Este pasado fin de semana estuvo de aniversario y lo estuvimos conmemorando en nuestro sitio.…
Notas de dolor: Viaje al corazón de Linkin Park con Meteora
Warner Bros. Records, 2003
Revivir el año 2003 parece ser un ejercicio casi utópico. Siendo realistas, son 18 años de distancia en los cuales la vida nos cambió, así también las personas cambian, los círculos y las emociones. Es por esto que pensar en un disco con 18 años de trayectoria, nos invita a caminar por los sigilosos caminos que alguna vez transitamos desde lo emotivo, donde sucumbimos a situaciones contextuales que hoy nos parecen lejanas, y nos arrodillamos ante voces vívidas que hoy parecen distópicas resonancias.
Hablar hoy de Meteora, implica realizar un ejercicio más introspectivo que técnico; casi como una absorta revisión armoniosa de sonidos que representan a una era, la era dorada del numetal. Bajo esta línea, es que resulta imperativo afirmar que Linkin Park es -y será- la voz de la generación del 2000, es decir, la voz de una generación marcada por los cambios propios del nuevo milenio, pero también es la voz de una generación que desmitifica y desestigmatiza la emocionalidad como sinónimo de debilidad, lo que invita a interiorizar este discurso como verdadera bandera de guerra.
Este viaje comienza con Foreword, un interludio que utiliza tonalidades sonoras cotidianas que finalizan con un quiebre que da inicio a la experiencia armónica de Meteora. Ante este prospecto, es que Don’t Stay se transforma en la verdadera carta de presentación de este disco, track en el que el protagonismo está en manos de Chester Bennington, demostrando la versatilidad de la potencia de su registro vocal.
Continuamos con Somewhere I Belong, track que de alguna manera nos remonta a espacios de tránsito personal; algo así como una especie de soundtrack de un complejos recuerdos, dolores, culpas y remordimientos. Dolores personales que desde lo hermético, pasan a ser colectivos. A casi dos décadas de este estreno, llega a ser casi insultante que este track fuese parte de diversas teleseries de bajo presupuesto, casi como una caricaturización de una generación, de pensamientos, vivencias, experiencias de dolor y desasosiego. Una ironía de mal gusto y de poca monta.
Lying From You aparece como uno de los puntos más altos del disco, con potentes beats que sumados a la voz de Mike Shinoda, nos llevan a lo más clásico de Wu Tang Clan, Cypress Hill o Method Man –por nombrar algunos-. No obstante, es en este track, donde la potente voz de Beninngton arremete con un hermoso punto de quiebre en un track que comienza siendo el rap más puro y duro, demostrando que la dialéctica de Linkin Park es la contracción de dos fuerzas vocales magistrales.
Quinta parada: Hit The Floor. Probablemente sea uno de los títulos más frecuentes de la escena, utilizado desde Bullet For My Valentine hasta Snoop -Doggy- Dog. Sin embargo, la propuesta de la banda estadounidense nos acerca un track más pegajoso, un tema que apunta a ser un hit radial de fácil escucha, pero que si lo extrapolamos a Easier To Run, es evidente que la experiencia melódica de Meteora también implica reconocer la contrarespuesta de sensaciones y emotividades visceralmente opuestas.
Seguimos con Faint, ¿Qué podemos decir de Faint, si a este punto todo se ha dicho?… A casi dos décadas de su estreno, ¿Qué podemos agregar para definir a Faint?… La verdad, es que pese a las diversas críticas y análisis escritas de este track, siempre queda al debe la variable sensorial y rememorativa. A este punto, es preciso resignificar este tema y llevarlo al espacio colectivo, a ese espacio de recuerdo de tantas adolescencias y juventudes que en plazas, colegios, liceos se compartían canciones vía infrarrojo o bluetooth; o muchas, muches, muchos quienes descargamos el track en ares -y luego de diez virus, cinco troyanos y dos videos de…- logramos incorporar este tema al mp3 para escucharlo mientras enfrentábamos esas desoladas -pero sencillas- mañanas camino al colegio. Describir hoy a Faint, es definir la diversidad de experiencias, trayectos y complejidades de todas, todes y todos quienes, desde nuestra propia diversidad contextual, le dimos sonoridad y rudeza a ese tiempo y espacio. Hoy hablar de Faint implica reconocernos y hacer catarsis colectiva; y eso va más allá de la analítica técnica snoobista.
Figure.09, probablemente sea uno de los tracks menos recordados de la era Meteora de Linkin Park, sin embargo, es preciso recalcar que a nivel narrativo es uno de los temas que se destaca por la crudeza de sus palabras, el direccionamiento de la oratoria, pero también de la desolación el “eros” de la animadversión.
Entramos a la tripleta Breaking The Habit, From The Inside y Nobody’s Listening, lo que desde una óptica discursiva, parece ser la definitoria -sin tapujos. de las diversas variables que componen el desarrollo de la sensitiva de soledad. Breaking the Habit apuesta por desarrollar el macroconcepto de que el Hábitat -cómo contexto social-, genera diversas expresiones de rechazo a estructuras que no responden a lo que se espera de las, les, los sujetos; no obstante, cuando estas estructuras desestabilizan a este establishment, la represión social se evidencia en las diversas expresiones de violencia, rechazo y aislamiento, siendo esta aproximación reflexiva, una de las variables que se desarrolla para comprender la soledad.
Por su parte, From The Inside construye esa variable de soledad que emerge desde lo reflexivo, una evidencia concreta del quiebre de las confianzas cuando el rechazo que emerge del establishment es sinónimo de la comodidad de lo “políticamente correcto”. From the inside, es un tema que pese a ser una carta introspectiva sobre la comodidad de la heterogeneidad en la “sociedad de la aversión”, se articulan de manera certera conceptos como la desconfianza y el dolor, casi como una relación secuencial, un reflejo de la causa y efecto en código Linkin Park.
En Nobody’s Listening parte de la preconcepción de la desconfianza y el rechazo; y es en este marco en que este track se transforma en el himno de todas, todes y todos quienes nos hemos sentido profundamente ignorados, minimizados e invisibilizados. Nobody’s Listening es una carta abierta -de identificación transversal- acerca del dolor que se manifiesta hacia quienes han sido brutalmente silenciados y repudiados.
Es por esta razón es que la tripleta de canciones recientemente mencionadas expone las diversas variantes en las que se puede experimentar la soledad, puesto que toda esta propuesta experiencial subyace de la emoción contenida en la narrativa de la verbalización del dolor, lo que funciona como verdadera catarsis personal para Chester Bennington, pero que también es una catarsis personal para quienes escuchen y canten estas canciones desde las entrañas, porque la catarsis -como experiencia personal y colectiva- también es una resistencia al establishment.
Entrados en los últimos minutos de un clásico disco de la banda Norteamericana, es que desde Sessions, un tema en el que la introducción parece ser la apuesta más experimental e instrumental de Meteora, llegamos a Numb, otro de los clásicos mas importantes de la banda. Canción que lejos de ser la carta de despedida de este disco, es -concretamente- el carácter sonoro y armónico de la agrupación.
Este decimotercer track es uno de los más complejos a nivel técnico, esto debido a que apuesta por la estructuración de dos ambientes sonoros que transforman a este tema en un melisma de inicio a fin. En términos técnicos, Numb es una canción perfectamente elegida para ser un hit. No obstante, a casi 20 años de su lanzamiento, es un tema que hoy se construye desde lo personal, lleno de historias y experiencias, tardes de música en youtube en los incipientes 2000, o días de profunda rabia e impotencia, pero que sin duda, desmitificaron que la rudeza y la sensibilidad no son conceptos opuestos.
Evidentemente la figura de Chester Bennington en este disco es potente en lo musical, pero también frágil en lo emotivo. Ante esto, es que en la ecuación “Bennington + Shinoda” articula de manera elocuente al rap y el rock, casi como dos piezas opuestas pero brutalmente complementarias. Sumado a lo anterior, a la ecuación de las dos voces célebres del numetal, destaca Brad Delson, quién se atrevió a re-construir el tecnicismo de la versatilidad del numetal en profesionalismo puro y duro. Cada riff, cada solo e incluso, cada nota, está perfectamente pensada en la abstracción melódica de cada tema, posicionando a la guitarra, como la verdadera anfitriona de este viaje.
No obstante, pese a la fuerza e impetuosidad que significa Meteora en el numetal, reflexionar respecto a la narrativa en marcos del doloroso desenlace de la vida de uno de los más grandes músicos de la escena, nos hace dar un giro a la composición de las letras y su sintonía con la armonía que se quería representar. Pensar hoy en éstas composiciones nos emplazan a cuestionarnos la crudeza de la emocionalidad cuando se tapa con lo violento del rechazo a la emotividad, la invisibilización de los sentimientos, y las preconcepciones estigmatizantes del “sentir demasiado” o el nuevo concepto de locura: “Intensa, intense, intenso”. A este punto solo queda preguntarnos: ¿Cuántas, cuántes, cuántos hemos silenciado emociones, sensaciones y sentimientos de profundo dolor, tristeza y desolación por miedo ser tildadas, tildades, tildados de “intensas, intenses, intensos” o “inmaduras, inmadures, inmaduros”? o ¿cuántas, cuantes, cuantos tienen que morir en silencio callando el dolor, la soledad y el rechazo, por miedo a ser duramente criticadas, criticades, criticados?