“For Those About to Rock”: el cañonazo de AC/DC

“For Those About to Rock”: el cañonazo de AC/DC

Albert Productions / Atlantic Records, 1981

Se trataba de una banda con paulatino ascenso desde mediados de los 70’s, y que sufrió la muerte de su vocalista luego del primer batatazo mundial —Highway to Hell (1979); reformulándose con un desconocido Brian Johnson tras el micrófono, para con este nuevo integrante entregar el multi platino Back in Black (1980) —el que les permitió liderar al año siguiente, por primera vez, el naciente festival Monsters of Rock de Donington. Un as bajo la manga, volviéndolo su mejor legado, que los colocó de manera indiscutida en la cima. Aprovecharon aquel vertiginoso impulso para una secuela natural, que tomó la fuerza de su predecesor: For Those About to Rock, editado el 23 de noviembre de 1981. Al igual que sus últimas dos producciones, convocaron tras las perillas a Robert “Mutt” Lange; cerrando así la trilogía bajo su tutela —dejando el calor tropical de Nasáu, para llegar a París.

Las sesiones, ubicadas en la capital francesa, no se dieron fáciles; en un comienzo con los ensayos en una fábrica, con un ambiente viciado en que no se daba la fórmula adecuada. Pero el cambio hacia un estudio móvil, en un astuto movimiento del productor, los terminó desbloqueando. Y si Back in Black tributaba al fallecido Bon Scott, For Those About to Rock tributaba al rock en general; cortesía de la pista homónima que abre el álbum. No hay error en un título de esa clase, que Jack Black lo recuerda en la cinta Escuela de rock (2003): “Y como dice AC/DC: tocamos esta noche al ritmo de la guitarra y para aquellos que van a rockear, los saludo”. La canción incluso siendo más grande que el disco en sí, con una épica inusual en los australianos; inspirada en historia universal, tal como lo volvieron a hacer con War Machine (2008). Angus tomando por inspiración a los gladiadores romanos; cuya frase, en el Coliseo, hacia el César es conocida: “Los que van a morir te saludan”. Potenciándose además con el concepto de la portada, donde el cañón adquiere sentido: casi en todos los casos cerrando los conciertos, cuando se elevan lentamente y disparan para For Those About to Rock.

I Put the Finger on You, idea que sale de las películas de gánsteres, le da paso al que fuese el single promocional punta de lanza: Let’s Get It Up y su riff juguetón, casi funk. Inject the Venom y Evil Walks retoman la vibra pesada; “presagiando el metal comercial que dominó a fines de los 80’s” —como lo refiere Brad Tolinski, editor de la revista Guitar World, pese a que a AC/DC le desagraden las etiquetas de esa naturaleza. Veta que le traería problemas menores con grupos conservadores debido a C.O.D. —sigla que viene a significar Care of the Devil, en desmedro de Cash on Delivery. Snowballed que le pone el pie al acelerador, para bajarse el tempo en Breaking All the Rules y Spellbound; o contar con la rimbombancia de Night of the Long Knives —nombre que le recuerdan las películas de horror al encargado de las seis cuerdas.

Trabajo sólido, aunque menos memorable que su antecesor; pese a anotarse un hito importante: alcanzar, por primera vez, la posición #1 del ranking Billboard 200 —sitial al que sólo llegaron de nuevo con Black Ice (2008) y Power Up (2020). Curioso resulta que es el único de todo el catálogo que no se valió de clips; recurriendo, para ser promocionado, a dos cortes en vivo de la estadounidense Landover. Se trató del último gran despliegue en casi una década, hasta la aparición de The Razors Edge (1990), pero dejando algo muy en claro: con toda solemnidad ellos nos saludan.

Nacion Rock

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