Cancionero Rock: “Paradise City” – Guns N’ Roses (1987)

Cancionero Rock: “Paradise City” – Guns N’ Roses (1987)

El 21 de julio de 1987 vio la luz un disco que impactó en una generación completa. Enfatizó un gusto musical, una forma de vivir la música, de adoptar una actitud y hasta un carácter. “Appetite for Destruction” fue un antes y un después para quienes crecían en esos años marcados por MTV y el consumismo, al tiempo que fue una alternativa para quienes sentían hastío del metal extremo. Y “Paradise City” fue parte importante de ese reseteo. Lanzada como sencillo promocional en noviembre de 1988, llegó a ocupar la posición #5 del Billboard gracias a sus cambios de ritmo llenos de estilo y la desfachatez de un quinteto sin igual.

Slash ha contado que la canción fue compuesta en la parte trasera de una camioneta, mientras regresaban de una presentación en San Francisco. El guitarrista aseguró que iban “tomando y tocando” con sus guitarras acústicas hasta que él dio con una melodía. McKagan y Stradlin lo siguieron en los compases que dieron origen a esos riffs llenos de onda. Luego de ensayarla y cambiarle la letra, Slash y Axl sacaron una canción sello del hard rock.

“Take me down to the paradise city, where the grass is green and the girls are pretty”

El verso es uno de los más reconocibles de la música creada en la posteridad de los ‘80, y se repite durante toda la canción. Hay una versión que señala su referencia a las drogas, pero hay otras posturas que indican que la esencia del tema trata sobre la corrupción de Los Ángeles. Recordemos que Axl venía de Indiana, un pueblo alejado del halo de misterio que rodeaba a L.A. y que, por lo mismo, era muy seductor para un joven excluido de ese sistema hedonista y sin mucho que perder. La temática es similar a la de “Welcome to the Jungle”, y reflexiona sobre las quimeras de que ciertas ciudades son un paraíso de oportunidades. Son duros al referirse al sistema represivo, con la policía, y nos relata con rabia como la vida se hace dura cuando el poder solo está basado en la violencia de la autoridad.

 

En lo musical, todo es impresionante. Una gran producción y una buena composición hicieron que el tema se convirtiera en uno de los emblemas de la banda. Duff recordó en una entrevista a Guitar World, que los acordes los escribió cuando se trasladó a Los Ángeles, cuando no conocía a nadie y esa soledad lo diezmaba. Axl, por su lado, indicó que los versos “son más acerca de estar en la jungla, el coro es como estar de vuelta en el Oeste o algo así. Me hace recordar cuando era niño y solo miraba el cielo azul. Hay partes de la canción que tienen relación con ese sentimiento de volver a casa”.

Por ese entonces, las bandas rockeras se habían dedicado a lo comercial y power ballads, pero con la irrupción de los Guns todo cambió y los furiosos riffs volvieron a liderar los charts.

“Paradise City” nos mostró a un Slash brillante a la hora de regalar su potencia en complicados solos, los que son uno de los puntos más fuertes dentro de la melodía. Además, Axl decidió utilizar un sintetizador en la parte inicial, detalle que no era aceptado en las aristas más puristas del rock, cosa que a estos chicos malos poco les importó. Por eso, dentro del disco, “Paradise City” es el único track que lleva un toque de sintetizador y eso le dio otro punto a favor, ya que no se quedó solo en guitarras ni en la machacante batería, sino que también buscó innovar dentro de la propuesta de largos y magníficos 7 minutos.

Otro ámbito innovador de la canción fue su video, el que rotó sin pausas por la televisión. La mitad del clip fue filmado en el concierto que dieron en el Giants Stadium, en Nueva Jersey, como parte de un festival que también incluyó a Deep Purple y Aerosmith. Y en la mitad final del video, se les ve abordo de un avión para la actuación en el Monsters of Rock de Donington. Fue el primer video que mostró las bambalinas de un concierto; la previa, los ensayos, el agotamiento de los músicos, los hoteles, las chicas, la devoción de los fans. El video también es un vaivén de emociones, tal cual la canción, alternando el color con el blanco y negro.

“Paradise City” es considerada, junto con “Welcome to the Jungle” y “Sweet Child O´ Mine”, una de la canciones más influyentes de la banda porque contiene toda la potencia y energía de un rock desfachatado y juvenil, muy propio de California, y que la convirtió en uno de los singles más exitosos de finales de los ‘80. Hasta hoy es la encargada de cerrar los conciertos de la banda porque eso hace un emblema, resumir la propuesta y dejar el corolario de cada show por lo más alto. Dada su importancia, siempre es parte de cualquier ranking que se precie de anotar lo mejor del hard rock; está en el lugar #21 en la lista de las “40 Greatest Metal Song of All Time” de VH1, mientras que la revista Total Guitar la ubicó en el puesto #3 de su ranking de “Las 100 mejores canciones de todos los tiempos”.

Guitarras acústicas y rítmicas brillantes, un silbato, un final apoteósico y que destila rock del que se goza sin miramientos, cada acorde es una invitación a la rebelión. Cuando Slash e Izzy hacen explotar las guitarras hacia el final, cuando Adler muestra sus dotes en la batería y cuando Axl grita que quiere ser llevado a ese paraíso, la historia del rock escribe uno de sus más sexys capítulos, en una canción que brilla por sí sola y que es carta de presentación absoluta dentro del mejor disco debut de los últimos 35 años.

Macarena Polanco

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