza gravitante en la carrera de Machine Head y en el groove metal como expresión musical.

Cristopher Andrade

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