Conciertos que hicieron historia: el último concierto en vivo de The Beatles en EE.UU. (1966)
1966 fue un año trascendental para The Beatles y lo que esperaba era algo aún mejor. Tras el lanzamiento de «Revolver» la banda nos mostraba como nunca una nueva cara, mucho más sicodélica e innovadora, resultado del mítico encuentro con Bob Dylan y donde las drogas surtieron el mejor efecto que pudieron haber dejado en banda alguna y en la historia de la música, pues la experimentación y mirada que tuvo The Beatles de ahí en adelante cambió, casi sin quererlo, rotundamente el rumbo del rock y el pop y para siempre.
Es por eso que en esta nueva etapa los cuatro fabulosos de Liverpool de alguna manera querían dejar su pasado atrás, el pasado de groupies enfervorizadas, de canciones de amor cursis y de mostrar su lado empapado de ternura. La banda, contadas veces tachada como «la más importante de la historia» marcó un antes y después con ese show de esa fría noche del 29 de agosto en San Francisco.
Era su tercera visita a Estados Unidos y el estadio que los albergaba era el Candlestick Park, que curiosamente no logró repletarse, pues de su capacidad que llegaba a las casi 50.000 personas solo 25.000 personas llegaron. Eso sí, se sentía una vibra y fervor como si estuviera completamente repleto. Así al menos lo cuenta en la historia el periodista Ivor Davis, quien estuvo presente en el show y quien es autor del libro The Beatles and me on tour, que retrata justamente las vivencias de la banda en sus giras. «Ellos ya sabían que era el fin de la gira y la única diferencia con los otros conciertos fue que hablaron entre ellos un poco más entre canciones y se hicieron comentarios divertidos en el escenario. La realidad es que ya estaban cansados de las giras y querían irse a trabajar al estudio para hacer música, buenos discos y material de calidad, en lugar de seguir participando de lo que se había convertido en un circo” comentaba, sentenciando muy bien lo que realmente pasaba en la interna de la banda: la sensación de hastío, de cansancio sobre todo por no poder tocar su música en vivo sin que los gritos de las chicas eclipsaran el sonido de sus instrumentos y de que aquello les significara muchas veces la descoordinación en escena. Hubo momentos en que simplemente se perdían en las canciones debido a la estruendosa bulla de los gritos.
Los episodios en la historia de The Beatles y su decisión de dejar de tocar no decantaban solamente en lo de sus frenéticas fans y el escándalo, también un cumulo de sinsabores y malas experiencias rondaban para llegar a tal determinación: en Filipinas hace poco habían tenido uno de sus más magros episodios cuando les habían invitado a una recepción con la esposa del presidente, Imelda Marcos, y Brian (Epstein, mánager) se olvidó, no le dio mucha importancia y simplemente no fueron. Imelda lo tomó como un desaire completamente, se enojó mucho. No los dejaban salir y sufrieron de una especie de secuestro y la gente los odió por aquello. Ello, sin contar que las cosas en Estados Unidos no iban favorables tampoco, ya que los juzgaban drásticamente por los comentarios de Lennon cuando dijo que «eran más populares que Jesucristo». Junto con ello llegaba un fenómeno mediático y la quema de discos a gran escala de parte de los sectores más conservadores. Raya para la suma, para reflexionar y decidir guardar exposición en cuanto a shows, entrevistas, apariciones televisivas y dedicarse netamente a lo musical.
El show
Fue un show rápido. The Beatles quiso salir de él lo más pronto posible: Tocaron sólo 11 canciones (algo bastante mezquino para la vasta selección de hits que habían acumulado hasta ese entonces) ‘Rock and Roll Music’, ‘She’s a Woman’, ‘If I Needed Someone’, ‘Day Tripper’, ‘Baby’s in Black’, ‘I Feel Fine’, ‘Yesterday, entre otras fueron de la partida. John y Paul colocaron una cámara sobre un amplificador durante el concierto y se tomaron fotografías en las que se les ve con el público detrás. También le pidieron a su jefe de prensa que grabara el concierto con una grabadora común, siendo éste el único registro sonoro que ha quedado de aquella ocasión. Cuando la actuación terminó, los cuatro se subieron al camión blindado y se marcharon en él del estadio. Había cierta paranoia además: “Es que de verdad ellos estaban muy asustados”, recuerda Davis, y explica: “Cuando tocaron en Memphis, Tennessee, alguien arrojó un petardo durante el concierto, y no faltaron los que creyeron que le habían disparado a John. La seguridad era algo que en 1966 les preocupaba más que nunca, y por eso habían decidido marcharse en un camión blindado. En otras ocasiones se fueron en una ambulancia. No querían un auto común. Estaban de verdad muy nerviosos» comenta el periodista en su libro.
No fue un show de antología ni de calidad sublime, por cierto, por todo lo expuesto anteriormente, pero vaya que hizo historia por la significancia de ser el último show en un estadio de una banda tan grande e importante para la música.
En 1969, y en el epílogo de su carrera, brindaron ese otro gran show en la azotea de Apple Corps en Inglaterra, pero fue algo muy improvisado y no con carácter de concierto a gran escala y programado propiamente tal, por lo que esa tarde de San Francisco en 1966 seguramente quedó como inolvidable para muchos y fue la última oportunidad de «ir a ver» a una banda increíble en su mejor momento.
Por Patricio Avendaño R.