Disco Inmortal: Nirvana – In Utero (1993)

DGC Records, 1993

“Queríamos homenajear”, dijo Kurt Cobain en una entrevista realizada en 1992 para avalar la naturaleza que tendría la tercera placa de Nirvana. In Utero fue el título en latín que utilizaron los oriundos de Aberdeen para nombrar este trabajo que llegó a ser número 1 del Bilboard en 1993.

Lleno de complejidades y con expectativas algo temerarias por los fans y la crítica, el último disco de Nirvana venía a brillar con luz propia para dejar atrás la piedra angular del grunge, el excelente Nevermind de 1991. Los problemas con las drogas de Cobain eran constantes, además de los temas personales del vocalista con Courtney Love. Todo hizo dudar por varios momentos que el último retoño de la agrupación no nacería y se quedaría paradójicamente solo en el útero del estudio de grabación.

Los problemas no fueron mínimos para la realización de un disco que sobrevive hasta el día de hoy de manera innata y en el cual se tuvieron muchas expectativas que jamás desentonaron. Pero para que fuese así, los de Washington tuvieron que contratar al productor de una de las bandas favoritas de Cobain, como es R.E.M., que ostentaba a Scott Litt. Sin embargo, no fue el único que colaboró en la producción pues Steve Albini también fue parte de ello para que no sonara como el Nevermind, pero el primero hizo un trabajo acucioso en cuanto a las voces del álbum.

Cobain escribió letras muy profundas y sensibles para elaborar el material final que estaría en el disco. Abriendo los fuegos de esta obra, nos encontramos con “Serve the Servants”, que es precisamente una canción muy profunda realizada por el frontman para hilvanar una serie de sucesos que lo habían marcado y que también estaba protagonizando. Los problemas con su progenitor, el divorcio de sus padres y el trato que tenía el medio hacia Love le significaron la obtención de esta premisa. Sin embargo, el vocalista también hizo una suerte de sentimentalismo hacia lo conseguido con Nevermind y escribió: «Teenage angst has paid off well / Now I’m bored and old» («La angustia adolescente ha pagado bien / ahora estoy aburrido y viejo»).

“Heart Shaped Box”, es la canción que podría definir muy bien a este álbum en cuanto a lo que la banda quería entregarle a su público y fue el primer estandarte de la placa en ser editado como single para promocionar el álbum. La caja en forma de corazón, le costó una enormidad a la banda para sacarla adelante pues no daban con la tonalidad que quería Cobain. “Durante las prácticas, yo estaba tratando de esperar a que Krist y Dave lograran hacer algo con ella, pero sólo se convertía en estruendo todo el tiempo”, dijo en una entrevista el guitarrista y vocalista sobre la composición del tema. La elaboración del video estuvo a cargo del director y fotógrafo, Anton Corbijn, quien ya tenía trabajos con Depeche Mode y la clásica “Personal Jesus” y con U2 para hacer el clip del himno “One”. El video fue todo un éxito y recibió buenas críticas, que le valieron a la banda ser rotado constantemente en las grandes cadenas musicales.

El punk fue la característica de este trabajo y en “Dumb” con “Pennyroyal Tea” se grafica con aquellos toques inquietos y explosivos, además de aquella voz raspada, para que no se perdieran las características que llevaron a la gloria a los estadounidenses. “Frances Farmer Will Have Her Revenge on Seattle”, es una canción que fue escrita en una suerte de biografía propia de Cobain pero con matices de lo que fue hacia la actriz Frances Farmer, quien tuvo muchas controversias en su vida, debido a la esquizofrenia, el alcoholismo y las múltiples cuñas que entregó para defender su ateísmo. Es por ello, que Kurt tuvo una revancha para demostrarle al mundo lo que sentía. La hija de Cobain y Love tiene por nombre Frances, pero no es en honor a la controvertida actriz sino que a Frances McKee de The Vaselines.

“Un hombre viola a una mujer, es enviado a la cárcel, y termina siendo violado allí”, argumentó Cobain a las feministas que catalogaban a “Rape Me” como una realización poco consecuente de un artista hacia las féminas. El vocalista en más de una vez, tuvo que quebrar aquel voto de silencio y tuvo que salir a explicar el significado que quería demostrar con esta obra. Incluso, la canción fue un constante blanco de polémicas, que llevó a que una cadena de supermercados cambiara el nombre a «Waif Me». Las polémicas siguieron y MTV les prohibió que la tocaran en 1992 en los Video Music Awards; sin embargo, la banda grunge interpretó los primeros acordes para luego cambiar radicalmente a “Lithium”. A más de algún productor y magnate de la cadena de televisión se le paralizó el corazón por aquella humorada, que llevó a retirar esa parte de la canción en las posteriores repeticiones del momento. Dave Grohl también dejó su sello en esta emisión televisiva y le mandó un saludo bastante irónico a Axl Rose.

“All Apologies” cierra el disco estadounidense (el europeo contiene «Gallons of Rubbing Alcohol Flow Through the Strip») de forma increíble. Fue el segundo sencillo del álbum, pero no tuvo videoclip oficial, siendo rotado por MTV con la versión que tuvieron gracias al Unplugged. De tono oscuro y sombrío, el significado de la canción es incierto por todo lo que comunica, dejando varios mensajes que iban directo a su familia. El track tiene ciertos parecidos a obras de los Beatles, pero los riffs implementados hacen desconocer aquello, para que fuese una obra propia de Nirvana. La distorsión que acompaña a las últimas estrofas son puntos excelsos que son expuestos con la frase “All in all is all we are” (“Al fin y al cabo es todo lo que somos”).

In Utero volvió a Nirvana a sus bases tanto punks como melódicas y dejaron entrever que serían las formas que comenzarían a implementar en sus próximos álbumes. No obstante, todos sabemos el desenlace de la historia del frontman de la banda, dejando a esta última obra como un excelente disco que destacó por único y que no puede ser comparado de manera ligera con el Nevermind. La tercera placa de la agrupación tuvo muchas expectativas y vaya que las valieron pues el número 1 en Bilboard no fue solo éxito sino que un trabajo más allá, tanto de composición como de producción. El arte de la portada que estuvo a cargo de Kurt Cobain junto a Robert Fisher deja de manifiesto el nacimiento y muerte de lo que sería la última obra en estudio de Nirvana.

Por Bastián Cifuentes A.