El día que Sonic Youth conoció a Nirvana

El día que Sonic Youth conoció a Nirvana

Si bien la historia nos ha dejado claro que son bandas algo «hermanas», aunque claramente hay diferencias -no tan grandes, pero sustanciales- en su sonido, la relación de Sonic Youth con Nirvana es evidente con el paso de los años. Y no fue ligado solamente a un sonido o a una escena, sino a que giraron juntas, compartieron, crecieron y se encariñaron. Kim Gordon no esconde su aprecio al hablar de Kurt Cobain y en las páginas de sus memorias en su libro «la Chica del Grupo» dedica un capítulo a su primer encuentro con la icónica banda de Seattle, ocurrido en julio de 1989 y que hoy rescatamos.

Era finales de los 80’s y la banda se acercaba al grunge, aquel movimiento que ya había dado que hablar desde mediados de aquella década. Porque sí, Sonic Youth observaba lo que pasaba con estas bandas que estaban generando un sonido que tuvo bastante influencia de ellos mismos, pero no con desdén, más bien con admiración y curiosidad. El acercamiento con  los insignes Mudhoney fue tan así que la banda decidió hacer un split, donde versionaron la icónica «Touch Me I’m Sick» de los de Seattle, mientras ellos hacían lo propio con «Halloween», ese reposado tema de «Bad Moon Rising» (1985) de la banda de Moore y Gordon. Pero esa necesidad, esas ganas de acercarse al sonido de los de la provincia de Washington, nunca iban a quedar tan satisfechas hasta el encuentro con la banda que la estaba rompiendo ya a esas alturas: Nirvana.

«Nirvana eran fantásticos en directo y tanto Thurston como yo, como el resto del mundo, nos identificamos inmediatamente con aquella mezcla de buenas melodías y disonancia», escribio Kim sobre ellos, poniendo el acento en un detalle no menor: «Nirvana parecían en parte hardcore, en parte Stooges, pero como usaban aquel efecto cursi, el del pedal Chorus, eran más new wave que punk. Nadie más podía usar aquel pedal Chorus- que produce el efecto brillante que se escucha en la guitarra de la intro de «Come As You Are», por ejemplo- y seguir siendo punk.», cuenta sin dejar entrever su admiración por tal «logro». Y es que tiene mucha razón, porque quizá esa fue la jugada mágica de que alguna u otra forma los hizo tan legendarios.

Pero la música de Nirvana como bien sabemos no se vale solo de sus instrumentalización y eso también destacaba Kim en el encuentro que tuvo con la personalidad de Cobain y su forma de interpretar: «como interperte, Kurt Cobain era increíblemente carismático y parecía estar muy en conflicto consigo mismo. Podía estar tocando una bonita melodía y, al minuto siguiente, destrozar todo el equipo. Personalmente, me gusta cuando las cosas se desmoronan- eso es entretenimiento de verdad, deconstruido-.»

El lugar 

Fue exactamente en la sala de conciertos Maxwells, en Honoben, Nueva Jersey y Kim fue invitada por el director de Sub Pop Records, Bruce Pavitt a ver a la banda en vivo, dado que si había un ligazón con Mudhoney, de seguro que Nirvana iba a encantarles, decía el legendario hombre del sello. La primera noche, por cierto, que SY presenció a Nirvana no fue una de sus mejores. En ese período Cobain lidiaba con la salida del segundo guitarrista Jason Everman.

No quedaron satisfechos del todo, tanto Kim com Thurston, y al dia siguiente nuevamente fueron a verlos. Esta vez en el Pyramid Club del East Village el 18 de julio.  «El club estaba prácticamente lleno».

Aparte de aquello, Kim recuerda algunos memorables asistentes: «me sorprendió encontrarme con Iggy Pop», cuenta, «pero me imagino él también quería ver a qué se debía tanto alboroto. «. Aunque también cuenta que pese a que Krist y Kurt destrozaron sus guitarras y batería, pareció no sorprenderle tanto. Vamos que era Iggy, que desde los setenta que estaba acostumbrado al desmadre escénico. Esa noche todo terminó en el backstage donde Kim y Thurston finalmente tuvieron su primer encuentro cercano con Cobain. 

«Kurt parecía pequeño, más o menos de mi misma altura. Tenía unos ojos grandes, llorosos y levemente atormentados. No sé porqué, pero inmediatamente sentí afinidad con él. Una de esas clases de conexiones mutuas en plan «veo que también tu eres una persona hipersensible y emocional». A Thurston no le pasó lo mismo, escribió en su libro Kim, agregando que no por ello no notó la conexión que habían tenido.

Kim a través de los años solo ha dejado palabras de admiración con Kurt, aunque aún piensa en lo absolutamente devastador y caótico que debe haber sido su relación con Courtney Love «alimentada por la droga» (muchas veces Kurt acudió a Kim por consejos sentimentales). En su definición sobre Kurt arriba del escenario plasmó cosas como que «Era sorprendente la cantidad de energía emocional que salía de lo más profundo de su cuerpo- un áspero torrente de voz-. No eran gritos ni chillidos , ni siquiera actitud punk, aunque sonara sobre todo a eso. También había momentos en que su voz era tranquila, grave, parecida a un gemido, en los que Kurt parecía estar medio ronco, y entonces se tiraba contra la batería, que, con su ira y su frustración, parecía querer destrozar por completo. Siempre parecía estar actuando en su propia contra.»

Nacion Rock

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