Garbage en Chile: Un eco que nunca se apaga

Fotografías por Camila Luengo
Igual que un ritual de luces y sombras, la noche del 14 de marzo el Movistar Arena fue testigo de un encuentro trascendental, con más de tres décadas de historia, Garbage regresó a Santiago para ofrecer una ceremonia donde la nostalgia, la furia y la melancolía tomaron el control en un torbellino colorido, repleto de distorsión.
El primer latido de la noche, vino con «Queer» el aire se impregnó de electricidad y las luces estallaron en un verde potente mientras ahí, al frente del escenario Shirley Manson hizo presencia con un imponente desplante. Su figura, adornada de plumas y destellos metálicos se movían con la fiereza inquebrantable que la caracteriza. Rápidamente capturó la atención del público y nos recordó que todos somos hijos de los oscuros noventa.
A su alrededor, el muro de sonido que chirriaba en el recinto se sentía brutal y preciso, las guitarras afiladas provocaron que los asistentes saltasen de euforia. Los estadounidenses sonaban inmenso y cada acorde se volvía un eco que nunca se apaga. Quienes corearon a ojos cerrados, se sentían en un espacio de tiempo suspendido entre el ayer y el presente.
Un emotivo momento se vivió cuando Shirley mencionó que había tomado la inspiración para escribir «Men Who Rule the World», ella dijo que durante la última visita a Chile había capturado todo lo que se vivía en nuestro país para condensar en esta letra aquellas voces que se alzaron y el fuerte estallido que sucedió en octubre de 2019, manifestando su admiración y respeto por Chile. También dijo que le gustaba tocar aquí y que adoraba la energía de “una de las ciudades más lindas del mundo”.
Siempre etérea y terrenal, la cercanía de ella estaba repleta de la calidez que siente alguien al volver a casa. Incluso dijo varias veces durante el show que le frustraba no poder hablar español para que todos y cada uno de los asistentes pudieran entender cómo se sentía respecto de Chile, y aunque dijo frases mínimas como “muchas gracias” sus palabras estaban impregnadas de una emoción palpable.
Desde Special en adelante, fueron imparables, la energía era electrizante, durante «Stupid Girl» y I’m Only Happy When It Rains» el coro de miles resonó por todos lados como un grito de confesión compartida. Y es que cuando se trata de los clásicos de Garbage, la fuerza de la interpretación continúa desafiando el tiempo, imprimiendo un mosaico de recuerdos a tantas generaciones presentes que se entregaron sin reservas. Varios de los asistentes entre lágrimas recordaban la viveza de ser adolescentes por un rato y entre saltos frenéticos encontraron en ese momento un refugio tardío.
El cuarteto tejió un verdadero puente que nos conectó con la época de sombras oscuras donde el ruido opacaba al silencio, entre la furia y la ternura. La música de Garbage ha sido y sigue siendo un sitio donde lo imperfecto se vuelve sublime y el desconsuelo encuentra su melodía trágica y viva.
Setlist:
- Queer
- Fix Me Now
- Empty
- Sex Is Not the Enemy
- The Men Who Rule the World
- Wicked Ways
- Personal Jesus (Depeche mode cover)
- The Trick Is to Keep Breathing
- Blood for Poppies
- Wolves
- The Creeps
- Cup of Coffee
- Vow
- Special
- Stupid Girl
- Only Happy When It Rains
- Milk
- #1 Crush
- I Think I’m Paranoid
- Cherry Lips (Go Baby Go!)
- Push It
- You Look So Fine
- Encore:
- No Horses
- When I Grow Up