Un ritual de poder espiritual: Max Cavalera habla del día que él y Chino Moreno enterraron el álbum debut de Soulfly en un cementerio indígena
El líder de Soulfly, Max Cavalera, ha revelado una historia casi mítica que une para siempre su destino con el de Chino Moreno de Deftones. Según contó en una nueva entrevista con AlternativeNation.net, ambos artistas enterraron las cintas maestras del álbum debut de Soulfly en un antiguo cementerio indígena, buscando infundirle una energía espiritual y ancestral.
“Enterramos las cintas en Indigo Ranch”, recordó Cavalera, sobre el mítico estudio californiano donde grabó el debut de Soulfly en 1998. “Sabíamos que allí había un cementerio indígena de unos 300 años. Quería capturar la esencia de la tierra, ese poder espiritual. Así que Chino y yo cavamos grandes hoyos, dejamos las cintas toda la noche y las desenterramos al día siguiente. Fue una locura, pero también algo hermoso.”
De ese ritual quedó incluso una evidencia visual: en el libreto del disco puede verse a Chino Moreno sosteniendo una pala, imagen tomada durante aquella noche mística en las colinas de Malibú. “La gente siempre se preguntó por qué Chino tenía una pala en esa foto… pues esa es la razón”, explicó Max entre risas.
La conexión entre ambos músicos a sangre ya estaba por esos años. Meses antes, Cavalera había colaborado con Deftones en “Headup”, del álbum Around The Fur (1997), donde gritó por primera vez la frase “Soul Fly!”, que luego daría nombre a su nueva banda. En el debut de Soulfly, Chino devolvió el gesto participando como vocalista invitado en “First Commandment”, sellando así una de las alianzas más sinceras del metal alternativo de los noventa.
