En el marco de promoción de su reciente disco, Power Up —llegado a estanterías a…
“Dirty Deeds Done Dirt Cheap”: AC/DC próximo a despegar
Albert Productions, 1976
Actos sucios se hacen muy baratos; como dijeron algunos memes con la fotografía del baterista Phil Rudd, en 2014, acusado de querer contratar un sicario para cometer dos asesinatos —hecho que le valió ser desligado de AC/DC hasta 2018. Pero mucho tiempo antes, el 20 de septiembre de 1976, aquel título mostró la segunda producción de Angus Young y compañía. Al igual que su antecesor, High Voltage, contó con una versión australiana y otra internacional; la primera teniendo de portada una caricatura en un salón de pool, la segunda con una fotografía hecha por el colectivo Hipgnosis —célebre, en especial durante los 70’s, por el catálogo a gran cantidad de bandas de renombre y sobre todo Pink Floyd. La única de toda la discografía que muestra a personas, ajenas a la banda, y con un deslavado logotipo en cursiva.
Como de costumbre, previa a la irrupción mundial, el sitio escogido fue los Estudios Albert de Sídney; encargándose de las perillas Harry Vanda y George Young —el hermano mayor de Angus y Malcolm. Y es la ya mencionada pista homónima la que da inicio; siendo además el punto más alto de la entrega, prosperando siempre en concierto. Un tema macizo y monolítico, donde resalta el recurso de las segundas voces, que tomó por inspiración una caricatura de comienzos de los 60’s —Beany and Cecil; específicamente en el villano que allí aparecía, Dishonest John cuya tarjeta de presentación decía “Dirty Deeds Done Dirt Cheap. Holidays, Sundays, and Special Rates”. El número telefónico que aparece en la letra, 36-24-36, puede prestarse también como perfectas medidas anatómicas femeninas contadas en pulgadas. Junto con el insigne y desgarrador grito al cierre, cortesía del encargado de las seis cuerdas, está la mención a un par de canciones que aparecieron en el debut: TNT y High Voltage.
Love at First Feel, cuasi balada de textura áspera muy a la Bon Scott, le da paso a Big Balls; título que recuerda a la anterior She’s Got Balls, aunque esta vez refiriéndose en específico a la coctelería —de todas maneras prestándose al doble sentido, conociendo el sentido de humor por el que también son conocidos. La licencia para el desorden de Rocker, perfecta para ellos, seguida de Problem Child; otra destacada y que al año siguiente fue re-tocada para Let There Be Rock, en esta primigenia versión teniendo un retorno que a posterior fue omitido. There’s Gonna Be Some Rockin’, apacible medio tiempo, a la par con la larga duración Ain’t No Fun y Ride On —tocada en vivo una única vez, en París, debido a la muerte el día anterior de John Lee Hooker (2001). El cierre quedándole, con una vibra similar, a Squealer; pero en la edición local siendo Jailbreak —que allí y en Reino Unido incluso fue single promocional; el resto del planeta recién conociéndola a través del EP ‘74 Jailbreak (1984), de temática forajida irónicamente fue la única que contó con videoclip. La otra que no figuró, a nivel global, fue el riff seco de R.I.P. (Rock in Peace); dándole lugar a las ya mencionadas Love at First Feel y Rocker.
Un joven AC/DC, aun contando en el bajo con Mark Evans —al año siguiente siendo reemplazado por el vitalicio Cliff Williams. Sería esta colección su último lazo con el amateurismo de la primera etapa; puesto que con su sucesor, Let There Be Rock (1977), ya darían de qué hablar en términos mayores. Dirty Deeds Done Dirt Cheap, todavía teniéndolos contenidos, se sigue atesorando como uno de los cinco míticos trabajos en donde estuvo presente Bon Scott; valiendo su peso en oro.