Reedición de Pink Floyd: Diez razones para dejarse seducir por el lado oscuro de la luna
Como ya se ha anunciado por todo el planeta, y un cerdo volador que apareció por los aires de Londres a modo de promoción ya lo indicaba, se reedita el catálogo completo de Pink Floyd, hecho que ha estado marcado por presentaciones en programas de TV y un sinnúmero de entregas a través de la red.
El primer y gran disco en reeditarse será nada menos que The Dark Side of the Moon y en Nación Rock te armamos diez razones que demuestran lo grande que fue para la historia del rock:
1) Concepto e idea: De alguna forma Roger Waters, quien es el responsable de toda la lírica del disco, ya había preconcebido la idea de hablar del ser humano, el individuo propio y su forma de relacionarse en la vida misma. El disco plasma todo esto pasando de diferentes estados, desde una relajante cordura, pasando por la avaricia, el envejecimiento, la muerte y hasta los extremos mas oscuros de la mente y la locura.
2) La nueva experimentacion: Si bien Pink Floyd en la era Barret se caracterizó por innovar y experimentar, en The Dark Side toda esta escuela fue llevada a otro nivel, llegaron los nuevos sintetizadores que crearon sonidos incluso mas espaciales, lo cual sumado a grabaciones reversas de guitarras, sonidos externos, percusiones secas y voces extrañas le dieron un nuevo aire a toda esta atmósfera que se estaba creando en el entorno Pinkfloydiano.
3) Destruyendo la métrica: La convencional forma de escribir música en 4/4 curiosamente Pink Floyd la desafió en canciones como ‘Money’ donde de una blusera guitarra terminó por convertirse en un formato de canción de 7/4 que varía a 4/4 durante el impecable solo de guitarra de David Gilmour. No solo en esta canción se jugaría con otras vertientes musicales, el jazz está presente en muchos pasajes de Dark Side.
4) El factor tiempo: Uno de los momentos mas sorprendentes de este disco es cuando llegan estos despertadores y sonidos de alarmas en el paso de la cancion ‘On the Run’ a ‘Time’, la precariedad de los estudios (hablamos del año 1973) hizo que el productor Alan Parsons junto al resto de la banda hicieran una muy manual sincronización de relojes que a punta de señas y cronómetros lograron empalmar el efecto de alarma que la canción en si refleja, una alerta de no desperdiciar tu tiempo ya que en cualquier momento este se acaba.
5) El misterio del prisma: Uno de los artes mas curiosos que la banda ha elaborado seguramente es esta especie de prisma o triangulo atravesado por un rayo que representa la iluminación de los conciertos de Pink Floyd. Rick Wright pretendió un diseño mas sencillo y que conectara con el concepto lírico del álbum. Poco usual y ya a estas alturas totalmente reconocible como un ícono representativo de la misma banda en sí.
6) El gran concierto en el cielo: Uno de los puntos cúlmines en el disco, electrizantes y emotivos sin duda que llega con la canción ‘The Great Gig in the Sky’, el piano de Rick Wright embelesado con la potente y estremecedora voz de la cantante Clarence Torry logra un efecto total en un tema que lleva como concepto la muerte. La anécdota da cuenta que Clarence salió del estudio avergonzada por su forma de cantar e incluso pidiendo disculpas, al escucharla los integrantes de la banda no pudieron quedar mas impresionados con el extraordinario trabajo de la cantante.
7) Las tarjetas de Roger Waters: El disco en su gran parte está compuesto por frases que aparecen en determinados momentos, que no son mas que simples respuestas de algunos personajes a ciertas preguntas. Para esto Roger Waters elaboró unas tarjetas con distintas preguntas las cuales iban desde lo mas simple hasta lo mas extremo, como «¿cual es tu color favorito?» hasta «¿cuál fue la última vez que te pusiste violento?» concordando con los conceptos que protagonizaron la ambiciosa placa. Es así como distinntos personajes fueron respondiendo a estas entrevistas, se escucha al personal que trabaja con la banda como Peter Watts en las risas de ‘Speak to Me’ y ‘Breathe’ o al técnico Chris Adamson que aparece en la apertura diciendo «he estado cabreado muchos años», incluso algunos integrantes de Wings y hasta Paul y Linda McCartney participaron en esta suerte de entrevistas.
8) La experiencia oscura de la luna : David Gilmour dijo «una vez terminada la producción del disco me senté a escucharlo y viví una de las experiencias y momentos mas recordados de mi vida» , como así también dijo » me hubiese gustado escucharlo como cualquier persona, sin haberlo compuesto , esa experiencia nunca la viví ni la viviré y eso me entristece». Por otra parte una vez terminado a Waters lo embargó la curiosidad y corrió a hacérselo escuchar a su esposa, la cual terminó llorando acabando de escucharlo completo. Es aquí donde Waters cayó en cuenta que realmente había algo especial en su obra e iba a tener mas que una reacción emocional en sus fans. El disco mas que el concepto mismo se convirtió en toda una experiencia.
9) Éxito comercial: Como buen punto de inflexión, para Pink Floyd este disco significó la gloria, fama y la consolidación total. Las estadísticas son claras: está dentro de los 25 álbumes mas vendidos de los Estados Unidos, el sexto álbum mas vendido en la historia de Inglaterra y su permanencia de 741 semanas (14 años) en la lista del Hot Billboard 200. Hay estudios que hablan que una de cada 14 personas menores de 50 años tiene una copia del disco. Este hecho marca la diferencia en la industria musical , una pieza concebida con mucha honestidad y criticando la avaricia paradójicamente consiguió que la banda y sus discográficas se enriquecieran hasta un punto sorprendente y a través de los años lo siguen haciendo.
10) La locura y presencia de Syd Barret: El fantasma de Syd Barret es innegable en toda la obra de Pink Floyd , y en este caso no es la excepción. Waters escribió este disco y sobre todo las últimas dos canciones ‘Brain Damage’ y ‘Eclipse’ pensando absolutamente en él y la terrible idea de que llegue un determinado momento de nuestras vidas en que perdamos la cordura, tal como lo hizo el primer líder de la banda. Es un tributo que mas adelante se sucedería en el disco Wish You Were Here (1975), aunque en el caso de Waters lo que siempre ha sido un tributo ha tenido un dejo de eterna huella imborrable en la historia de su vida con Pink Floyd, una especie de enemigo interno vitalicio que siempre lo ha molestado.
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