Beach House en Primavera Sound Santiago: La delicadeza de la contención colectiva en clave dream pop

Beach House en Primavera Sound Santiago: La delicadeza de la contención colectiva en clave dream pop

Una jornada intensa marcó el inicio de Primavera Sound Santiago de Chile. Nos permitimos encandilarnos con Christina Rosenvinge, nos sorprendimos con Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, sucumbimos ante la enérgica y perfeccionismo de CHAI, cedimos ante la ternura indiscutida de Kevin Kaarl, e incluso dejamos nuestros mejores perreos con Gransdon DJ. Sin embargo, ahora es tiempo de disfrutar e implosionar con el Dream pop de Baltimore.

Cerca de las 20:45 horas las y los asistentes corren al son de “La Gata Bajo la Lluvia” de Rocío Ducal. Si comenzamos a hilar fino, podríamos llegar a diversas conclusiones simplistas y burdamente puristas respecto a este hecho poco usual. Sin embargo, lo que une a Rocío Ducal y Beach House en Primavera Sound, es la posibilidad de tocar la fibra emotiva de todas y todos quienes se arrodillan ante la genialidad interpretativa de ambas propuestas artísticas, ya que sin un puente, y solo con un breve silencio es que se marca la irrupción de Beach House en suelo chileno.

Las pantallas se tiñen de un encandilante color fucsia, Victoria Legrand da el primer paso sobre el escenario, le sigue Alex Scally quien con una deslumbrante bomber Jacket, toma su guitarra listo para los primeros acordes de “Once Twice Melody”, track de su último trabajo discográfico y que da sentido a este tour mundial. Continuamos con “Lazuli” y “Dark Spring”, tracks que capturan la atención total de las y los asistentes, que se triplicaron a esta hora en el Parque Bicentenario Cerrillos.

Levitation”, “Pink Funeral” y “Drunk in LA” fueron los clásicos que aquella die hard fanbase deja a disposición su corazón a tan delicada y minimalista presentación. No obstante, “Space Song”, “Myth” y “Over and Over”, fueron las canciones en que todo el público de Primavera Sound Santiago se permitió escabullir en colectiva contención, bajo la mirada atenta de un dúo que escribe y genera armonías más allá de lo meramente musical, sino que proyecta y configura templanza en contextos de profunda, sombría y compleja introspección.  

Un show sólido de principio a fin. Una performance que dialoga en la retórica de hacer personal aquel sentimiento que es compartido por un colectivo en la intimidad. Beach House nos regaló uno de sus setlist más largos realizados en el último tiempo, un show que es reconocido por ellos mismos como el más especial de esta fracción de tiempo. Una presentación en la que los cortes fueron escasos, pero cuando los existieron, fueron para agradecer en profunda sinceridad, la oportunidad de compartir más de 17 canciones con este público que los siente desde el último lugar del planeta.

Karin Ramirez Raunigg

De música, libros y otras cosas.

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