Metric en Chile: Abanico de éxitos en un íntimo Coliseo
Metric deleitó a su fanaticada chilena este 27 de noviembre. La cita en el Teatro Coliseo estuvo marcada por un recorrido generoso a los éxitos de la banda.
Fotos: Mario Miranda
Los canadienses también aprovecharon la instancia para interpretar singles de sus más recientes trabajos; “Formentera” (2022) & “Formentera II” (2023). Temas como “Doomscroller”, “False Dicothomy” y “Just The Once” fueron parte de un setlist que encantó.
Emily Haines y compañía saldan una deuda de 20 años con el país. Número que coincide con el vigésimo aniversario del primer álbum de la banda; “Old World Undergound, Where Are You Now?” (2003). El show fue especial para fanáticos y músicos por igual.
A las 21.30 la banda se apodera del escenario con “Cascades” para romper el hielo de entrada y hacer bailar al público. Y sin perder segundos el tempo acompasado siguió con la oscura “Doomscroller”, un rave rockeado que se ha transformado en un hit por sus transiciones armónicas y que es de lo mejor escrito en el repertorio reciente de la banda.
“Gold Guns Girls” niveló una acústica ambiente que en un principio sufrió de ecos. Le siguieron “Dark Saturday” y «False Dicothomy”. Canciones que fluyeron en una banda que se siente firme y compacta. Las guitarras sencillas y atmosféricas de James Shaw acompañan a una batería y bajo que marchan sin parar. Un sonido profundo y de graves nítidos; todo coronado por la voz de la carismática Emily Haines.
Feliz e inquieta Emily Haines hizo suyo el escenario y supo cantar con inteligencia en todo el show; guardando energías para saber cuándo explotar con la potencia necesaria. Como voz y alma de Metric; Haines tuvo una gran conexión con su público, tanto que logró emocionarse hacia el ocaso del concierto con “Breathing Underwater”. La complicidad con el público le hicieron soltar una lágrima.
La interpretación del éxito “Gimme Sympathy” fue uno de los puntos altos de la noche. Un público ya desinhibido y entregados a una banda que supo moverse arriba del escenario.
Otro gran momento fue “Synthetica”; canción de pulso acelerado donde los sintetizadores envuelven el lugar. El Coliseo bailaba y el juego de luces blancas destellantes hacía lucir al lugar como una discotheque. Gran momento seguido de “What Feels Like Eternity” donde Haines se cuelga una guitarra y guía como una rockstar a sus compañeros de banda.
Un pequeño momento acústico relajó un concierto que fue inundado de hits hasta la interpretación de “Help I’m Alive”. Guitarra acústica que dio paso a la querida “Combat Baby”, uno de los primeros éxitos de la banda; canción que se siente de otra época al ser más rockera y sin tanto sintetizador de por medio y que por lo mismo ha sido hasta hoy el hit por excelencia de la banda.
Público extasiado y músicos agradecidos. Eran las 22.40 cuando la banda procedió a su interludio. Pausa breve que fue interrumpida por la abrumadora interpretación de “Black Sheep”. Canción conocida por ser parte de la banda sonora de la película Scott Pillgrim vs the World. Éxito totalmente coreado en sus tres minutos de duración.
Metric deja una huella positiva en el país. La primera vez de los canadienses en Chile será memorable por lo íntimo de la ocasión en un Teatro Coliseo que acompañó cada canción de manera entusiasta; tanto con canciones nuevas como los clásicos que los hicieron despegar. Un show sólido con un set list potente que recorrió de gran forma la carrera de la banda. La satisfacción visible en el rostro de los fans son evidencia suficiente de un suceso memorable. Metric por fin nos hizo bailar. Es de esperar que no pase mucho tiempo para que vuelvan a visitar tierras sudamericanas.