120 dólares, 12 cervezas y una bolsa de patatas: la historia tras «Bonded by Blood» de Exodus, un debut salvaje
Cuando la escena de la Bay Area de San Francisco ya gestaba nombres como Metallica, Slayer o Megadeth, surge la cruda y salvaje irrupción de Gary Holt y compañía.
A propósito de una nueva presentación en nuestro país de la banda liderada por Gary Holt y que tiene de vuelta a Rob Dukes en las voces, nos parece necesario recordar el lanzamiento del álbum debut de Exodus y su creación. Porque sin duda, incluso en un contexto en que el thrash metal contaba con alcance y cierta masividad, aquel disco debut tomó a todo el mundo por sorpresa.
Con un presupuesto bastante modesto “aproximadamente 120 dólares, 12 cervezas y una bolsa de patatas” según Gary Holt, la grabación del debut se dio en tan solo un par de semanas en agosto de 1984. De estos factores se desprende ese sonido crudo, salvaje y frenético que sería la carta de presentación del quinteto, para una forma de thrash metal considerablemente más extrema y directa que lo que se había desarrollado hasta el momento, y eso forma más “precaria” o descuidada pero brutal, dejó su marca. Bonded by Blood es considerado por muchos un clásico entre los clásicos del género. En una entrevista para Loudwire, Holt señaló: “queríamos desatar nuestra rabia… queríamos tocar rápido, emborracharnos y destruirlo todo”. Bueno, lo lograron.
Si bien el disco estuvo terminado el mismo agosto de 1984, no fue hasta a abril de 1985 que pudo concretarse el lanzamiento del álbum. Problemas de gestión con Torrid Records debido a su poca experiencia, ya que era un sello nuevo, y también indecisiones en la portada del lanzamiento, terminaron por retrasar su salida. En un principio el debut tendría por nombre A lesson in violence, pero al no encontrar una portada que englobara a cabalidad el espíritu del concepto, terminaron decantándose por los siameses ensangrentados. A estas alturas, una portada icónica para el mundo thrasher.

Bonded by blood remeció las bases mismas del género. Las voces rabiosamente desgarradas de Paul Baloff llevaron la brutalidad del thrash a un siguiente nivel. La canción que dio nombre al álbum es una muestra del lado vocal salvaje de Baloff y de un quinteto que en sus presentaciones en vivo era una exhibición de metal sin concesiones. Historias e imágenes de esa época se pueden ver en un documental Murder in the Front Row de 2019, que se adentra en los orígenes del género, y da cuenta de la personalidad agresiva y extrema de Ballof. La misma que, según se dice, terminó por sellar su salida de la banda un tiempo más tarde, pero eso es otra historia.
Aunque con una distribución modesta, el debut de Exodus fue recibido con entusiasmo por el mundo metalero. Si bien se señalan sus limitaciones en cuanto a producción y grabación, la escena más underground abrazó la honestidad brutal y directa propuesta de la banda. Lo anterior repercutió rápidamente en el boca a boca del momento, así como el intercambio de casettes, terminaron por consagrar, casi de entrada, a Exodus. Temazos como “Strike of the Beast” o “Piranha” fueron parte de uno de los debuts más queridos y que más se han revalorizado en el metal en general.
El sábado 11 de octubre será el regreso Exodus a nuestro país para celebrar los 40 años de unos de los discos fundacionales y más arrolladores del género. Las entradas se pueden adquirir desde a a través de TicketPlus.

