Disco Inmortal: Accept – Metal Heart (1985)
RCA Records / Portrait Records, 1985
Muchísimas bandas metal han sido castigadas por la crítica, o por sus propios fans, desde la irrupción del género, por proponer variantes que se escaparon de lo puro y duro del estilo. Sería un buen tema para discutir si esas propuestas más comerciales fueron sinónimo de estar reñido con la calidad musical; y si esa discusión se diera, sin duda que “Metal Heart” de Accept escaparía al prejuicio. El sexto disco de los alemanes, lanzando en 1985 y que seguía a una obra soberbia como fue “Balls to the Wall”, un estruendo de heavy metal en estado absolutamente puro, tenía una tarea gigante porque se iba a caracterizar por líneas mucho más melódicas, las que facilitaron la llegada de la banda al mercado norteamericano; sin embargo, esto no significó sacrificio de calidad, al contrario, fue una manifestación de perfecto equilibrio entre hard rock y heavy, el que se desprende en cada tema y que lo convirtieron en una muy buena opción para las radios. “Metal Heart” contó con la producción más que prolija de Dieter Dierks, un habitual colaborador de Scorpions.
El inicio es demoledor y separa a la banda de lo que se definió, en esos tiempos, como “comercial”. El tema “Metal Heart” es heavy pero muy sensible a la vez, al incluir un trozo de la “Marcha Eslava” de Tchaikovski y una adaptación de la conocidísima “Para Elisa” de Beethoven, la que se intercala de manera perfecta en el solo de Wolf Hoffman. Además, tiene coros sensacionales, inconfundibles, marcados por la fuerza inagotable del célebre Udo Dirkschneider. El ejercicio de mezclar metal con lo más clásico y fundacional de la música universal, dio como resultado una canción de gran calidad, con brillo propio y que rápidamente se convirtió en un clásico distintivo, que permitió identificar a la banda donde fuere. Con los años, se ha ganado un respeto y provocó lo mismo hacia los alemanes.
“Midnight Mover” tiene un coro que engancha a la primera, un muy buen trabajo de guitarra más clásica y es un imperdible en los shows en vivo por la vitalidad que desprende. “Up to the Limit” es una colección de riffs y voz potentes, todo se eleva a un nivel de calidad por sobre la media y es un resumen perfecto de la propuesta de Accept. “Wrong Is Right” no da respiro. Un gran solo, una ajustada rítmica y los gritos de Udo, sobre todo el del comienzo, hablan de una representación bestial de heavy metal. El disco, hasta el momento, es sólido.
“Screaming for a Love Bite” es impresionante, sobre todo el riff del inicio. Si bien es más radiable que las anteriores, no pierde fuerza por eso y cayó bien al oído norteamericano. “Too High to Get It Right” suena más sencilla y uno cree que no va a sorprender, sin embargo, viene el estribillo letal que, efectivamente, deja la canción muy en lo alto. “Dogs on Leads” y su inicio calmado pero que avanza hacia la rapidez, para luego regresar al tono lento, en un buen juego de velocidades. Wolf se despacha un gran solo. “Teach Us to Survive” es más lineal, sin tanta sorpresa, mientras que las dos del final son muy potentes. “Living for Tonite” y “Bound to Fail” proponen más movimiento y ganas de torcer el cuello, lo que provoca un cierre redondo.
La portada no da lugar para interpretaciones. Hace referencia a la tecnología, en una imagen que hoy nos podría parecer ridícula, pero que en 1985 significaba una reflexión acerca de cómo el avance tecnológico llegaría, un día, hasta el corazón de las cosas, volviéndolo todo artificial. Discusión muy actual, en todo caso. Entre dos macizos trabajos, como “Balls to the Wall” y “Russian Roulette”, este “Metal Heart” es un punto igual de alto en la discografía de los legendarios Accept, incluso, muchos críticos lo califican con máxima puntuación, ya que no sacrificó esencia en merced de oírse más accesible, al contrario, puso la voz aguda y única de Udo y la fuerza característica de las cuerdas al servicio de un disco que resulta trascendental en su equilibrio y se destaca con claridad, dentro de las tantas joyas que nacieron en el metal de los 80’s.
Macarena Polanco G.
