El fuego artífice del furioso «Never Mind the Bollocks» de los Sex Pistols en el nuevo libro de Marcos Gendre

El fuego artífice del furioso «Never Mind the Bollocks» de los Sex Pistols en el nuevo libro  de Marcos Gendre

En el vibrante caos de los años 70, en el centro de una revolución musical que sacudió a todo el mundo, surgió una banda que desafió las normas, quebró las convenciones e inició un incendio que nunca dejaría de arder. Mucho se ha hablado de la historia y vida de los pioneros del punk, y éste libro del autor que ha revisitado las escenas de Manchester, del garage punk y post punk anteriormente –Marcos Gendre- con «Never Mind The Bollocks: los Sex Pistols están aquí, no es la excepción, pues nos transporta al epicentro de la tormenta, narrando con pasión y crudeza la historia no solo de una banda, sino que una que reescribió las reglas del rock and roll.

Publicado por Santiago Ander, el texto, nos ofrece una crónica detallada de la carrera de los Sex Pistols, desde sus humildes comienzos en los barrios obreros, sus anécdotas entre basura, cerveza y revolución, hasta su meteórica ascensión y eventual colapso. Está repleto de vivencias, entrevistas y material de archivo que proporcionan una visión completa de la banda, sus miembros y el contexto social y político en el que surgieron.

En el apartado de «Anarchy in the U.K. » las páginas nos van contando como Los Pistols revelan su esencia rebelde y un rechazo visceral hacia el orden. Johnny Rotten, con su entrega explosiva y su actitud desafiante, guía al grupo para quebrantar las reglas y expone una visión honesta de la realidad. La producción magistral de Chris Thomas, en conjunto con la dirección artística de Jamie Reid, captura el punk en su forma más pura, con una brusquedad intransigente para la época de Vivienne Westwood y alfileres de gancho.

A través de testimonios íntimos, y una prosa irreverente, el autor expone la forma en que cada pista del disco es una declaración en sí misma, un manifiesto de guerra contra la monarquía británica, donde se  encapsula con maestría el vacío existencial que persigue a una sociedad consumista. La agresividad y sinceridad musical transforman cada canción en una pieza esencial del rompecabezas de la rebelión cultural.

«Never Mind the Bollocks» no es una colección de tracks, es historia, y sigue resonando con intensidad desde los setenta. Los Sex Pistols han dejado una marca indeleble fundando los cimientos del punk rock, por ello, sumergirse en esta tinta logra que al terminar sus capítulos valoremos este álbum como una obra imprescindible, pues el impacto del movimiento fue un testimonio vibrante de la subversión artística, el legado innegablemente influyente es una implacable llamada a la rebelión.

El libro de Gendre nos presenta un tour por su brevísima carrera, donde nos narra los acontecimientos que tuvieron lugar entre el verano y el otoño de 1976, capturando los momentos que dejaron una gran expectación entre el público, que los recibió con mezcla de entusiasmo e indignación, a pesar de la censura impuesta por los medios de comunicación británicos. «God Save the Queen» vendió doscientas mil copias en cuestión de días, y se convirtieron en una banda emblemática, tanto por su apariencia como por su actitud. En una década dominada por el rock progresivo pretencioso, ofrecieron una conexión y una vía de escape para una nueva generación urbana y empobrecida que se sentía distante de la música de la época. Ellos querían una erupción, Rotten expresaba que no contaban con la fuerza suficiente para manejar la popularidad con la que sabía contaban desde el bombazo que originaron.

«Me pasaba el día encerrado ahí – en el estudio- jodido del todo, esperando con horror a que me llamaran, y, con toda esa energía y adrenalina y temor, simplemente estallaba. Lo máximo que podía aguantar eran cuatro tomas seguidas, y entonces ya me había quedado ronco.» –Johnny Rotten

Uno de los puntos fuertes de esta lectura, es cómo captura la atmósfera de ese ese tiempo. La escena punk de los 70, con su actitud nihilista y su rechazo a los estatutos, es retratada con agudeza. El autor también examina el papel de Malcolm McLaren, el manager que ayudó a moldear la imagen de los Sex Pistols y su lugar en el escenario musical.

God Save The Queen: un nuevo inicio

Jamie Reid, diseñador y amigo de McLaren no podía dejar de estar presente en esta narración,  pues creó las portadas y carteles promocionales de los discos. Una de sus obras más controvertidas fue la imagen de la bandera británica rasgada alrededor del retrato oficial de la reina, decorada con imperdibles y esvásticas sobre los ojos, una provocación que resultó excesiva para la sociedad inglesa que es conocida por su lealtad a la corona.

Uno de los momentos de más intensidad, fue donde se nos cuenta lo sucedido en el jubileo del 7 de junio, y aunque no pudieron llevar a cabo su mítica presentación en el barco de Queen Elizabeth, el histórico momento terminó siendo una bien pensada intervención política para la identidad británica, al punto en que en 1977 los Sex pistols eran noticia en todos lados, mediáticas y siempre críticas, controversial, pero lo suficiente para que Virgin Records que se alimentaba de las guitarras del rock progresivo les diera una oportunidad como un modo de adaptarse a las nuevas tendencias, en lo que más tarde se revelaría como  un disco que plasmó el amor anti-sistema en el teatro de las sombras y los ecos de un Londres desgarrado por la frustración y la desilusión.

“En pretty vacant los Sex Pistols reclamaban el derecho a no trabajar,  y el derecho a ignorar todos los valores que eso implicaba: perseverancia, ambición, piedad, frugalidad, honestidad y esperanza, el pasado que Dios había inventado para que pagáramos por él, el futuro que había de construirse por medio del trabajo” -Greil Marcus

 

“Yo estaba muy dolido por eso. John y yo éramos como la tiza y el queso, así que me fui. Le di la mano a Malcolm, y luego, un día más tarde envió un telegrama a NME diciendo que me habían despedido porque me gustaban los beatles, algo que él nunca tuvo el valor para decirme a la cara. Dos semanas más tarde, me dijo “La cosa no está funcionando con Sid ¡Vuelve!» –Glen Matlock

En el epílogo de esta obra monumental, nos enfrentamos a la magnitud del legado de los chicos británicos rebeldes y anarquistas, cada párrafo desborda nuestras almas y las compone de las ruidosas y graves notas de ese disco de portada amarilla que todos amamos. Este libro, de verdades crudas, nos invita a un contexto musical, desafiándonos a experimentar el desenfreno.

María Ignacia Cornejo

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