Disco Inmortal: Pantera – Far Beyond Driven (1994)

Disco Inmortal: Pantera – Far Beyond Driven (1994)

East West Records, 1994

Para 1994 Pantera no tenía ya mucho que demostrar porque ya lo había demostrado casi todo. Lejos quedaban los años en que la banda lucía looks glam y pasaban de ser los granjeros tejanos que hacían covers de Kiss o tocaban algo ya explotado. Pantera con «Vulgar Display of Power» (1992) habían conquistado el trono del metal mundial, gracias a una reinvención sonora, un estilo y actitud única para lo que habíamos escuchado y visto en aquel entonces.

Pero aun así la banda iba por más: el productor Terry Date contaba a VH1: «Para este álbum teníamos que sonar más pesados que en «Vulgar» (y vaya que difícil se auto engendraba una tarea). Lo propio decía Phil Anselmo «Cada álbum tenía que superar al otro». Dicho y hecho (al menos hasta esta etapa de la banda) ya que salido este brutal «Far Beyond Driven» se tomó los primeros lugares de los charts de una manera drástica y radical, como la misma música que emana de esta genial placa de los vaqueros del infierno.

Desde esa portada tan significativa de un taladro pasando por un cráneo (qué forma de representar gráficamente bien lo que es el álbum) y pasando por cada uno de sus tracks, este es un álbum bestial, directo, y sí, más pesado incluso que el anterior, con el gran Dimebag Darrell bajando el tono de su guitarra incluso para cumplir el propósito. La entrada con ‘Strenght Beyond Strenght’ es un lujo que se dan, pocas canciones habían sonado con tanta furia hasta ese entonces, Anselmo excede su garganta hasta un punto cúlmine. La verdad es que lo entrega todo, y tal como cada integrante de la banda, es un álbum de metal furioso en que todos ponen sangre, sudor y cojones.

‘Becoming’ es lo que sigue y simplemente no se pueden creer esos riffs y brutalidad en la batería gentileza de Vinnie Paul. Ya a estas alturas el gran Dime era considerado un Dios, un verdadero héroe del metal y que nos deleitaba tal cual tanto en estudio como en vivo con su guitarra. Las arremetidas y slide de este tema son geniales. Anselmo por su parte hablando del aislamiento, la soledad y esa especie de transformaciones que estaba sufriendo debido a sus constantes dolores de espalda por estos días y que daban mucho que hablar.

Aunque fue un disco muy brutal, también fue un disco de ‘hits’ si es que se le quiere llamar así: Desfilaban temazos que contenían mucho gancho y melodía: ‘I’m Broken’ se convirtió en himno a su dolor físico, lo propio con la gran ‘Five Minutes Alone’ y su espectacular y asesino ritmo o la misma ‘Becoming’. La entrada del disco fue fulminante y determinante para su éxito.

Aunque fue un disco muy brutal, también fue un disco de ‘hits’ si es que se le quiere llamar así: Desfilaban temazos que contenían mucho gancho y melodía: ‘I’m Broken’ se convirtió en himno a su dolor físico, lo propio con la gran ‘Five Minutes Alone’ y su espectacular y asesino ritmo o la misma ‘Becoming’. La entrada del disco fue fulminante y determinante para su éxito.

Pero habían muchas canciones más: «Good Friends and a Bottle of Pills» nuevamente nos ponía a Phil Anselmo al frente y con el montón de analgésicos que tomaba para ‘curar’ su dolor, algo que terminó por hacerle más daño aún. Con la frase tomada de un álbum de su ídolo Ted Nugent «Good Friends and a Bottle of Wine», brutalmente contaba esta historia. ‘Slaughtered ‘ y su escalera de riffs era dominante absoluta, mientras que ‘Shredding Skin’ hacía lo propio a su manera. ‘Hard Lines Sunken Cheeks’ nos mostraba cuanto idolatraba al doom de Black Sabbath la banda para convertirse en un furioso speed metal de la puta madre luego. ‘Throes of Rejection’ y su machacante y siniestra marcha también tuvo su digno lugar en el disco. Asombrosa.

Y claro, Pantera en esos años rendía más que nunca tributo hacia una de sus bandas referenciales totales como los mencionados Sabbath, su cover de ‘Planet Caravan’ es una delicia, porque ya era difícil enfrentar esa sicodélica melancolía de la original, el gran Phil Anselmo dejaba de lado sus derroches exagerados de testosterona para mostrar un lado más sutil en una gran interpretación de esta balada de los de Birmingham. Notable.

Fue quizá el último gran disco de Pantera, de esos contundentes, en los que había pocos ‘peros’ que ponerle, sino que todo lo contrario. La razón estuvo clara para lo que seguiría: el alejamiento cada vez más prolongado de Anselmo con la banda, su adicción al alcohol y las drogas para ‘matar el dolor’, egos entrometidos y todo lo que eso derivó finalmente después. Los últimos días de verdadera gloria de la banda, los multitudinarios shows, cuando estaban unidos honestamente como grupo y al frente de todo un nuevo sonido que estaba naciendo, nunca se vio mejor proyectado en este trabajo, un absoluto imprescindible de la banda y de la historia del metal.

Patricio Avendaño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *