The Drums en Chile: El sonido dorado del indie y el viaje introspectivo de Jonny
Fotos por Paulo Reyes.
The Drums se presentó este sábado 7 de septiembre por séptima vez en nuestro país para promocionar su último lanzamiento, “Jonny”. Que es un proyecto profundamente introspectivo que se adentra en las emociones crudas y en la historia personal de Jonathan Pierce —líder y vocalista de la banda—. Este disco, que lleva su nombre, no es solo otra entrada de indie pop en su discografía; es un testimonio del poder del auto examen y la naturaleza curativa de la música. Con este nuevo disco bajo el brazo aterrizaron llenando el Teatro Coliseo con el sonido dorado más distinguido del indie actual. A las 21:00 hrs —y luego de una interesantísima presentación de la artista nacional Safo que logró captar la atención de los asistentes— apareció la banda en escena y desde ese momento la voz de Jonny nos llevó a un viaje cargado de emociones.
“What You Were” fue la canción inicial —uno de los temas más memorables de su disco Portamento—, seguida por «Heart Basel», “Best Friend” y “Days”. Jonathan apareció en escena con una chaqueta de cuero con lentejuelas doradas, al más puro estilo del Divo de Juárez, asemejando al look del póster promocional del tour. Por momentos el espíritu de Morrissey invadía el show y poseía el cuerpo de Pierce quien entregaba un desplante coreográfico en escena digno de la mejor época de The Smiths. A su vez, las guitarras de Jaboc Graham, eran visitadas por el aura de Johnny Marr, dando acordes alegres y oscuros que hacían bailar a todo el Coliseo. Una conexión pura se establecía entre la banda y el público que coreaba eufórica sus canciones. “Book of Revelation” y “Book of Stories” continuaron el setlist y acá Pierce se detendría a comentar que esta es la canción por la que le gustaría que lo recordasen si muriera el día de mañana. — Ojalá no te mueras nunca, Jonny—.
La primera parte del show la terminó la vibrante «Let’s Go Surfing” que hizo saltar a todos durante su duración. Luego de esto la banda se retiraría unos minutos de escena para regresar y maravillar a todos con la infaltable “Money”, con un Teatro Coliseo que temblaba entre los saltos y los gritos de la gente. The Drums en vivo desata una tormenta de emociones increíble. Y aunque poseen una estética visual minimalista en el escenario, impacta ver el lenguaje musical que llevan creando estos últimos años.
“You’re The One That Makes Me Happy” continuó el set y este lado b de encore dio paso al estreno de los temas de su último disco “Jonny”, siendo tan bien recibidos como si ya fueran clásicos de la banda. “Better”, “Harms” y “Little Jonny”. Y acá me gustaría destacar la historia de Jonathan Pierce, que creció educado en casa por padres cristianos conservadores que lo alienaron y lo aislaron de su identidad queer. Digo esto no para encasillar a Jonny como artista queer, sino para celebrar su identidad en relación con su música. Es la experiencia de Pierce de quedarse al margen lo que atrae a multitudes de jóvenes alternativos que buscan un lugar al que pertenecer. Se trata de dar la bienvenida a todos a ese espacio donde nos alentamos unos a otros a ser grandes.
Entonces esta última entrega es un triunfo para Jonny Pierce y The Drums. Es un disco que no solo ofrece el encanto indie pop que lo caracteriza, sino que también profundiza en la historia personal y la sanación. Es un testimonio del poder de la música para ayudarnos a enfrentar nuestro pasado y encontrar la aceptación en el presente. “Jonny” es un álbum que resuena con sinceridad y profundidad emocional, lo que lo convierte en un destacado en la discografía de The Drums y así se vivió cuando tocaron “I Want It All”, tema inicial de este disco y tema elegido para culminar el viaje.
Believe me, I tried so hard. To keep you in my life now.
Fue un excelente concierto y repaso de sus discos, a pesar de la corta duración de este —solo 70 minutos—, y los ya recurrentes problemas de sonido del Teatro Coliseo. Todos bailamos y coreamos tanto los temas clásicos como los temas del disco nuevo que se sintieron más vivos que nunca, manteniendo un delicado equilibrio entre el pasado y el presente. Jonathan Pierce se alza como uno de los próceres de su generación y esperamos sinceramente que no se demore mucho en volver a nuestro país a deleitarnos con su voz y sus bailes inspirados en Moz porque lo queremos todo, Jonny.