Hole y el suspiro de Cobain en «Live Through This»

Hole y el suspiro de Cobain en «Live Through This»

DGC Records, 1994

Para el segundo disco de Hole, Courtney Love y el guitarrista Eric Erlandson estamparon canciones impecables y expresivas, de esas que llegan al corazón de aquellos fans del grunge que sintonizaban con un estado de rabia y tristeza desesperada. Y esto se agrandó por una terrible coincidencia, porque Live Through This salió a la venta sólo una semana después de que Kurt Cobain fuera encontrado muerto, y lo mencionamos porque las canciones de este trabajo de Hole mostraban una clara influencia de ese rock alternativo, y el fantasma de Nirvana panea, inevitablemente, en todos los temas. Esto generó especulaciones de todo tipo, como de que Kurt hubiera tenido alguna participación en el perfil de las canciones.

Sea como sea, Hole despachó 12 temas de punk rock-grunge explícitas, casi violentas. Y queda claro desde el inicio, cuando ‘Violet’ emerge inmejorable con esa palpitante guitarra y una advertencia dramática: ‘Te dije desde el principio cómo acabaría esto / cuando consigo lo que quiero, ya no lo quiero más’; o el arpegio acústico en la introducción de ‘Miss World’, una canción triste en la que Courtney se dice a sí misma que todo lo que ha pasado se lo ha buscado y sólo le queda resistir; o los delicados puntos confesionales de ‘Softer, Softest’ y ‘Doll Parts’, donde se vuelve brutalmente honesta acerca de sentir que nunca podrá estar a la altura, reconociendo su faceta competitiva, una que nunca la dejó ser una buena partner en Babes in Toyland. A un tema duro como ‘Plump’, construido sobre un riff aplastante, Love le imprimió un carácter firme, y a composiciones de un punk más radical, como ‘She Walks on Me’, donde se ríe de los puristas del under, y ‘Gutless’, con una gran combinación de riff y melodía provocadora, las incendió con su actitud. En ‘Rockstar’ se burla de las bandas de Washington y aborda la depresión posparto en ‘I Think That I Would Die’. ¿Qué las une a todas? El colosal rango vocal de Courtney, que la ensalza como quien tiene la última palabra, siempre en clave pasada de revoluciones, pero a la vez glamorosa y desgarrada.

La producción es sincera, sin artificios. Sean Slade y Paul Q. Kolderie, un tándem soñado que había trabajado en discos de los mejores grupos de Boston, añadieron altura para trabajar un material donde asomaban elementos de la melancolía de The Replacements y el romanticismo de Echo & the Bunnymen, siendo el corolario las letras de Courtney, las que en Pretty on the Inside hablaban sobre autodesprecio, pero que en Live Through This se teñían de madurez emocional e imágenes llenas de detalles artísticos, los que les entregaron un aura de autoconfesión.

Un disco que, inmerecidamente, quedó tras la sombra de la muerte de Cobain, teñido por habladurías y confabulaciones, y sólo ha sido el tiempo el que le ha ido otorgando reconocimiento, aunque no ha logrado alejar los prejuicios sobre su mediática autora. Live Through This fue para Hole lo que Nevermind fue para Nirvana, la cumbre de su obra y de su inspiración, y hoy es una invitación a descubrir este disco y valorarlo como la joya escondida del grunge post Cobain, porque si de influenciadores se gradúan los grandes, hay que reconocer que sin Hole probablemente no hubiesen existido The Distillers, ni Yeah Yeah Yeahs y tantas más.

Macarena Polanco

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