Horsegirl: Versions Of Modern Performance (2022)

Matador Records, 2022

Nora Cheng, Penelope Lowenstein y Gigi Reece formaron Horsegirl en la secundaria, luego de conocerse en un programa de arte y música juvenil, a finales de 2018. Rápidamente surgió un vínculo entre ellas, que no sólo traspasó la órbita musical, sino que también originó una tremenda amistad que las mantiene unidas desde ese entonces. Ellas comparten, se comprenden, se conocen, se escuchan, se contienen emocionalmente y además de ello, componen música juntas: todo un ejemplo de sororidad, respeto, diálogo, amor y una maravillosa conexión que ya es parte de su esencia y que además les ha dado grandes frutos desde los inicios de su incipiente (y no por ello menos interesante) carrera musical. Antes de graduarse de la secundaria, su EP debut de 2020 ‘Ballroom Dance Scene’ ya rotaba en emisoras radiales dedicadas a la difusión de música independiente. Un gran logro que daría paso, casi de inmediato, a un proyecto a mayor escala: un contrato con Matador Records para dar vida, por medio de una certera descarga eléctrica, a Versions Of Modern Performance, primer LP de estudio de este joven trío de músicas de Chicago, Illinois.

Dotado de 12 pistas en total, el disco abre con ‘Anti-glory’; una ola que baña a los auditores de ritmo y esencia post punk, donde un bajo eléctrico, jadeante y melódico, se une a guitarras agudas y distorsionadas para crear atmósferas disímiles (que por momentos parecieran rescatar lo que alguna vez hizo The Organ a principios de los 2000’s). La tónica de Horsegirl es agregar un toque de inexpresión en las voces principales (Cheng) y contrarrestarlas con melodiosas voces secundarias (Lowenstein) así, los sonidos se entremezclan, surgiendo diversas atmósferas, microclimas y dinámicas. Por su parte ‘Beautiful Song’ y ‘Live and Ski’, son muestra del amor por los efectos de guitarra, brillantes y disonantes. ‘Bog Bog 1’, de muy corta duración, es casi una pequeña oda a una de las más notables bandas del sonido shoegaze; los irlandeses My Bloody Valentine.

Una serie de influencias musicales recorre el disco desde The Breeders en ‘Dirtbag Transformation (Still Dirty)’, los mismos Joy Division en ‘The Fall of Horsegirl’ (de sonoridad más oscura y algo más densa), e incluso Sonic Youth en la experimental y suave ‘Electrolocation 2’, o las más energéticas ‘Option 8’, y ‘World of Pots and Pans’, en las que se entrelazan con atmósferas del submundo noise rock. ‘The Guitar is Dead’, un breve track de escasos segundos, retrata la hermosura de lo efímero, mientras que ‘Homage to Birdnoculars’ y ‘Billy’, se encargan de cerrar el álbum con alta intensidad sonora.

A pesar de que sus mismas integrantes han señalado en entrevistas, que la banda inicialmente se formó gracias a que compartían similares gustos musicales (como, por ejemplo, su fanatismo por Sonic Youth) existe en su sonido, características particulares que las distinguen de sus principales influencias. Con Versions Of Modern Performance, Horsegirl presenta material para que exploremos con detención, ya que de manera muy inteligente estas tres chicas logran abrir un portal que conecta con los años 80’s, 90’s y 2000’s. Tres décadas de inquietantes sonoridades, acopiadas por tres mujeres jóvenes, talentosas y capaces de crear música con plena consciencia de que tienen toda la libertad del mundo para ello. Horsegirl se abre espacio y si para ello deben experimentar una y otra vez o dejarse influenciar por elementos de otras agrupaciones, para transformarlos y absorberlos, es totalmente válido. Es parte del camino, que para ellas se presenta despejado y muy prometedor.