Cypress Hill & Mix Master Mike en Cosquín Rock Chile: Sativa de rap y rock

Cypress Hill & Mix Master Mike en Cosquín Rock Chile: Sativa de rap y rock

Fumaron, rapearon y rockearon

Los originarios de South Gate, California, cerraron el festival Cosquín con una presentación sobria. Los raperos, acompañados por Mix Master Mike fueron una propuesta digna para cerrar una noche que tuvo a Molotov como sus antecesores en la primera versión de este espectáculo creado en Argentina en 2001.

Mix Master Mike, colaborador de las leyendas del hip hop de Nueva York, Beastie Boys, se dio el lujo de comenzar a calentar motores a través de su música propuesta mediante la tornamesa. El DJ hizo un recorrido por varios sonidos destacando canciones en las cuales recordó a la extinta banda de Mike D, Ad-Rock y MCA. “Three MC’s and One DJ” fue una de las más aplaudidas por los asistentes donde improvisó y mezcló con otras antiguas canciones.

Luego de la performance del disc-jockey, entró en escena el cubano-estadounidense Sen Dog para comenzar a dar el inicio a lo que sería una fumarola humana. Se une B-Real y el coliseo comienza a festinar con los californianos. Transversales en todo sentido es el sonido que han sabido cosechar durante más de tres décadas. Es tanto el variado público que los sigue, que hubo desde rockeros hasta raperos, siguiendo la misma tónica que tuvo alguna vez los legendarios Run-D.M.C.

“Tequila Sunrise” es aquella vieja canción de la cuarta placa de estudio de 1998 que mueve a la masa y que contiene un coro pegadizo que hasta niños lo cantaron en el recinto con un inglés bien pero bien chileno. B-Real y Sen Dog fumaron con gran entusiasmo cigarrillos de dudosa procedencia durante la actuación, lo que fue bajando un poco la intensidad de las canciones en cuanto a las voces y el desplante. Sin embargo, a través de su percusionista y Mike pudieron sacar varios momentos para el recuerdo. Uno de ellos, fue cuando rapearon “Insane in the Brain” para un Movistar casi repleto y que “vaciló” la canción descontroladamente, a pesar de los claros que dejaban entre cada estrofa. ¿Habrá influido esos cigarrillos sativos? Nadie sabe.

El final de la jornada lo timbraron con “Rock Superstar”, una obra del Skull and Bones de principios del 2000 y que demuestra esa fuerza que une al rap con el rock. A pesar de que pudieron hacer un show más enérgico, los estadounidenses no se achicaron a la hora de ser el número estelar del día domingo uniendo variados estilos para cerrar la primera versión del festival Cosquín en Chile.

Por Bastián Cifuentes

Nacion Rock

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