Sepultura en Chile: Renovando hábitos

Sepultura en Chile: Renovando hábitos

Tras los buenos comentarios recibidos de su último disco “Machine Messiah”, Sepultura ha vuelto a sembrar optimismo entre parte de la prensa especializada, sin embargo para sus leales fanáticos, esos que siguen a la banda desde Against (1998) no hay sorpresas en los éxitos que Andreas Kisser pueda cimentar con Sepultura. Ya son 19 años y ocho discos los que la banda tiene para respaldar su acto como banda.

Por redes sociales es frecuente leer comentarios que critiquen la actual formación; que sin Cavaleras no hay Sepultura. Permítame comentarle que Max dejó la banda en 1996 y su hermano Igor en 2006. Tras la deserción de ambos Kisser, Paulo y Green han mantenido el nombre de la banda y su legado al día con discos que los diferencian del exitoso pasado que marcó a la banda en los años 90’s.

‘I Am the Enemy’ y ‘Phantom Self’ ambas de Machine Messiah abren la cita en un Cariola que alberga un ansioso pero entusiasta público que recibe de buena gana las descargas metaleras al día de la banda. Casagrande en la batería sorprende por su ferocidad en cada golpe, Derrick Green gruñe como siempre y los jefes Paulo y Andreas sostienen con experiencia el ataque sónico. ‘Kairos’ tiene una excelente acogida del público y ya es posible pensar en que la banda creó un neo himno de su etapa con Green. ‘Desperate Cry’ emborracha al pelucón, que pasó los cuarenta y algo, y el viejo Sepultura, ese que se representa en camisetas que tienen la portada de «Beneath the Remains» y «Arise», se apodera con su espíritu thrash del recinto de San Diego.

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‘Machine Messiah’, la canción apertura de su último disco, apacigua los ánimos tras el mosh que se armó en la madera del teatro, el canto limpio de Green y los solos protagonistas de Kisser ganan en su apuesta reflexiva. Pausa necesaria, porque en ‘Inner Self’ el thrash metal se vuelve protagonista –nuevamente-, como hace 28 años atrás. ‘Sworn Oath’ y el instrumental ‘Iceberg Dances’ muestran la habilidad del Sepultura 2017 con canciones pesadas y dinámicas, Eloy Casagrande se luce. ‘Choke’ de Against es coreada como otro clásico de siempre y ‘Dialog’ con su riff groove no deja a ningún asistente diferente; las cabezas se azotan en el lugar y nadie putea a Kisser ni pide a Max devuelta. ‘Resistant Parasites’ es la última canción que nos muestran de «Machine Messiah» y la banda se ve a gusto e inspirada. El bajo del silencioso Paulo Jr es protagonista y su acompañamiento a la descarga sin pausa de los riffs de Kisser se transforma en fundamental para Sepultura.

Desde el palco un tipo pide ‘Biotech Is Godzilla’ a lo que Green responde “why not my friend?”, (una de las desgracias de la era internet es conocer de antemano los setlists de las bandas, por lo que mayor comentario no resiste la avivada del fan). Acto seguido Kisser nos lleva de viaje a 1993 y el caos se desata en el teatro, tras notar que la banda pega ‘Biotech’ con ‘Policia’, dos canciones que incitan al destape. ‘Territory’ y ‘Refuse/Resist’ son cantadas de memoria y el karaoke se aplica al metal como buena canción popular de bares. Kisser prueba nuestros recuerdos con los riffs de ‘Raining Blood’, ‘Fight Fire With Fire’, ‘Walk’ y ‘Balls to the Wall’, “something old!” comenta Green. «Arise!» vocifera el vocalista, la que es cantada con el alma por los asistentes. ‘Under My Skin’, ‘Ratamahata’ y ‘Roots Bloody Roots’, cerraron una jornada marcada por el buen sonido, la gran interpretación de Green y Casagrande y la idea de que el “nuevo” Sepultura ya es de la casa.

Por Nelson Silva A.

Nacion Rock

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