Disco Inmortal: Faith No More – King for a Day… Fool for a Lifetime (1995)
Slash Records / Reprise Records, 1995
Era mitad de los años ’90 y Faith No more publicaba un álbum que finalmente los catapultó al reconocimiento a nivel mundial. El antecedente claro del momento que vivió la banda de Mike Patton, fue cuando de pronto los problemas comenzaron y el guitarrista Jim Martin dejó el grupo debido a diferencias con Patton y los otros miembros del grupo, luego de la grabación de «Angel Dust». Llegó 1995 y Faith No More comenzó a grabar el álbum «King for a Day… Fool for a Lifetime» con el nuevo guitarrista Trey Spruance, en el que se convertirá en uno de los discos más importantes e icónicos de la década.
Toda la furia, la extrañeza cautivadora y los acordes hipnotizantes sumados a la voz portentosa de Mike Patton están presentes en un álbum que marcó un antes y un después en la carrera del grupo. El viaje comienza con la canción “Get Out”, un tema rápido y explosivo de corta duración que nos va preparando para lo que se viene, los gritos de Patton están presentes en la canción y la poderosa batería de Mike Bordin suena fuerte sin descanso y sin contemplaciones. Es el principio de una fiesta de riffs desbordantes, furia, pero también bastante diversidad musical.
Un clásico de Faith No More es la pieza que viene a continuación, “Ricochet” suena a todo volumen con las guitarras de Spruance y Hudson dándole un toque de rock duro y misterioso impresionante a un tema que hasta el día de hoy es de los más recordados por los fans del quinteto californiano. Patton canta con rabia un tema que trae consigo oscuridad y misterio, en una letra que habla sobre un amor tormentoso y también sobre el sufrimiento que termina devolviéndose a la persona que tanto daño nos hizo.
Si hay que elegir el mayor y más popular hit de Faith No More, el track debería ser “Epic” o la siguiente canción del disco que estamos revisando, “Evidence”, que suena elegante con el bajo de Billy Gould y el atrapante sonido del teclado del tremendo Roddy Bottum, con un toque exquisito de jazz y la voz de Mike Patton en un estado de gracia, estamos ante una de las mejores canciones del grupo, un clásico que en cada concierto que brinda Faith No More es cantada a todo pulmón por los incondicionales fanáticos del conjunto. “Evidence” provoca el efecto de subirse a una máquina del tiempo que nos deja en algún lugar en los años 50 o 60, con ese exquisito ritmo old school que no podemos dejar de escuchar.
“The Gentle Art of Making Enemies” retoma los sonidos de rock más duro y rápido que tanto le acomodan a la banda, en un tema que está lleno de ironía, dando a entender que muchas veces es más fácil hacer enemigos que amigos. A continuación “Star A.D” es un track que marca una diferencia en el álbum ya que cuenta con trompetas de fondo, lo que nos da un componente más funk y festivo, demostrando lo mucho que Faith No More juega con los diferentes estilos y sonidos musicales.
Posteriormente nos adentramos en una canción bizarra que está marcada por esos gritos tan conocidos por parte de Mike Patton, “Cuckoo for Caca” suena como una canción de estilo experimental, muy en la onda de Mr. Bungle, otra de las bandas del multi facético Patton. Cualquiera que escuche un disco de esta banda se dará cuenta rápidamente que Faith No More va navegando por diferentes estilos y sonidos, sin caer nunca en la monotonía ni en la repetición, lo que le brinda un sello distintivo y original al grupo californiano y a este disco.
El séptimo track es una delicia llena de bossa-nova, con una elegancia digna de uno de los mejores grupos de rock de la historia. “Caralho Voador” es una claro tributo del grupo a los ritmos brasileños, incluso escuchamos frases en portugués cantadas por Patton. Es una canción simple, pero al mismo tiempo encantadora ya que podemos ver una nueva faceta que nos entrega el conjunto y está claro que no decepciona.
La segunda mitad del álbum comienza con “Ugly in the Morning”, track que cuenta con guitarras llenas de fuerza y potencia, sumadas a un Patton que canta lleno de rabia y locura. “Digging the Grave” es el noveno tema del disco y lo cierto es que todo va en alza, la canción provoca ponerse a saltar sin parar cantando el coro a todo pulmón, a medida que vamos avanzando en el álbum, Mike Patton nos va dejando atónitos con su extraordinaria capacidad vocal, no hay ninguna duda que este bizarro personaje está en la elite del rock como uno de los frontman más carismáticos y versátiles de todos los tiempos.
https://www.youtube.com/watch?v=CANh13XKFVk
El décimo tema es un favorito personal, una canción llamada “Take This Bottle” que nuevamente deja claro la espléndida versatilidad de Faith No More. La canción tiene un toque nostálgico, con un bello piano y un ritmo más lento y pausado, es una de las joyitas menos conocidas del grupo y vale la pena escucharla y apreciarla. Pareciera ser una canción romántica debido al ritmo que tiene, pero realmente es un tema triste que habla sobre esos momentos de tristeza donde queremos estar solos sumidos en nuestra pena.
En la recta final del disco Faith No More mantiene una calidad que no disminuye, “King for a Day” es el décimo primer tema y lo cierto es que no decepciona. Es una canción fantástica ya que tiene un sonido más calmo, pero que se mezcla con un momento de rock puro donde nuevamente escuchamos los gritos llenos de rabia de Patton, en una tonada con una letra llena de sarcasmo y eficacia que se adentra en lo que sentimos los seres humanos en días tristes y oscuros, donde lo único que queremos es ser reyes al menos por un día.
Después de un rato de calma y sonidos más pausados que evocan a la nostalgia, vuelve la rapidez y la intensidad con ‘What a Day’, una canción veloz que suena muy fuerte, con una corta duración, pero que atrapa desde su primer momento con su potencia y locura tan característica del grupo. Los últimos dos tracks del álbum traen consigo un toque exquisito de nostalgia y emoción. “The Last to Know” es la penúltima canción del disco y nos transporta a un lugar triste y misterioso, con un sonido típico de la banda californiana,
«King for a Day…» culmina con el inolvidable clásico “Just a Man”, un himno que se transformó en uno de los temas imprescindibles del grupo y también ¿por qué no decirlo?, en una canción emblemática de los años 90. Con un ritmo pausado y el acompañamiento de voces femeninas que se unen al canto de Patton, el resultado es una tonada muy bella, llena de esperanza, positivismo y fe. Es un final impecable que reafirma toda la calidad de una banda como Faith No More, llena de misterio y con una exquisita rareza que los convirtió en una banda épica, en un álbum que sin lugar a dudas tiene que estar en la lista de cualquier rockero que aprecie algo distinto, lleno de magia y que ciertamente es muy difícil de repetir.
Por Juan Esteban Rojas