Los conciertos de culto en Chile de los cuatro grandes de la generación nu metal que regresan

Los conciertos de culto en Chile de los cuatro grandes de la generación nu metal que regresan

El regreso de los cuatro gigantes de la generación nu metal a Chile promete ser espectacular y reconfirmar algo más: una actitud, un estado, un culto. El que estos cuatro nombres sigan activos con música nueva y shows en vivo, da cuenta de la perseverancia de sus fundadores a través del tiempo, para bandas que lideraron un movimiento y que ya promedian los 25-30 años de vida. Junto con ello nos trae una oleada de recuerdos, intensidad y nostalgia de sus anteriores pasos por estos lados. Korn, Linkin Park, Limp Bizkit y Deftones marcaron distintas épocas con conciertos que hoy viven en la memoria colectiva del público chileno. Es por eso que hoy quisimos elegir uno de cada uno de distintos años, aunque para algunos seguro no será solo uno el de culto. Algunas se han despachado ya varios muy recordados. 

Korn desató el caos en el Chimkowe en 2013 con el retorno de Head y un sonido que recuperaba la oscuridad de sus primeros años. Linkin Park, en su última visita, dejó una huella imborrable con la última vez de Chester Bennington al frente (a solo dos meses de la brutal tragedia). Limp Bizkit debutó con un despliegue de energía pura en el Movistar Arena en 2011, con Fred Durst y Wes Borland recordando por qué su mezcla de actitud y humor sigue siendo irresistible y se mantiene intacta. Y Deftones, en su mítico debut con “White Pony”, trajeron al formato en vivo el manifiesto de que el metal podía convivir con nuevos sonidos, atmósfera, brutalidad y cercanía, en una noche de las más épicas y recordadas (y donde el público chileno aún arrastraba las costumbres extrañas de antaño). Hoy, esas mismas bandas regresan con shows espectaculares que prometen revivir la historia —y encender de nuevo— la pasión de toda una generación.

 

La cuarta presentación de Korn en nuestro país estuvo marcada por dos cosas: primero, la vuelta de Head a la banda, y con ello, un regreso a su sonido más clásico y pesado, luego de haber experimentado en el dubstep de la mano de Skrillex. En segundo lugar, el recinto. El gimnasio Chimkowe de Peñalolén recibió a los fanáticos, que estuvieron ante una de las mejores y más recordadas presentaciones de Korn, con un Jonathan Davis que dejó todo sobre un escenario poco habituado a recibir mega bandas. Con una escenografía que consistía básicamente en una jaula con algunos afortunados fans en su interior, un repleto Chimkowe saltó y gritó como pocas veces se debe haber visto.

 

Este concierto tiene más de agraz que de dulce. La segunda y última presentación de Linkin Park es bastante recordada, aunque no por los mejores motivos. Con un sonido mucho más electrónico, sintético y alternativo, se suma al hecho de que incluso los clásicos del 2000 fueron matizados y actualizados a su nuevo sonido. A todo lo anterior, se suma la tragedia. A solo tres meses después del concierto, el mundo se despertó con la trágica noticia del fallecimiento por suicidio del queridísimo vocalista y alma de Linkin Park. Quizás no sea el más recordado por su setlist, pero definitivamente lo será, por ser la última huella de Chester Bennington en nuestro país.

 

El esperado debut de Limp Bizkit en Chile (Movistar Arena, 2011) mezcló caos y nostalgia: unas 6 mil personas vivieron un show explosivo, marcado por la energía de Fred Durst, sus improperios y carisma, y la fuerza visual de Wes Borland. Con un sonido algo saturado pero lleno de clásicos —de “My Generation” a “Break Stuff”—, la banda entregó una noche intensa, divertida y feroz, que confirmó el cariño chileno por el nu metal. es curioso (ya notable) que hoy en día los shows de limp bizkit se sostengan sobre la misma base. como si nada hubiese cambiado y los años no pasaran por encima.

Con “White Pony” recién estrenado, la banda californiana ofreció un show intenso y demoledor, respaldado por teloneros nacionales como 2X y Rekiem y por un público fervoroso. Aunque la noche terminó abruptamente tras incidentes en las primeras filas ( y aun en plena era del “ritual de los escupitajos”), canciones como “My Own Summer”, “Digital Bath” y “Korea” y covers a Weezer o Slayer dejaron claro que Deftones ya trascendía los límites del género nu metal del cual se querían salir a toda costa, combinando brutalidad y sutileza con una fuerza inolvidable.

 

Nacion Rock

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