Festivales masivos en Chile: ¿Somos musicalmente educados?

Festivales masivos en Chile: ¿Somos musicalmente educados?

A raíz de la polémica que se generó en Brasil por los dimes y diretes del señor Perry Farrell -que al parecer todo indica que fue tergiversado por el periodista del periódico Folha de Sao Paulo en su reciente pasada por aquel país- al decir que «Brasil no era un país educado musicalmente», nos queremos hacer la pregunta nosotros o hacérsela a ustedes más bien: ¿Qué tan preparados estamos nosotros para afrontar un festival de las características de Maquinaria, Lollapalooza o más aún algún otro que quiera instaurar bases en nuestro país?

De alguna forma eso ya lo hemos podido ir testeando dentro de estos últimos años en que ya llevamos dos festivales Maquinaria y un Lollapalooza , con otro muy próximo a repetirse.

Acá hay dos frentes para analizar: el primero es el comportamiento como organización de las productoras, que es lo que más replicaba  Farrel con respecto a Brasil, porque aunque se haya malinterpretado de todas maneras que le tiró sus buenos «palos» a la productora que está organizando el evento al decir que «creo trabajar con la gente correcta, ustedes venden un montón de tickets para partidos de fútbol», osea , el fútbol en Brasil es prácticamente una religión y hacer ese nivel comparativo es casi burdo.

Si nos fijamos bien en esta última versión de Maquinaria en Chile se copiaron buenos ejemplos de Lollapalooza, se aumentaron en buena cantidad los baños, se implementó el sistema de tickets para el abastecimiento alimenticio y se instauró un sector VIP también en esta oportunidad,  lo cual al parecer no funcionó mucho debido al sobreconsumo de alcohol de parte de varios en aquel sector, causando bastante molestia para una gran mayoría.

Curiosamente eso se vio más dentro que fuera del VIP. Una gran parte de lo de estar a la altura creo que se arraiga en asistir a este tipo de shows y saber que lo que vas a ver es música. Grupos que quizá no volvamos a ver más en nuestras vidas.

Entonces la pregunta es ¿Es necesario emborracharse hasta las patas? ¿cuál es el fin? Digamos que la idea primordial es disfrutar del evento del cual pagamos una suma considerable, para emborracharse ya habrán otros momentos. Por lo demás recordemos que en un espacio común donde hay aglomeraciones , empujones en las presentaciones de los artistas más masivos, lo menos que nos gustaría es encontrarnos con gente ebria que no respeta y «abusa de su estado», porque así fue en varias pasadas.

Lo de Lollapalooza en abril fue digno de destacar, pese a que era la primera vez que se realizaba la organización cumplió casi en redondo. La cantidad de personal con bolsas de basura siempre cerca se agradeció bastante, se regalaron bebidas, cosa inédita en eventos masivos y también los accesos a baños fueron más expeditos. La única falla fue en los accesos a los shows de las carpas o escenarios chicos que en los casos de Devendra Banhart o Catpower fueron una locura. De alguna forma también es recomendable predecir la demanda de los fans por el grupo para evitar estos caos, lo cual es difícil pero no imposible.

El otro punto es la segmentación de público en Chile con respecto a determinados artistas. Está claro que el crew del metal es más difícil, pasó con Megadeth en Maquinaria y ha pasado con Morbid Angel o Motörhead donde lisa y llanamente ni se respetaron los accesos principales y se «coló» mucha gente.

El Lollapalooza que se viene el próximo año tiene artistas de carácter pop e indie en su gran mayoría, el público es otro, por eso es más fácil de controlar este tipo de situaciones. Por lo mismo es casi chistoso que la bancada de los metaleros o mas fieles del rock alternativo noventero se queje tanto por el line up de este festival. Lollapalooza NO es para ustedes. Para eso está Maquinaria, por mencionar lo más cercano. Muchos pecamos de ignorantes a veces por no hacer el ejercicio de conocer a estas bandas que vienen. Yo por lo menos me he encontrado con gratas sorpresas con bandas que circundan por los circuitos de Lollapalooza. No dejemos que la ignorancia nos haga ver como idiotas o como dicen por ahí: ante la duda absténgase.

Hay razones quizá en que grandes festivales que podrían instaurarse en Chile no tengan cabida , lo cual es bastante penoso. Es el caso del Open Air que se realizará próximamente en Brasil u otros como Wacken o Sonisphere, que su núcleo de artistas es del orden del metal en su gran envergadura.

¿Estaremos entonces preparados para algo como eso? En mi caso sería increíble ver bandas como Slipknot, Opeth, Motörhead o los mismos Big Four todos en un mismo evento. Pero al parecer nos falta para que de verdad resulte, tanto logísticamente como a nivel de comportamiento masivo. Triste pero cierto.

Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *