Pánico en Lollapalooza Chile: Una cosa de espíritu

Pánico en Lollapalooza Chile: Una cosa de espíritu

Una de las presentaciones nacionales más esperadas para el día de cierre de Lollapalooza era el de los nacionales Pánico. La agrupación que se hizo conocida en los noventa por sus incursiones en el rock autogestionado se reunió este 2023 para una serie de conciertos que vienen de la mano con la re-edición de su disco «Rayo al Ojo» y un libro con su biografía (escrito por la destacada periodista Marisol García).

Con un cambio de horario y de escenario de último minuto al Banco de Chile Stage, la banda comenzaría puntualmente su set a las 16:30. Al fondo del escenario había una gráfica que era imposible no relacionar a su canción «El Karate Es Una Cosa de Espíritu», mientras que los integrantes aparecían vestidos de negro. Todo comenzó con «No me digas que no si quieres decirme que sí», para continuar con «Una revolución en mi barrio», «Fútbol», «Autobrillante» y desatar la euforia de todo el público que, a pesar del calor, saltaba y cantaba con mucha energía.



De ahí en adelante el set se orientaría en gran parte a uno de sus discos más populares, «Pornostar». Quizás, una de las particularidades de la banda es que la duración de sus canciones permite integrar un gran número de tracks a su setlist. A pesar de los años de pausa, la banda se mostró impecable en su performance, con un sonido potente pero bien nivelado y que dejaba distinguir todo de la mejor forma (desde las voces, hasta el juego de guitarras, percusiones y modulaciones electrónicas). «Tanto sol», «Miss Intoxic llega a la disco», y «Acción y velocidad» dieron pie a un mosh que perduraría por el resto de la presentación de la banda.

También hubo espacio para clásicos de otros discos. «Las cosas van más lento» (en una versión más pausada, pero muy bien ejecutada), «Lupita» o «Reverberation Mambo» evidenciaron que es más que realizable el poder graficar la evolución que tuvo la banda a lo largo de sus años activa en un solo setlist. Para finalizar, la banda eligió dar el cierre con «Transpiralo», en lo que fue una locura para la audiencia que acompañó cantando toda la canción.

Fotos por Cristian Calderón

Lo que pasa con Pánico, al menos para mí, es una sensación agridulce. Por un lado, da demasiado gusto ver que la banda tiene tal nivel y tal convocatoria que, sin mucho aviso ni parafernalia, logra dar conciertos tan bien pensados para tantas personas. Pero, por el otro, es una pena el pensar en cuánto tiempo más tendrá que pasar para poder ver a la banda reunida otra vez. Al menos, queda el ver las búsquedas experimentales de Edi Pistolas y Carolina Tres Estrellas en Nova Materia.

Javier Bravo

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