“Garage Inc.”: la honesta reverencia de Metallica a sus influencias

Elektra, 1998

Desde 1991 que no es fácil ser Metallica. A pesar que ese año lanzaron su obra más universal en éxito y ventas, los fans ortodoxos no perdonaron la renuncia al estilo thrash que habían fundado en los ’80, donde dieron vuelta la escena y crearon clásicos que no han podido ser igualados por bandas de tiempos recientes. Y para colmo de males, luego vinieron “Load» y «Reload» y la bomba siguió estallando. ¿Qué hacer entonces para sacarse el estrés y las críticas?, nada mejor que desempolvar los discos que los influenciaron, volver al pasado y darle una vuelta de tuerca a esas canciones sagradas para la banda.

Así ve la luz “Garage Inc.”, producción a cargo de Lars Ulrich y James Hetfield junto a Bob Rock y Mark Whitaker. El álbum, editado en 1998, ha vendido más de 6 millones de copias y aunque solo el primer disco fue grabado para el caso (el segundo fue un cúmulo de material ya publicado en EPs y lados B), el conjunto sobresale como una creativa mirada hacia temas de los ’70 y ‘80, algunas incluso con otras estructuras musicales y que los Metallica pudieron llenar de renovada personalidad, sin fijarse en que varias tenían cartel de intocables.

“Garage Inc.” reúne no solamente temas de bandas heavy metal, sino que agrega un compendio de influencias mucho más amplia, sonando refrescante por su bien tratada variedad de estilos (metal, punk, hard rock, southern, etc.) y sacándolos, por un momento, de ser el blanco de las críticas.

El disco 1 es muy novedoso y refleja el sonido que tenía Metallica en ese tiempo, alejándose de aquellos trabajos temáticos que rendían homenaje a un género específico (como sí ocurrió en “Garage Days”, donde el foco fue la NWOBHM y el punk ochentero), mientras que el disco 2 rescata canciones más conocidas y con versiones, en su mayoría, descomunales.

“Free Speech for the Dumb”, clásico de los grandiosos Discharge, abre este viaje por 30 años de rock duro y suena directa, como sacada justamente del garage; fantásticas guitarras que dejan servida la mesa para recibir la avalancha hardcore-punk NWOBHM de “It’s Electric”, creación de Diamond Head, una de las bandas de cabecera de Metallica, mientras que “Sabbra Cadabra” es una de las mejores versiones jamás hechas, porque reemplaza ese aire retro de la original por un pegadizo riff principal y un intermedio que se afirma en toda la línea melódica del “Sabbath Bloody Sabbath”.

Esta es solo una muestra de lo bien que le sientan los covers a Metallica, nunca son réplicas de las originales y se plasma un proceso cuidado de “aggiornar” la pieza que tienen por delante. Algo similar pasa con “Turn the Page”, la cual no pierde ni por un minuto el sesgo melancólico y denso de la primera, a pesar del riff distorsionado que hace olvidar los arreglos de la original y que la ponían en la vereda más soul; distinto caso a “Tuesday’s Gone”, la cual también baja los tonos pero respeta mucho a la canción de origen y no logra sobresalir, justamente porque no tuvo esa segunda mirada que la banda le pone a sus propuestas.

“Die, Die My Darling” es otra de las geniales adaptaciones de este disco; desborda rapidez y James te manda al infierno con su tono amenazante. Y hablando de resultados demenciales, ¿Dónde dejamos a “Astronomy”?. Los infravalorados Blue Oyster Cult hicieron de esta canción una oda al misterio, muy progresiva, elegante, mientras que Metallica la transformó en un medio tiempo con ritmo ascendente. Retomando el metal, “Garage Inc.” presenta un merecido homenaje a Mercyful Fate, con más de 11 minutos que repasan los mejores extractos de esta fantástica banda danesa al estilo Metallica. “Whiskey in the Jar” quedó como un buen hard rock versionando a los privilegiados Thin Lizzy y, nuevamente, otro guiño a los tremendos Discharge con “The More I See”; está muy bien estructurada y los de San Francisco la hacen crecer considerablemente, le aportan mucha garra y harto thrash en ese machacante riff, hasta el bajo de Newsted toma protagonismo.

Vamos al disco dos, el cual está vinculado a esa época sagrada y, por lo mismo, muchas de estas versiones forman parte habitual del setlist de la banda. Caso del golpe de knock-out que es “So What” de Anti-Nowhere League, corta y directa, con riffs que no se detienen y que sostienen esa aura punk furiosa muy presente en cada nota. “The Wait” se luce por el ritmo y la distorsión del bajo; la letal “Last Caress/Green Hell” de Misfits, que sumadas a la grata experiencia con Discharge, confirman que a los 4 jinetes el punk les sienta muy bien. De esta sección, es digno de todo elogio lo que hicieron con “Stone Cold Crazy” de Queen, a la cual vistieron de puro thrash sucio y demencial.” Am I Evil?” de Diamond Head, les quedó impresionante y es realmente vigorosa; en vivo es descollante la fuerza que logra esta versión. Lo mismo que “Breadfan”, de Budgie, la cual tocan muy seguido en directo porque su adaptación no pierde vigencia.

“Garage Inc.” es un muy buen acierto de Metallica justo en la época en la que todos querían odiarlos. Es un álbum bien equilibrado pues el fan de la primera época gozará con el disco 2, mientras que los oyentes que aparecieron tras el “Black Album” se deleitarán con el disco 1. El conjunto es una joya y se gana su lugar como uno de los mejores discos de covers del rock, sino el mejor.

Si la mayoría de los temas suenan más atractivos que las versiones originales, es porque es un gran disco, que se sale de la rúbrica del homenaje y se codea con el mérito de hacer crecer una canción desde otra mirada musical, al tiempo que valorizan aún más el legado de bandas que han quedado en el pasado y que para muchos son desconocidas. Sin importar de qué etapa de Metallica eres fan, este “Garage Inc.” es una carta de presentación que te explica el por qué son una banda totalmente consagrada y no solamente a partir de sus propias canciones. Y si no eres fan, tendrás que aceptar que frente a ti hay un proceso creativo sumamente bien logrado. Le pese a quien le pese.