Turnstile: «Never Enough» (2025): Artífices de un hardcore de ensueño

Roadrunner Records (2025)
“Never Enough”, el nuevo álbum de Turnstile, ha tenido un cálido recibimiento. Un cariño merecido gracias a la honestidad artística y evolución natural desde su salto al estrellato con el alabado Glow On en 2021; un trabajo que, justamente, se siente como una continuación de aquella placa.
Con catorce canciones a su haber, “Never Enough” se nos presenta como un sendero colorido, muy emocional, rabioso, nostálgico, equilibrado. La banda se embriaga con ternura con estilos ajenos al hardcore. Su coqueteo con el dreampop, la psicodelia y lo alternativo son elementos constantes en los cuarenta y cinco minutos de esta obra. No obstante, por supuesto que no olvidan sus raíces. Canciones como “Sunshower”, “Birds” y “Slowdive” son testimonios claros de su amor nuclear hacia el hardcore como cultura y estética. Adicionalmente, la banda aprovechó su fama bien ganada a estas alturas al invitar a Hayley Williams a colaborar vocalmente en el tema “Seein’ Stars”. Incluso y de forma curiosa hay un guiño, consciente o no, al riff de “Sweet Leaf” de Black Sabbath en la canción “Slowdive”.
Se celebra la búsqueda de sensaciones extra auditivas a lo largo del álbum. Se aprecia como ciertas armonías buscan esa sinestesia en canciones como “Sole” o “Light Design”, donde revolotea un sintetizador ácido lleno de personalidad. Algo parecido ocurre con “Dreaming” y “Dull”, donde los bronces, la percusión de un cencerro y arreglos electrónicos colorean un viaje acogedor. Esa búsqueda delata a la banda en su ánimo por expandir su propuesta. Estéticamente dejaron atrás hace mucho rato ese hardcore más agresivo y pesado. Lo nuevo es este guitarreo intenso lleno de adornos crepusculares y macerados. En ese sentido, “I Care” se anota como una canción emblemática si se tuviese que sintetizar el álbum en una sola canción.
Testimonio de esta expansión fue la presentación gratis y al aire libre que dieron en su natal Baltimore a principios de mayo de este año, donde incluso niños subieron al escenario a disfrutar de su música. Hardcore para todos, no para unos pocos. Como reza su propio lema “Turnstile Love Connection”, la banda ha evolucionado para conectar con la mayor cantidad de audiencia posible, sin prejuicios ni egoísmos. La energía de Never Enough es contagiosa y rebosante. Una suerte de ‘solve et coagula’ donde lograron desarmar la fórmula del Glow On para crear otro similar. Una fórmula replicada con una pizca justa de novedad, sobretodo en el uso apacible del sintetizador y las guitarras distorsionadas.
La insatisfacción de este álbum está en su similitud con el Glow On (2021). Aquellos que busquen algo nuevo acá no lo encontrarán. Aun así y suprimiendo las expectativas desmedidas, el trabajo de estudio de Turnstile es tan célebre como sus presentaciones en vivo. Never Enough se aplaude porque la magia de una banda se refleja en su equilibrio al momento de innovar al tiempo que mantienen aquello que funciona. El desafío es hacerlo de forma justa y no a rajatabla. Un desafío que Turnstile ha sabido manejar y llevar a buen puerto.