Conciertos que hicieron historia: Guns N’ Roses en Chicago (1992)
La gira mundial de los Use Your Illusion, entre 1991-93, es uno de los capítulos más contundentes del rock. Promocionó un trabajo fuera de serie, dándole varias vueltas al globo a estadios llenos; e instalando a la pañoleta y el sombrero de copa como un número de clase mundial. Shows kilométricos, otros acabaron antes de tiempo del peor modo —empujando a turbas para que lo destrozaran todo. Contó con teloneros que después se tomaron la escena durante la década; como Skid Row, Soundgarden, Faith No More o Blind Melon. Tuvieron a músicos invitados, especiales, como parte del show —de la clase de Ronnie Wood, Brian May, Elton John, Michael Monroe, Lenny Kravitz, Steven Tyler y Joe Perry. Se hicieron acompañar de coristas y bronces, incluyeron un segmentos acústicos; en otros compartieron el cartel con Metallica, quienes también estaban volando alto —ambos, de paso, abriendo el concierto tributo a Freddie Mercury.
De ese periodo salió un único registro oficial en video: Use Your Illusion World Tour in Tokyo (1992), a esta altura un clásico. Pero se filtró, en formato inédito y filmado de forma profesional, una decena más de ellos; que han endosado el archivo de los coleccionistas —el último de ellos aparecido hace apenas un par de años, uno en la ciudad canadiense de Saskatoon (1993).
Tras la fase inicial de experimentación y logística de 1991 —variando el listado de temas casi todas las noches, viendo cuáles de los nuevos funcionaba en directo o tenía mejor recepción; desde la temporada siguiente se ciñeron a un programa que muy pocas modificaciones tuvo, con un espectáculo aplanador sin importar cuántas veces fuese tocado. Pero hay excepciones a la regla, como lo que se mostró el 9 de abril de 1992; en el estadio techado Rosemont Horizon —que en la actualidad lleva el nombre de Allstate Arena. El mismo que, en algunas disquerías, intenta pasar por original —con el simplón título de Live in Chicago; y es una pobre edición que apenas alcanza a cubrir la mitad, de lo que se mostró sobre el entarimado.
Resulta ser la versión visceral, con esteroides y menos iluminado, del ya mencionado registro japonés —ridículamente prístino, gracias a la edición final. Inició a toda máquina con la triada de Nightrain, Mr. Brownstone y Live and Let Die. Hasta allí todo como siempre, al igual que la primera mitad del set: Duff McKagan tras el micrófono para Attitude, el puente de Voodoo Child entre Double Talkin’ Jive y Civil War, o el asomo del piano de cola para November Rain. Pero con Axl Rose más locuaz de lo habitual, hablando largo y tendido sobre el reciente número de la revista Rolling Stone; donde él fue el artículo central —con principal énfasis en el abuso que vivió de niño, por parte de su padrastro.
Coma fue la gran novedad. Desde la reunión de los integrantes originales, sale a colación todas las noches; pero durante los 90’s sólo se le interpretó cuatro veces, siendo una de aquellas en Chicago. Don’t Cry hizo el remate, cantada a dúo con Shannon Hoon —voz de los ya nombrados Blind Melon, fallecido en 1995. Quien estuviese presente en la pista de estudio, fue invitado un puñado de veces al escenario; pero nuevamente, aquí fue la única vez que quedó grabada en multi cámara para la posteridad.
La recta final se armó de largas duraciones, que si bien muchas aparecieron en diferentes fechas; en muy pocas oportunidades convivieron todas de manera simultánea. Es el caso de Knockin’ on Heaven’s Door, Move to the City y Estranged. Veinte canciones que sobrepasaron las tres horas, a tal nivel que la cinta de video no alcanzó hasta que finalizara Paradise City. Cuando se tenga la duda de qué tan grande era el alcance de Guns N’ Roses, en plena condición de la época moza, este es un perfecto ejemplo. Acostumbrados a sudar la gota gorda bajo los reflectores, aquí lo llevaron un poco más allá; saliéndose del molde.
