Moby y la retrospectiva de sus años del suceso de «Play»: «¡Los mejores para salir de fiesta fueron Pantera y Bono de U2!»
Moby ha hablado con NME sobre su nuevo álbum ‘Always Centered At Night’, su trabajo con el fallecido poeta Benjamin Zephaniah y la celebración del 25 aniversario de su aclamado álbum ‘Play’. Justamente en este contexto es en el que el músico habla de ese momento de fama y gloria que prácticamente le llegó de la noche a la mañana, y que lo vio envuelto en un sinfín de fiestas y desenfreno, algo que casi lo llevó al borde, literalmente hablando, como expuso en su propio documental autobiográfico del mismo nombre.
“Con cierto grado de vergüenza, me encontré obsesionado y amando el aspecto de la fama» dice. «Al crecer viendo a Fugazi, pensé que te estabas vendiendo si cobrabas más de $5 por un espectáculo y de repente, estoy en el escenario frente a 10,000 personas, yendo a fiestas elegantes y consumiendo toneladas de drogas. Me alegro de que aquello me masticara y me escupiera, pero no me matara, y de que no terminara como uno de esos músicos que han sido enormemente famosos durante tanto tiempo que han perdido el sentido fuera de la fama»
Disco Inmortal: Moby – Play (1999)
Con respecto a los 25 años que cumple «Play!», el álbum que dejó canciones icónicas como «Porcelain», «Bodyrock», «Why Does My Heart Feel So Bad?» y más, comentó de aquella vertiginosa etapa de parrandas sin fin:
“¡Durante ese tiempo, me emborraché y me drogué con todos! Creo que los mejores fueron Pantera y Bono [líder de U2]. Pasé un par de noches estupendas en Texas con Pantera. Intenté tocar una versión de una canción de Pantera con ellos entre el público. ¡La destruí! Bono era un tipo maravilloso con quien beber. Es generoso, amable y divertido. En 2002, estaba tratando de comprar un apartamento elegante y Bono escribió mi carta de solicitud para la junta cooperativa. ¡No bromeo!»
Con respecto al abrumador éxito del álbum confiesa: “Así que el éxito de ‘Play’ fue inesperado. Lo hice en mi habitación con equipo barato en una época en la que los discos más exitosos se hacían en grandes estudios con presupuestos millonarios. No había nada que augurara el éxito que tuvo”.