TesseracT en Chile: En la cúspide del poder
La segunda visita del quinteto inglés se vivió con completa devoción de parte de los fanáticos.
Fotos: Francisco Aguilar
Gracias a la globalización y la tecnología – aunque aún existan detractores tecnofóbicos al respecto – es posible presenciar en los circuitos locales la consagración de importantes artistas del momento. Y sin duda TesseracT está pasando por el mejor periodo de su carrera. Después de un esperado retorno a los escenarios post pandemia; y con su disco «War of Being» publicado el 2023 con unánime aceptación positiva de la crítica y los fanáticos, el grupo británico solo ha seguido juntando hazaña tras hazaña que los tienen en la cúspide del género progresivo y djent contemporáneo. Por una novedosa propuesta conceptual sostenida en videojuegos y videoclips, y el uso de recursos digitales para cuidar su sonido en vivo, lo experimentado en el Teatro Coliseo pasará a ser uno de los conciertos de metal más relevantes para la fanaticada chilena.
La noche partió a cargo de los bien estimados Crisálida, los que se encuentran en un periodo de reinvencion ad portas de publicar un nuevo disco titulado «Niños Dioses», siendo uno de los principales hitos en su contexto el retorno de Damián Agurto a las guitarras de la banda. Bastaron solo treinta minutos para deleitar a los impacientes asistentes con lo mejor de su catálogo. «Cabo de Hornos» y «Morir Aquí» son ya clásicos del metal local, y la ejecución de su nuevo single «El Niño» solo viene a confirmar que se aproxima buena nueva música. Cinthia Santibáñez siempre pulcra en su canto, y el sonido de Braulio Aspé en el bajo destacó por su potencia, aunque es sabido que el Teatro Coliseo no es un recinto que ayude a apreciar de buena forma los sonidos que ofrecen los artistas que utilizan su escenario.
A las 21.00 en punto se oscurecen las luces y TesseracT inicia su esperado show, inmediatamente intenso y técnico. «Natural Disaster», corte presentado ya en su gira anterior y también canción que da inicio a su nuevo disco, pone a sobresalir a todo el grupo sin preambulos. Le siguieron «Echoes» y «Nocturne», coreadas a todo pulmón. Daniel Topkins con sus guturales y sus cambios de matices vocales dirigió la presentación con total libertad, quien daba la sensación de no requerir ningún esfuerzo para expresar su talento. Nuevamente la puesta en escena fue minimalista y digital, completamente pauteada y coherente con lo programado por su ágil lider y guitarrista Acle Kahney en términos sonoros, y por el trabajo de productor del bajista Amos Williams, quien hizo además gala de tremendos trozos de madera marca Dingwall. No hay mucho que decir en torno al guitarrista James Monteith y el baterista Jay Postones: su trabajo fue simplemente impecable.
Aprovecharon de recorrer varias piezas claves de su discografía, como la canción «King» y «Smile», además de tocar las épicas «Sacrifice» y «War of Being» del disco en promoción. «Legion» sorprendió con el desempeño de Topkins; y los encore «ConcealingFate Part 2 y 1» hicieron aparecer mosh pit y wall of death de un público más que entregado a sus ídolos, reconocidos por Daniel una vez más como el mejor público de Latinoamérica. Prometieron volver, y les esperaremos con gusto: este es solo otro eco de un éxito que no deja de crecer, y que los terminará transformando – si es que aún no lo son – en unos imprescindibles dentro de la música progresiva y extrema actual.