Simply Red en Chile: el sello de la excelencia

Fotos: Camila Luengo
Hace un año se desató la locura por asistir a Simply Red, una banda de la que se podría pensar que pertenece a un nicho más pequeño; pero considerando la venta en tiempo récord de los cinco shows programados (casi 70 mil entradas en total) es evidente que lo suyo es masivo. Por tanto, fue lógico encontrar en el Movistar Arena una mixtura de públicos, lo cual ayuda a definir a una agrupación como legendaria. Con trece álbumes de estudio, nueve recopilatorios y el calificativo de ser nombrados los reyes del soul en Inglaterra, Simply Red llegó a Chile tras muchos años, pero con el aura de estar aún en el top1.
Desde su presentación de 1993, en San Carlos de Apoquindo, hasta la de 2016, cuando ya tuvieron altísima convocatoria, se cimentó una base de fans nostálgica y atenta a las distintas sensaciones que su mezcla de pop soul produce en un concierto. Un escenario sencillo auguraba una velada enfocada en la música y las emociones.
Todo inició con una clase de jazz de máxima sofisticación y poniendo el listón alto desde el primer minuto; Mick Hucknall, la estrella más brillante de la noche, se apoderó del escenario para seducir con ‘Sad Old Red’. A sus 64 años, sigue encarnando la música con esa energía mística que lo mantiene vivo y relevante, invitándonos a disfrutar un viaje por el recuerdo de cada disco. Con ‘Money’s Too Tight (To Mention)’, el cover de The Valentine Brothers que los puso en la ruta del éxito en los ’80, se formó otra parte de la fiesta pues, a pesar de los años, la tesitura del tema la hace lucir fresca y actual. Gran momento bailable. ‘The Right Thing’ puso a cantar a la fanaticada para continuar la ruta ochentera del soul que firmaron en esa época. ‘A New Flame’ y, con más energía, ‘It’s Only Love’, mantuvieron en alto los ánimos de un público que coreaba esas letras que repletaron las parrillas radiales hace varios años. “If You Don’t Know Me By Now” es una de las baladas más perfectas de su repertorio y que les ayudó a alcanzar la cumbre como una banda de estilo perfeccionista y que se apoya en ese detallismo para seguir siendo relevante hasta hoy; la canción fue cantada a todo pulmón, los instrumentos sonaron calmos, sofisticados y todos nos dejamos llevar por ese jazz moderno inigualable. Otro momento perfecto.
‘For Your Babies’, ‘Thrill Me’ y ‘Stars’, un clásico con la que el público enloqueció y disfrutó, tuvo el pulso más acelerado de la noche y los 15 mil presentes fuimos perfecto acompañamiento para Simply Red con este gran éxito del disco homónimo y que cambió la carrera de los británicos. Sin adornos, sin extras que distrajeran la atención, los de Manchester ya habían irradiado su mágico talento con el convencimiento de que no necesitan más que su propia historia.
La fiesta siguió con las hermosas ‘So Beautiful’ y “Never Never Love’, en su peculiar mezcla de nostalgia y romance. Otros buenos momentos fueron ‘You Make Me Feel Brand New’, ‘Fake’, ‘Sunrise’ y ‘Fairground’, las que marcaban la última parte del festín de jazz/blues/pop que ofrecieron, antes de pasar al cierre del concierto con las inagotables ‘Something Got Me Started’, que marcó a Simply Red por su influencia funky en los ‘90, y ‘Holding Back The Years’.
Los músicos que dieron vida al show tocaron de manera excelsa. Kevin Robinson en la trompeta y las percusiones fue un gran protagonista y enganchó con el público de manera notable; lo mismo Ian Kikhm, en el saxofón. Keinji Suzuki en la guitarra, Roman Roth en la batería, Gary Sanctuary en los teclados y Orefo Orakwue en el bajo, apoyaron al único miembro original que queda y rindieron honores a 40 años de brillante propuesta musical, la que se enfoca en mezclar la vanguardia con lo clásico a través de un Hucknall que fue y sigue siendo una de las voces del pop soul británico más trascendentales.
Simply Red no necesita más que a Simply Red. Todo lo pone un vocalista excepcional, una banda afiatada y una tremenda discografía. Fue un show cargado de destreza, de profesionalismo, de guion sincero y cercano y con la complicidad de un público que siguió el camino propuesto por Mick Hucknall y que atravesó distintos estilos que, en respectivos momentos de estos 40 años de carrera, dieron forma a la identidad única de esta gran agrupación. La simplicidad y la excelencia pocas veces suelen equipararse, pero con los de Manchester esto se equilibra a la perfección y, a estas alturas, es parte de su sello distintivo.