Disco Inmortal: Public Image Limited (1978)

Disco Inmortal: Public Image Limited (1978)

Virgin Records, 1978

“Si el rock and roll va a destruirme, me aseguraré de que el rock and roll quede destruido conmigo”, apuntó sin tapujos Johnny Rotten (John Lydon) a finales de los 70’. Siguiendo con el mismo estilo iracundo que lo marcó junto a los Sex Pistols, Lydon quería demostrarle al mundo que también sentía miedo, pero que no se quedaría de brazos cruzados viendo como Inglaterra ardía y se disipaba en la desesperanza posterior al punk.

Corría 1978, y en diferentes estudios PIL grababa lo que sería su debut en la industria musical. Para muchos, era mal visto que el ‘Rey del Punk’ buscara nuevos rumbos y sonidos, dejando atrás la crudeza y simpleza que tuvo a la hora de hacer frente a la monarquía del reino Unido y a todos los que pretendían pasar a llevar a aquellos que fueron desplazados y se hundieron en la mierda. “¿Alguna vez se han sentido estafado?”, la frase tan llamativa que tuvo en su última gira con los Pistols hacía presagiar que esta nueva formación le daría la razón a esas palabras. Sin embargo, la situación sería contraria y el golpe para los críticos y los fans más acérrimos del punk sería duro.

Las dudas y la desconfianza que tenía Lydon por esos años eran muy fuertes. Su personalidad estaba cambiando y los miedos se hacían cada vez más recurrentes. ¿Qué sucedió? Comenzó a ser paranoico y creyó que su nombre era investigado y estaba bajo sospecha por todo lo que había realizado junto a sus ex compañeros. La reflexión comenzó a darle coherencia a un proyecto ambicioso y Lydon creyó que este era el camino. ¡Cuánta razón le daría el tiempo al primer larga duración de la banda! Bajo el título de Public Image o también conocido como First Issues, John entraba en una nueva etapa en la cual lo etiquetarían en el post punk. “Theme” es la elegida para abrir el LP y evidenciar todo lo antes expuesto: «Now I understand (ha, ha, ha) / Theme going on and on and on / It’s not the same anymore / No, never, never no / Wish / Wish / Wish I could die» («Ahora entiendo (ja, ja, ja) / Tema que sigue y sigue y sigue / Ya no es lo mismo / No, nunca, nunca no / Deseo / Deseo / Ojalá pudiera morir»). El bajo de Jah Wobble, la distorsión de la guitarra de Keith Levene, más una batería sucia a cargo de Jim Walker esgrimían lo que sería una extraña melodía que nos entrega lo suficientes argumentos para tomarle atención a lo que son más de 9 minutos de deliberación y una suerte de suicidio calculado en los gritos de Lydon “I wish I could Die”.

La dirección experimental de la banda ya estaba en pie y los empujó a realizar declaraciones hacia la adoración y los cultos imperantes. «Do you pray to the Holy Ghost when you suck your host / Do you read who’s dead in the Irish Post / Do you give away the cash you can’t afford / On bended knees and pray to lord» («¿Oras al Espíritu Santo cuando se lo chupas a tu anfitrión / ¿Lees quién está muerto en el Correo irlandés? / ¿Regalas el dinero que no puedes pagar? / Sobre rodillas dobladas y rezar al señor»), reza lo que es Religion 1, una introducción feroz y elocuente de Lydon para seguir con Religion 2, lo que es una muestra de collage y dadaísmo de arremetida contra las autoridades católicas.

“Public Image”, sería el himno de este disco y una canción que sale completamente fuera de lo que son los primeros track. El hit devolvía la esperanza a un disco sombrío y lleno de desolación. La luminancia del sonido de esta pieza, es acompañada por varios descargos hacia lo que fue la relación que tuvo con Malcolm McClaren y la prensa conservadora que siempre que pudo apabulló a los Sex Pistols con portadas y artículos. El sencillo se ubicó entre las primeras diez canciones de los chart del Reino Unido y la portada era sencillamente una vuelta de mano a todos los que lo atacaron.

«The Girls Who Drove Me To Tea» («Las chicas que me llevaron a tomar el té»).

“Annalisa” era una de las mejores esencias de lo que es el garaje rock y la unión con lo que son las fracasos y frustraciones de los jóvenes ingleses. “Fodderstompf” cierra la placa con ritmo bailable al alero de la música disco y lo que nos hace realizar un símil con lo que realizaría a principios de los 80’ el rapero neoyorquino Kurtis Blow. Sí, debemos ser cautos con esta comparación, pero la versión de los Image es más escabrosa y por qué no, reconocerla como una de las mejores expresiones inglesas de lo que fue el rap y el hip hop del siglo XX en los Estados Unidos.

El debut de los ingleses de Public Image Ltd no estuvo exento de polémicas y censuras. Warner Bross intentó comercializar el disco en Norteamérica, pero la industria los esquivó porque su sonido no era lo suficientemente comercial. PIL no se rindió y grabó nuevas pistas del LP, pero el disco no llegó a ser distribuido hasta muchos años después, pues el NO era sin marcha atrás. Este disco dejó la misma sensación a lo que fue “Vertigo” de Alfred Hitchcock: incomprensión para la industria. No obstante, este larga duración junto a lo que fue la obra del “Maestro del suspenso” nos evidencia la ignorancia que tuvo tanto críticos como los sellos para no darle cabida a dos obras que con el paso del tiempo serían reconocidas mundialmente. La elocuencia en cada canción que completan casi 40 minutos, penetra con lo sombrío y la vitalidad, en una mescolanza de alaridos y sonidos bien sostenidos por un grupo de amigos que en algún momento pensaron que no había futuro (“no future”).

Por Bastián Cifuentes

 

Nacion Rock

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