Soundtrack de “Gone Girl”, por Trent Reznor y Atticus Ross: Sutileza disfrazada

Soundtrack de “Gone Girl”, por Trent Reznor y Atticus Ross: Sutileza disfrazada

La película avanza a mil por hora, a un ritmo vertiginoso que no deja respirar al espectador; el ritmo que David Fincher le da al relato, en esta ocasión, va de la mano de uno de los mejores soundtracks del año, al igual que la película, la que debería ser una de las top 5 del año..

Trent Reznor y su partner Atticus Ross crearon una obra engañadora, que parte demasiado sutil, tranquila, no logrando conectar, en una primera parte, con la velocidad de la propia película. Sin embargo, es solo una ilusión que este par de creadores nos quiere hacer ver, pues la banda va madurando hasta llegar al tono de la cinta: algo totalmente perturbador.

Si uno lee de donde nace la idea, Fincher le dijo a su contraparte musical “piensa en la música aletargadora que hay en las salas de espera de un spa. Esas melodías que quieren hacerte sentir que todo está bien aunque claramente no lo está”.

Y desde ese “engaño” parte todo; hay que transformar esa falsa sensación de confort en algo brutal, como la falsa sonrisa que la sociedad nos muestra a diario y que es nudo central de “Perdida” (como se le tituló en español). Una música que “intenta abrazarte” o darte cariño no es un buen balance para esta película, cuyo ritmo narrativo la obliga a ir creciendo en intensidad y, como espectador, que termines moviéndote en el asiento y sintiendo la fuerza, el suspenso, y el malestar emocional del matrimonio protagonista.

Reznor y Ross son ganadores de un Oscar, un Grammy y Globo de Oro por crear bandas sonoras; uno de sus mejores trabajos es el que hicieron para la excelente “The Social Network” y toman algo de ese trabajo para prolongarlo en “Gone Girl”. Parten igualmente en una zona calmada para ir intensificando las sensaciones. Reznor y Fincher ya han colaborado antes pero con este trabajo suben un peldaño, a pesar que la creación musical se la juega por utilizar instrumentación muy convencional (aunque para mí lo mejor sigue siendo “Seven” y el remix que se hizo con “Closer” en el inicio de la película. Alucinante en lo musical).

En el año en que Trent Reznor ha devuelto a la vida a NIN y justo cuando Pretty Hate Machine, disco imprescindible, está cumpliendo 25 años, nos presenta este trabajo para una de las mejores películas del año y cuya banda sonora debía estar muy a la altura. El trabajo se logra porque es muy real, aunque el objetivo era representar la falsa calma que nos transmite esta sociedad. Tras 30 años de carrera, Reznor ya es referente para toda una generación de artistas, pero también se dio cuenta que puede ser parte de una nueva era en lo que a acompañamientos musicales se refiere en el cine, y justo de la mano de un director que está en la cresta de la ola.

Macarena Polanco

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