Cancionero Rock: «Dosed»-Red Hot Chili Peppers (2002)

Cancionero Rock: «Dosed»-Red Hot Chili Peppers (2002)

Es uno de los temas más inspirados del cancionero de la banda y muchas fuentes apuntan a que la canción fue escrita, junto con «Knock Me Down» y «My Lovely Man» como tributo a Hillel Slovak, el guitarrista original de los Red Hot Chili Peppers que luego sería reemplazado por John Frusciante. Slovak recordemos murió de una sobredosis de speedball causando un tremendo impacto en la historia del grupo, que de ahí en adelante basó muchas de sus canciones en letras sombrías y referencias «al lado oscuro». 

Aparte del título de la canción, hay varias otras referencias a las drogas, junto con referencias a la muerte y la pérdida de alguien cercano, sin embargo, no fue hasta que se lanzara el libro «Scar Tissue» (2004), que su significado podría alternar con las mismas experiencias de los miembros «sobrevivientes» de la banda y no precisamente con el fantasma de Hillel. 

Y es que en aquellas páginas se habla de que la canción trata sobre una chica que conoció Anthony Kiedis que muere de una sobredosis de drogas de la que se enamoró perdidamente y nunca tuvo la oportunidad de decirlo ( «take it away I never had it anyway») y que nos quiere decir algo tan devastador como «llévate tu amor, nunca lo tuve de todos modos»  o «en lo alto de la montaña donde ella murió, todo lo que siempre quise fue tu vida» («»way up on the mountain were she died all I ever wanted was your life»), porque él quería que ella viviera para poder decirle que la amaba. Aunque tal vez esa chica en realidad no murió, solo murió en su cabeza.

Aparte de toda su dramática historia, la canción es muy rica en cuanto a composición y musicalidad, emanada de las brillantes sesiones de «By The Way», donde vimos a la formación dorada de regreso y muy inspirada, el tema presenta cuatro guitarras, interpretadas por John Frusciante y Flea, todas tocando riffs completamente diferentes, mientras que el coro es cantado por John Frusciante y Anthony Kiedis juntos en armonía.

 

Patricio Avendaño

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