Festival Thrash Old True: pura furia y velocidad

Festival Thrash Old True: pura furia y velocidad

Ni el calor ni el día dominical fueron excusa para detener a los asistentes del Festival Thrash Old True llevado a cabo por The Fanlab y Chargola, que reunió a lo mejor de los exponentes nacionales del género y trajo a los pioneros de la bahía de San Francisco, California: Exodus. El teatro Caupolicán estuvo sin descansar durante toda la jornada, mostrando que los sonidos veloces y las guitarras afiladas cargadas de palm mute siguen tan vigentes como desde sus inicios hace más de 40 años.

Cabrío, La banda liderada por el histórico Andrés “Cabrío” Marchant – ex Necrosis y Kingdom of Hate – dio inicio a la programación motivando inmediatamente al público a iniciar los mosh pit y a saltar sin parar mientras sonaban los acordes de las canciones, quienes identificaron inmediatamente a una de las figuras más importantes en consolidar durante finales de los 80 el movimiento de thrash metal nacional. Sin duda su nuevo single Fall and Pray fue muy bien acogido.

Posteriormente sale a escena Slavery, otro indispensable de la parrilla local que vino a compartir su renovada propuesta y la revisión de sus clásicos tras 25 años de trayectoria. La nueva formación del grupo logra transmitir nuevas energías, siendo el baterista fundador Jimmy Ponce pieza clave en cohesionar a esta resurgente agrupación. Hidden Behind es la pieza de la noche.

Criminal tiene un lugar especial en el oído del público por el arduo trabajo que su lider Anton Reisenegger ha realizado no solo en sus trabajos musicales – como lo es el influyente Pentagram Chile – sino que también en difundir y participar en la escena local e internacional. Los clásicos Cancer, Slave Master, Hijos de la Miseria y New Disorder fueron coreados por el público sin detener en ningún momento la característica energía que atravesó toda la noche de metal extremo.

Finalmente, Exodus aparece para consolidar una presentación que recorrió tanto lo nuevo como lo más antiguo de una discografía que por sí misma ya posee la identidad suficiente para ser un paradero obligatorio entre los amantes de la música heavy. Utilizando el clásico de Queen We Will rock You para abrir el show, parten inmediatamente veloces con The beating Will Continue (Until Morale Improves) de su último disco Persona Non Grata, incentivando a su fanaticada a reventar el teatro con toda la energía contenida posible.

Canción tras canción el público no se detenía a descansar, sobre todo ya iniciada la tanda final del espectáculo que revisó gran cantidad de piezas de su disco debut Bonded by Blood, donde la misma, Piranha, And Then There Were None, Metal Command, a lesson in Violence y Strike of the Beast no tuvieron piedad alguna en exigir lo máximo a los oyentes. Sus piezas intermedias como Deathamphetamine y la final War is my shepherd fueron completamente reconocidas por el satisfecho público, canciones que desde inicios del 2000 tomaron una estética sonora más moderna y pulida, con la que su disco inicial fue nuevamente regrabado en Let There be Blood.

El carismático Gary Holt interactuó constantemente con los asistentes, en el primer intermedio el guitarrista Lee Altus subió a un niño a probar una de sus guitarras, y el vocalista Steve Souza no tuvo reparo alguno en señalar que el público chileno es el mejor del mundo. Se despiden mientras suena We Are The Champions, pues no cabe duda que todas las personas gratas participantes lo dieron todo.

Rodolfo Galleguillos

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