Courtney Laplante: «Cada vez que subo al escenario, simplemente no puedo creer que esta sea mi vida»
Hace seis años, Courtney Laplante cuenta que trabajaba de mesera «por la majestuosa suma de 8 dólares la hora». Cuando se lanzó Eternal Blue, tanto ella como su pareja y cofundador Mike Stringer trabajaban para financiar la banda, inventando lo que fuera para empezar a creer en un sueño. Ahora, la vida de ambos ha cambiado vertiginosamente, gracias a su pasión y lograr conectar con miles de fans a través de la música de Spiritbox. Nominaciones al Grammy, shows masivos y un amplio reconocimiento de los propios colegas que un día fueron sus referentes han sido una energía vital para la propia cantante, que no hace mucho lidiaba con muchos problemas financieros y de salud mental.
En su nueva entrevista de portada con Kerrang Courtney habla de aquello y de todas las emociones que ha experimentado con el crecimiento de la banda: «Cada vez que subo al escenario, simplemente no puedo creer que esta sea mi vida», dice. «Que sea la vida mía y de Michael, y que podamos compartirla juntos».
En otra parte de la entrevista admite que se le saltan las lágrimas al ver a niños coger una guitarra y publicar videos de ellos mismos tocando los riffs que escribió su marido. «Ver a alguien tan inspirado por lo que ha hecho Michael me llena de orgullo, tanto de él como de nosotros, haciendo esto juntos», afirma.
Sin embargo, en Spiritbox escuchamos muchos pasajes oscuros que se van revelando a través de sus letras, quizá muy metafóricamente, pero como experiencias de vida real, aunque le cueste reconocerlo. Ahora dice: «Son sentimientos muy íntimos para experimentar frente a miles de personas. Si me conoces y has visto nuestra trayectoria, puedes proyectar la realidad de lo que la gente sabe de mi vida en lo que digo. Pero la mayoría de la gente no me conoce de verdad. Hay mucho más allá de [nuestras experiencias como banda] de lo que tratan esas palabras, y lamentablemente esos sentimientos siempre serán relevantes para mí. Ha sido parte de mí toda mi vida. Nunca supe realmente que se podía tener una experiencia diferente con una enfermedad mental. Durante toda mi vida, simplemente me escabullí, porque se me da muy bien no convertirlo en un problema ajeno.»
«Seguiremos tocando la música que nos sentimos obligados a tocar», dice. «Seguiremos haciendo la música que nos sentimos obligados a hacer. Así será siempre. Así es como se ve el éxito para mí. De verdad que lo es».
