Christone «Kingfish» Ingram en Chile: el blues sigue vivo
Por Emilia Garay
Fotos: Miguel Fuentes
El Club Chocolate se convirtió en el escenario de una noche inolvidable gracias a la presentación del prodigioso guitarrista de Mississippi, Christone “Kingfish” Ingram. Con un show de dos horas, Kingfish confirmó su lugar indiscutible actualmente junto a los grandes del blues, consolidándose como un maestro absoluto de la guitarra, además de un cantante y frontman impresionante. El show de apertura estuvo a cargo del guitarrista chileno Seba Arriagada, quien, con canciones instrumentales y originales, demostró una admirable versatilidad en la guitarra, llevando cada solo al límite. Sus virtuosos músicos, hicieron de su presentación un excelente comienzo para una noche que sería inolvidable.
“Kingfish” comenzó con una sólida introducción de su banda, compuesta por batería, bajo y teclados, creando la atmósfera perfecta que se mantuvo durante toda la jornada. Con su inseparable Gibson Les Paul al hombro, Kingfish logró algo sorprendente: revivir el blues clásico de manera fresca. Desde los primeros acordes, el público fue testigo de su habilidad para fusionar géneros. La inclusión de ritmos de reggae y sintetizadores rompió con las expectativas, demostrando la capacidad del músico para innovar sin perder la esencia del blues.
A lo largo de la noche, Kingfish presentó temas con diversos matices, como “Fresh Out”, una pieza con el clásico ritmo del blues al estilo de B.B. King, y “Outside of This Town”, una animada canción de blues rock. Además, ofreció momentos íntimos con secciones más lentas, que equilibraron el espectáculo. La invitación de Seba Arriagada al escenario, y las referencias a clásicos como Jimi Hendrix y Chuck Berry, así como los hermosos arreglos de canciones de The Beatles, con un cover de “Eleanor Rigby” en una sección de solo teclado, hicieron que Kingfish ofreciera un show extenso y variado, rompiendo con la monotonía del blues y presentando una propuesta fresca y de altísima calidad.
En uno de los puntos más altos de la noche, el músico descendió del escenario para tocar solos épicos entre el público, creando una conexión incomparable con la audiencia. El público, compuesto por personas de todas las edades, quedó hipnotizado por este «mesías» de la guitarra, que predicaba con cada nota que el blues sigue vivo. Christone “Kingfish” Ingram no solo cumplió con las altas expectativas, sino que las superó notablemente, demostrando que el blues clásico está reviviendo y que su futuro está en las mejores manos.