Saxo con amor: 30 canciones que incluyen grandes momentos de saxofón (Segunda parte, de 2000 a 2025)

Saxo con amor: 30 canciones que incluyen grandes momentos de saxofón (Segunda parte, de 2000 a 2025)

Continuamos con nuestra selección de momentos notables en saxo a través de las décadas. En esta pasada avanzamos con canciones ya en el nuevo milenio, donde podemos ver como bandas más underground quisieron experimentar más con el instrumento. Incluso algunas, considerándolo indispensable para ampliar más la paleta extrema de su sonoridad. Casos como los de Ulver, Napalm Death, Ihsahn, Igorrr, Black Midi, o también un momento en la historia con Trent Reznor y Nine Inch Nails con el instrumento o el crudo testamento de Bowie con una canción lanzada poco antes de fallecer.

¿Qué te pareció la selección? Revisa ambas partes y nuestro playlist. 

Dead City Centres – Ulver (2000)

«Dead City Centres» de Ulver es una pista atmosférica y oscura de su álbum «Perdition City». Combina elementos de electrónica, jazz y ambient para retratar paisajes urbanos desolados, donde el saxo se abre espacio entre drones y modulaciones. El resultado evoca una sensación de vacío moderno, dentro de un espacio urbano.

 Prowler – Bohren & der Club of Gore (2000)

En cuestión de segundos, los recursos sonoros de Bohren & der Club of Gore transportan al oyente a un mundo cinematográfico sombrío y misterioso, propio de una película de cine negro. Con un particular sello para hacer jazz, los alemanes infunden un imaginario oscuro, letárgico y melancólico, siendo “Prowler” la mejor introducción para adentrarse en esta atmósfera envolvente como la niebla.

 Undercurrent – Ihsahn (2010)

After es el primer álbum de los tres que llevaba Ihsahn a la fecha y en el primero en que experimentó mas (o de una forma distinta). Utiliza guitarras de ocho cuerdas y también el saxofón, que viene a cubrir una particular carencia desde su punto de vista, ya que lo consideró como un sustituto de los vocalistas invitados de sus álbumes anteriores (Garm y Mikael Åkerfeldt): «La razón por la que quise usar el saxofón fue porque era una idea antigua. Siempre me gustó su sonido: es un instrumento muy solitario.» El resultado quedó increíble.

The Edge of Glory – Lady Gaga (2011)

Gaga la escribió pensando en el último aliento, muchos lo llaman el túnel de luz, pero acá la muerte es aceptada. Lo he vivido todo “estoy al borde de la gloria” inspirada por la muerte de su abuelo, y de con el saxo de Clarence Clemons, Lady Gaga nos regaló una de las piezas más bellas y sinceras de su carrera, un testamento que contiene ,duelo, amor y gloria.

 Fisheye – Shining (2011)

El disco Blackjazz (que ya debería ser pista suficiente), es una explosión controlada donde el jazz se funde con el metal extremo. La voz y el saxofón de Jørgen Munkeby alternan técnica y agresividad. Un ejemplo de cómo el virtuosismo puede ser también violencia sonora, dos lenguajes opuestos que aquí hablan como uno solo.

Everyday Pox -Napalm Death (2012)

John Zorn es un capo del instrumento en sus formas más extremas posibles y le gusta colaborar, con gente tan enferma como él. Bandas como Mr. Bungle, Painkiller, God y Naked City, con quienes llevó esta especie de amor al hardcore o grindcore jazz al límite. Lo que, por supuesto, significa que su saxofón, intensamente desvariado y molesto, encaja a la perfección con Napalm Death. En esencia, en Everyday Pox es una colisión de extremos: free jazz sobre grindcore, agudos penetrantes que se abren paso entre graves guturales. Es agresión de vientos agudos en un nivel superior, todo en menos de dos minutos.

 Lazarus – David Bowie (2015)

Cuando la muerte es inevitable, el aura es fúnebre como una sombra. Bowie quiso que su epitafio tuviera una voz y en Lazarus, nos sitúa en su trascendencia, “mírame, estoy en el cielo” la aflicción del saxofón, y los susurros, nos arrastran hacia el infinito de su carrera, recordamos su rebeldía. A ritmo lento e hipnótico interpreta un final para conducir a Ziggy Stardust hacia el cielo.

God Break Down the Door –  Nine Inch Nails (2016)

Reznor en una jugada que perfeccionó sus habilidades con el saxofón, con una entrega musical pendiente y con la sensación de estar estancándose en el proceso, aprovechó para hacer lo que se le da mejor: experimentar. Así nace esta pieza creativa e inmersiva como un viaje tridimensional, caes de lleno en su ritmo aplastante y los barítonos del saxo te traen de vuelta a la realidad.

Houmous – Igorrr (2017)

En su búsqueda por romper los límites de lo musical, la banda crea una pieza donde lo extremo y lo tradicional se entrelazan: riffs de metal violento conviven con melodías barrocas, arreglos inspirados en la música árabe y balcánica, la aparición inesperada de un saxofón que abre brechas melódicas en medio del caos y hasta sonidos inspirados en los juegos de 8 bits.

The Silent Life – Rivers of Nihil (2018)

Aquí se mezcla death metal técnico con melodías melancólicas y un saxofón cálido. La fuerza de los riffs y la precisión rítmica conviven con una sensación persistente de pérdida. Es un metal introspectivo que aborda el duelo desde la contención, no desde el estallido.

She Knows/Tulsi – Messa (2018)

La banda fusiona doom metal con elementos de jazz, como si Black Sabbath hubiera desviado el camino hacia el jazz en lugar del blues cuando exploró su identidad sónica. La voz de Sara Bianchin guía entre riffs pesados y pasajes etéreos, mientras el saxofón aporta una melancolía envolvente. La oscuridad no proviene de lo sobrenatural, sino de la desesperación.

Surfaces and Depths – White Ward (2019)

Esta es una exploración del black metal desde una perspectiva introspectiva y atmosférica. La canción combina elementos de jazz, como un saxofón melancólico, con pasajes de piano y voces limpias, creando una atmósfera cercana al cine noir. Nos recuerda que lo más oscuro no siempre es el infierno como alegoría, sino la soledad y la desesperanza en vida.

Absolutecrankinmymf’inhog – Bilmuri (2020)

Como en casi todas sus canciones, el saxofón corona de forma brillante. Bilmuri es conocido por mezclar géneros discordantes entre sí, pero que a menudo toman sentido en las letras secretamente vulgares y sarcásticas que propone. Aquí Johnny Franck además de su tono provocador, expresa la importancia de liberarse, soltar la claustrofobia, la paranoia, y permitirse ser uno mismo.

John L – black midi (2021)

Es un torbellino sonoro donde el caos es intencional. Con voz teatral, riffs angulares y un violín frenético, la banda crea una marcha absurda que retrata el colapso de una figura de poder. Todo es extremo y vertiginoso: el desorden como método, no como error.

Emergence – Sleep Token (2025)

Emergence va gestándose en un crescendo musical repleto de cadencia y melancolía. Un viaje que tiene un poco de todo, en un primer acto nos recibe un  piano suave, que continúa su curso entre riffs densos y una batería sólida, de a ratos se siente sombría, pero se encajan al final, donde un saxofón inesperado sella la «ofrenda» de los enmascarados.

Puedes acceder directamente a nuestra playlist desde aquí. 

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