Cancionero Rock: «Do the Evolution» – Pearl Jam (1998)

Cancionero Rock: «Do the Evolution» – Pearl Jam (1998)

Luego del magro episodio noventero con Ticketmaster, sus críticas por supuesta sobre exposición comercial, y la polémica del video de «Jeremy», como ya han contado en varias entrevistas y como su historia lo dictó, Pearl Jam dejó de hacer videoclips oficiales por un buen tiempo. Trazo temporal que abarcó desde 1992 a 1998 a ciencia cierta, que fue cuando volvieron en gloria y majestad con un video animado que dejó a todo el mundo boquiabierto. Tanto por su dinámica y calidad en la animación como por el concepto brutal de las guerras, el holocausto, la ironía de la evolución y un concepto referente del exacerbado individualismo del hombre del siglo XX.

Eso fue «Do the Evolution», cancionaza de «Yield» y que en tal notable video realizado por Todd McFarlane (muy en boga en esos años por sus aportes en «Freak on a Leash» de Korn y en la oscura serie animada Spawn) nos mostraba la ambivalencia del discurso evolutivo del hombre. «Esa canción tiene que ver con alguien que está hiperventilado con la tecnología, aquellos que piensan que ellos son los que controlan este planeta y los seres vivos, cantado desde la perspectiva de ellos mismos» dijo Eddie Vedder en ese entonces.

La idea de Vedder se representó muy bien, con ese falsete de voz justamente algo ebrio y paranoico que nos da a entender como ironiza durante toda la canción llena de frases geniales. La producción quiso hacer de esto algo grande, pues fue escrito y conceptualizado por los técnicos Joe Pearson y Kevin Altieri que juntos supervisaron los equipos de preproducción y animación producida en Epoch Ink Animation en Santa Mónica, California, con un equipo de 10 diseñadores y artistas de storyboards. Fue animado en Seúl, Corea del Sur, en los estudios de Sun Min Image Pictures y Jireh Animation, y contó con el trabajo de más de 100 animadores y coloristas.

El resultado lo dice todo: las secuencias pasan rapidísimo, donde vemos a una protagonista, una chica bella y vestida de negro (representando quizá el mal con la belleza y glamour) sonriendo todo el rato, bailando, besando calaveras y en un contraste bastante certero con lo que se muestra entre un sinfín de imágenes impactantes cometidas por la humanidad a través de su historia: miseria, hambre, devastación, campos de concentración (guiños a The Wall de Pink Floyd, por cierto), pero no es solo una crítica a todo lo que el hombre ha hecho mal en las historias bélicas, resultados de tozudeces ideologicas, sino que también a los modelos que todo eso ha construido: el vicio del capitalismo y el poder. La vanidad: “Admire me, admire my home, admire my son, he’s my clone”» y también yuxtaponiéndolo todo con el verdadero mal desde un punto de vista tajante y sarcástico que exponen: la religión como escudo de casi todo.

La inspiración de Pearl Jam, no tan solo con esta canción, sino con varias del concepto de Yield llegaba de un libro: Ishmael, de Daniel Quinn. Sus libros tratan sobre la evolución, lo que le ha pasado a la humanidad y cómo estamos destruyendo la tierra. Es más, Daniel menciona a Pearl Jam y a esta canción en su sitio web (ishmael.org).

Por lo demás, hay que elogiar esas guitarras in crescendo, el ritmo rocanrolero del tema (también algo sarcástico) y esos coros «It’s Evolution, baby!» Ya todo un clásico.

Por Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

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